Así empezó la vida. Conclusión

Evidencia de la vida primitiva
Evidencia de la vida primitiva ha sido encontrada en chimeneas hidrotérmicas en el fondo del mar. Estas son condiciones muy similares a las de la Tierra hace miles de millones de años. Foto por NOAA – http://oceanexplorer.noaa.gov/explorations/04fire/logs/hirez/champagne_vent_hirez.jpg, Public Domain, Link

En los capítulos anteriores de la serie, hablábamos de cómo la idea básica del Génesis –que dice que el Hombre fue creado a partir de arena, y del soplo de vida de Dios– no es tan fantasiosa como muchos pudieran pensar. Los resultados de una intensa investigación científica demostraron que se puede crear vida en las condiciones más terribles de calor y medio ambiente, pero que esta vida primitiva necesita un “pegamento” que mantenga todos los compuestos químicos en su lugar, sin separarse. Y ese elemento pudo haber sido la arena.

“Creo que los primeros organismos vivientes fueron hechos de arcilla en un 50%” declaró el doctor James Lawless, uno de los investigadores del centro Ames de la NASA que elaboró la teoría de la arena.

Pero, yendo un poco más allá de esto, es necesario reflexionar en el hecho de que la Ciencia y la Religión no tienen que estar en pelea constante, sino que pueden llegar a complementarse una a la otra, y los resultados son sorprendentes.

Durante la investigación, el profesor Lynn Margulis de la Universidad de Boston en Massachusetts,  declaró: “Lo importante en Biología es que lo nuevo se agrega a lo ya existente, y así sucesivamente. No hace falta partir de cero en cada fase del desarrollo y repetir de principio a fin toda la secuencia. El proceso es acumulativo y por eso da origen a la complejidad”.

Así, una vez iniciada, la vida comenzó a cambiar, haciendo cada vez más complejas a las comunidades de bacterias que terminaron por constituir los reinos animal y vegetal que hoy conocemos. Pero el fenómeno más extraordinario fue el avance primordial de lo no vivo a lo vivo, que al parecer ocurrió en las arenas de las playas oceánicas.

“Y dijo Dios: Pulule en las aguas un hervidero de seres vivientes”, reza la Biblia. “Entonces Yavé Dios formó al hombre del polvo de la tierra”.

Como la Biblia lo proclamaba y como propusieron muchas sociedades primitivas –no sólo la religión Católica o Cristiana, sino que hay registros de otras religiones, tribus, y grupos humanos– la vida empezó en el barro, a la orilla del mar, y las moléculas que engendraron la vida surgieron hace mucho tiempo de un puñado de arena.

Apenas empezamos a entender cómo ocurrió esto.

Así empezó la vida. Capítulo III: Pegamento de arena

arena
Arena de playa, por Wilson44691Own work, CC0, Link

El experimento de la Universidad de Chicago fue un éxito de la bioquímica al generar pedacitos de vida a partir de energía y substancias químicas. Pero, ¿cómo se unieron esos pedacitos para formar genes y proteínas?

Para que las reacciones ocurrieran, algo tuvo que concentrar primero las materias primas, y algo más debió catalizar –propiciar—las reacciones.

No pudo ser solamente el agua del mar, pues si nos ponemos a pensar ésta se encuentra en constante movimiento, y en su vaivén, evitaría que los elementos se “enchufaran” los unos con los otros.

Tenemos que recordar que estamos hablando en los primeros millones de años del planeta, cuando todavía las temperaturas eran extremadamente cambiantes y el ambiente era terriblemente inestable para sostener cualquier tipo de “organismo” que se quisiera “cuajar”. Por eso, los científicos han debatido por décadas qué es lo que pudo aglutinar todos los elementos de la vida y, al mismo tiempo, protegerla de ambiente hostil en que se iba a formar.

J.D. Bernal, otro científico británico, introdujo la idea de que el agua del mar arrastraba a los compuestos químicos a playas primitivas y que, aparte de evaporación, la arena filtraba el agua y dejaba sólo los compuestos que después se iban acercando para “enchufarse” libremente y comenzar a producir los elementos de la vida.

El principal componente de la arena de las playas y del mar es le cuarzo, el cual tiene un punto de fundición muy alto (no se puede disolver en agua hirviendo), tiene dureza, y es muy difícil de disolver. Todas estas características convierten a la arena en el elemento perfecto para embonar a los elementos básicos, y luego protegerlos en las playas, las cuales se iban secando y propiciando el ambiente para los primeros habitantes del planeta.

En el próximo y último capítulo haremos un resumen de los resultados finales y conclusiones de estos experimentos e investigaciones.

Así empezó la vida. Capítulo II: El Caldo Primordial

El experimento de Oparin y Haldane

Hace aproximadamente unos 4,000 millones de años el joven planeta Tierra era un lugar infernal. Por todas partes los volcanes vomitaban lava, gases y vapor de agua. Los tenebrosos cielos, sólo de trecho en trecho atravesados por intensos haces de luz solar, a menudo recibían el fulgor de los relámpagos y de las erupciones volcánicas. No había mar, ni tierra, ni vida.

