El Nacimiento de San Juan Bautista, 23 de Junio de 2022

San Juan Bautista
“La prédica de San Juan Bautista” por Pieter Brueghel the ElderOwn work Yelkrokoyade Taken in 20/07/2013, Public Domain, Link

Isaías 49, 1-6

Escúchenme, islas;
pueblos lejanos, atiéndanme.
El Señor me llamó desde el vientre de mi madre;
cuando aún estaba yo en el seno materno,
Él pronunció mi nombre.

Hizo de mi boca una espada filosa,
me escondió en la sombra de su mano,
me hizo flecha puntiaguda,
me guardó en su aljaba y me dijo:
“Tú eres mi siervo, Israel;
en ti manifestaré mi gloria”.
Entonces yo pensé: “En vano me he cansado,
inútilmente he gastado mis fuerzas;
en realidad mi causa estaba en manos del Señor,
mi recompensa la tenía mi Dios”.

Ahora habla el Señor,
el que me formó desde el seno materno,
para que fuera su servidor,
para hacer que Jacob volviera a Él
y congregar a Israel en torno suyo
–tanto así me honró el Señor
y mi Dios fue mi fuerza–.
Ahora, pues, dice el Señor:
“Es poco que seas mi siervo
sólo para restablecer a las tribus de Jacob
y reunir a los sobrevivientes de Israel;
te voy a convertir en luz de las naciones,
para que mi salvación llegue
hasta los últimos rincones de la tierra”.

Salmo 138, 1-3. 13-14ab. 14c-15

R. (14a) Te doy gracias, Señor, porque me has formado maravillosamente.
Tú me conoces, Señor, profundamente:
tú conoces cuándo me siento y me levanto,
desde lejos sabes mis pensamientos,
tú observas mi camino y mi descanso,
todas mis sendas te son familiares. R.
R. Te doy gracias, Señor, porque me has formado maravillosamente.
Tú formaste mis entrañas,
me tejiste en el seno materno.
Te doy gracias por tan grandes maravillas;
soy un prodigio y tus obras son prodigiosas. R.
R. Te doy gracias, Señor, porque me has formado maravillosamente.
Conocías plenamente mi alma;
no se te escondía mi organismo,
cuando en lo oculto me iba formando,
y entretejiendo en lo profundo de la tierra. R.
R. Te doy gracias, Señor, porque me has formado maravillosamente.

Hechos de los Apóstoles 13, 22-26

En aquellos días, Pablo les dijo a los judíos: “Hermanos: Dios les dio a nuestros padres como rey a David, de quien hizo esta alabanza: He hallado a David, hijo de Jesé, hombre según mi corazón, quien realizará todos mis designios.

Del linaje de David, conforme a la promesa, Dios hizo nacer para Israel un salvador: Jesús. Juan preparó su venida, predicando a todo el pueblo de Israel un bautismo de penitencia, y hacia el final de su vida, Juan decía: ‘Yo no soy el que ustedes piensan. Después de mí viene uno a quien no merezco desatarle las sandalias’.

Hermanos míos, descendientes de Abraham, y cuantos temen a Dios: Este mensaje de salvación les ha sido enviado a ustedes”.

Evangelio según San Lucas 1, 57-66. 80

Por aquellos días, le llegó a Isabel la hora de dar a luz y tuvo un hijo. Cuando sus vecinos y parientes se enteraron de que el Señor le había manifestado tan grande misericordia, se regocijaron con ella.

A los ocho días fueron a circuncidar al niño y le querían poner Zacarías, como su padre; pero la madre se opuso, diciéndoles: “No. Su nombre será Juan”. Ellos le decían: “Pero si ninguno de tus parientes se llama así”.

Entonces le preguntaron por señas al padre cómo quería que se llamara el niño. Él pidió una tablilla y escribió: “Juan es su nombre”. Todos se quedaron extrañados. En ese momento a Zacarías se le soltó la lengua, recobró el habla y empezó a bendecir a Dios.

Un sentimiento de temor se apoderó de los vecinos y en toda la región montañosa de Judea se comentaba este suceso. Cuantos se enteraban de ello se preguntaban impresionados: “¿Qué va a ser de este niño?” Esto lo decían, porque realmente la mano de Dios estaba con él.

El niño se iba desarrollando físicamente y su espíritu se iba fortaleciendo, y vivió en el desierto hasta el día en que se dio a conocer al pueblo de Israel.

Published by

Oscar Editor

Oscar es el editor de NosRodea.com

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.