
El dia de ayer, en misa, el sacerdote oficiante hizo un llamado a votar por el candidato que supuestamente está en contra del aborto y de los medicamentos anti-reproductivos. Comentó que él sabÃa que el proceso de inmigración es im[portante para los Hispanos, pero que era mejor “sufrir un poco” que condenarnos eternamente. Luego dijo: “es preferible que se vayan a pasar leyes pro-elección (pro-choice)“.
Este sacerdote, que estaba reemplazando al cura principal, es un conocido monje Franciscano famoso por sus puntos de vista rÃgidos y conservadores.
Sin embargo, su punto de vista es peligrosamente simplista, al grado de blanco o negro, y deja mucho qué desear. Y además se convierte en un llamado de atención para todos, pues o es demasiado ignorante para saber cómo funciona el gobierno de los Estados Unidos, o es simplemente racista.
Decir que por el solo hecho de que Hillary Clinton llegue a la presidencia las mujeres van a comenzar a abortar indiscriminadamente, es tratar de asustar a la gente con el famoso cuento de que ahà viene el lobo, o mejor portate bien.
Usar el púlpito para descalificar a un candidato no es justo, y menos frente a cientos de feligreses.
¿Se puede votar por Hillary y mantener la fe?
¡Claro que sÃ! En este pais, con las perspectivas de que la Cámara de Representantes quedará en manos republicanas, es poco probable que Clinton pueda pasar cualquier resolución que tenga como objectivo el aborto. Además, es ahà el momento que, como cristianos, si vemos que intenta pasar algo asÃ, tenemos que recordarle que votamos por ella, pero no que estamos 100% de acuerdo con todas sus ideas. Y es nuestra responsabilidad presionar a nuestros representantes y senadores a que no se atrevan a pasar una legislación de ese tipo.
¿Cómo se presiona a un legislador? Con llamadas, mensajes, y campañas.Esa es la forma que trabaja este paÃs, y por más de 200 años ha demostrado ser efectiva.
Pero de eso, a que votemos por un loco, que duante toda la campaña ha demostrado toda falta de valores cristianos –o de cualquier Ãndole–,sólo porque ahora dice que apoya la familia y el movimiento anti-aborto, es 100% diferente. Decir que es mejor “sufrir un poco” por esa misma razón es insano.
Mi comunidad está en el noreste de la Unión Americana, está compuesta casi un 80% de hispanos, inmigrantes. Y escuchar estos mensajes son como una bofetada para todos.
Existen muchos problemas en el paÃs. Fomentar el racismo en las iglesias no es la solución. Lavarles el cerebro a nuevas generaciones es peligroso y tóxico.