La Tierra, que en ese entonces contaba únicamente con algunos 500 millones de años, aún estaba caliente: su corteza era delgada y quebradiza. Aquel Delgado revestimiento se hinchaba y estremecía por efecto de la turbulencia del material fundido que remolinaba justo bajo la superficie.

Pero todo cambió a la vuelta de unos cuantos cientos de millones de años. Conforme las capas más superiores del planeta perdían calor y ganaban espesor, los volcanes se fueron apagando.

El vapor de agua que estaba en el aire se condensó y cayó en forma de lluvia, la que a su vez se acumuló en los numerosos cráteres de la superficie.

¿Cuánto hace que esto ocurrió?

Según algunos descubrimientos que varios paleo-biólogos en Australia, África y Groelandia han hecho en los últimos 40 años, tenemos que unos organismos celulares parecidos a las bacterias construían rocas semejantes a los arrecifes en las aguas poco profundas en algunas lagunas. Como sólo una criatura relativamente desarrollada puede hacer eso, deducimos que antes de ella –quizás 300 a 500 millones de años—debieron existir otros seres más sencillos.

Así, nos remontamos casi hasta el principio de la Tierra, como si la vida fuera algo inherente a la material y a la evolución de los planetas.

Entonces, ¿cómo evolucionó la vida?

Cocinando la vida

En la década de los 1920s, dos científicos –Alexander Oparin y J.B.S. Haldane—postularon cada quien por su lado, las primeras secuencias detalladas de reacciones químicas mediante las cuales la vida habría emergido de sustancias carentes de vida, al combinarse entre sí en la Tierra primitiva.

Haldane examinó las vigorosas reacciones químicas generadas en aquel entonces por los rayos cósmicos, relámpagos y volcanes. Sus resultados demostraron la formación de moléculas orgánicas (que tenían carbono).

Arrastradas con el tiempo por los ríos y los arroyos, dichas moléculas habrían ido a parar al mar, el cual resultó ser un caldo tibio y rico en material orgánica.

Oparin agregó a la teoría que las primeras células fueron unas burbujas flotantes y viscosas llamadas “gotitas de gel”, o coacervatos. A medida que se intercambiaban las gotitas con otras substancias en el mar, dichas gotitas acabarían formando moléculas capaces de hacer replicas de sí mismas.

Poco tiempo después, en la década de los 1950s, investigadores de la Universidad de Chicago pusieron a prueba estas hipótesis y comenzaron a trabajar en un aparato que simulaba las condiciones de la atmósfera terrestre primitiva, y luego les aplicaron descargas eléctricas equivalentes a los rayos de entonces. Al cabo de una semana de “cocción”, las paredes internas de este ingenioso dispositivo se revistieron de aminoácidos, moléculas sencillas de nitrógeno e hidrógeno, componentes fundamentales de las proteínas, así como otros constituyentes esenciales de la vida.

Así empezó la vida. Capítulo I: ¿Pueden convivir la ciencia y la religión?

Foto de estromatolites
Estromatolitas, fotografía tomada por P. Carrara, NPS – National Park Service – http://www.nature.nps.gov/geology/cfprojects/photodb/Photo_Detail.cfm?PhotoID=204, Public Domain, Link. Más de 3,500 millones de años. Material con bacterias primitivas que surgieron de elementos sin vida, como minerales.

He aquí una pregunta que por cientos de años se ha hecho la humanidad: ¿Pueden convivir la ciencia y la religión? Muchas personas dicen que Galileo, el científico astrónomo del Renacimiento, es el ejemplo claro de que la Ciencia nunca podrá entender a la Religión, o viceversa.

Pero, muchos olvidan que el trabajo de Galileo estaba financiado… ¿por quién crees?, ¡Pues por la Iglesia Católica! El famoso caso de que la Tierra gira alrededor del Sol había sido discutido hasta con el Papa y el acuerdo preliminar con Galileo era no publicar o promocionar su descubrimiento de inmediato, pues el pueblo podría caer en muchas situaciones de incomprensión, duda, y hasta histeria. El tratado era una teoría. Aquí un poco más de esto.

Esta semana vamos a iniciar una mini serie de artículos que hablan de una teoría muy interesante que empezó en una Universidad de Estados Unidos, con apoyo de la NASA. Dicha teoría tiene una hipótesis que está causando revuelo en la comunidad científica y poco a poco ha ganado apoyo. He aquí los detalles.

Así empezó la vida

Refiere la Biblia que Dios tomó un puñado de arena y le infundió el soplo vital. En los últimos años, varios científicos del Centro de Investigación Ames, que la NASA tiene en California, han llegado a la conclusión de que probablemente las arcillas con metales desempeñaron un papel fundamental en la unión de los elementos esenciales para la vida. “Creo que los primeros organismos vivientes fueron hechos de arcilla en un 50%” declaró el doctor James Lawless, uno de los investigadores de Ames.

El Dr. James Lawless llegó a ser subdirector de Cambios Globales de la NASA y tuvo a su cargo el análisis de cómo pueden sobrevivir los humanos en el ambiente del espacio exterior. Puedes conocer más acerca de su investigación aquí.

En este caso, la versión bíblica de la creación no se aparta mucho de la realidad.

En nuestro próximo capítulo conoceremos los primeros detalles de esta interesante teoría.