Lecturas del Domingo: Agosto 2, 2020 – La multiplicación de los panes

Milagro de la multiplicación de los panes y los pescados
Milagro de la multiplicación de los panes y los pescados, por Bernardo Strozzi – http://www.1st-art-gallery.com/Bernardo-Strozzi/The-Miracle-Of-The-Loaves-And-Fishes.html, Public Domain, Link

Sé fuerte. No tengas miedo, ten fe. Aún las más grandes adversidades son poca cosa ante los ojos de Dios.

Si tuviéramos la fe del tamaño de un granito de mostaza, podríamos hacer que un árbol se arrancara de raíz y se plantara en medio del mar.

Pero, como dice el apóstol San Pablo, en nuestra vida diaria tenemos tribulaciones, angustias, persecuciones, hambre, desnudez, peligros que nos apartan del amor con que nos ama Cristo Jesús. Y todas estas cosas malas nos nublan el corazón y la fe, y no sabemos qué hacer cuando se presentan.

Hoy es el 18avo domingo del tiempo ordinario y tenemos en el Evangelio de San Mateo la narración de uno de los más importantes y asombrosos milagros de Jesús:

“En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan el Bautista, subió a una barca y se dirigió a un lugar apartado y solitario. Al saberlo la gente, lo siguió por tierra desde los pueblos. Cuando Jesús desembarcó, vio aquella muchedumbre, se compadeció de ella y curó a los enfermos”.

¿No te ha pasado que, a la muerte de un ser querido algunos amigos tuyos vienen a darte el pésame y no saben qué decir, y al final eres tú quien termina consolándolos? Así le pasó a nuestro Señor, que al ver a la gran muchedumbre que lo seguía se apiadó de ellos y los atendió.

Jesús, en su calidad humana, sintió una gran tristeza al enterarse de la muerte de Juan el Bautista. Jesús también tenía sentimientos y esta es una de sus más enternecedoras expresiones.

“Como ya se hacía tarde, se acercaron los discípulos a decirle: ‘Estamos en despoblado y empieza a oscurecer. Despide a la gente para que se vayan a los caseríos y compren algo de comer’. Pero Jesús les replicó: ‘No hace falta que vayan. Denles ustedes de comer’. Ellos le contestaron: ‘No tenemos mas que cinco panes y dos pescados’. Él les dijo: ‘Tráiganmelos'”.

¿No nos pasa así a nosotros? A veces se nos presentan grandes dificultades; tan grandes que nos parecen imposibles de superar. Todos hemos tenido ese momento en el que sólo tenemos cinco panes y dos pecados para volver a encontrar trabajo, especialmente en estos tiempos; para superar la pérdida de ese ser amado que nos dejó, de una forma u otra; para vencer ése cáncer o enfermedad que nos está acabando…

Termina la lectura:

“Luego mandó que la gente se sentara sobre el pasto. Tomó los cinco panes y los dos pescados, y mirando al cielo, pronunció una bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos para que los distribuyeran a la gente. Todos comieron hasta saciarse, y con los pedazos que habían sobrado, se llenaron doce canastos. Los que comieron eran unos cinco mil hombres, sin contar a las mujeres y a los niños”.

Para Jesús, bajo el poder de Dios nuestro Señor, no hay imposibles.

Por favor, sé fuerte. No tengas miedo, ten fe. Aún las más grandes adversidades son poca cosa ante los ojos de Dios.

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Oscar Editor

Oscar es el editor de NosRodea.com

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