El nuevo cielo y la nueva Tierra

En el Apocalipsis de San Juan que leímos este domingo pasado, nos topamos con un mensaje de esperanza:

“Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una Tierra nueva, porque el primer cielo y la primera Tierra habían desaparecido y el mar ya no existía.
“También vi que descendía del cielo, desde donde está Dios, la ciudad Santa, la nueva Jerusalén, engalanada como una novia, que va a desposarse con su prometido. Oí una gran voz, que venía del cielo, que decía:
“Esta es la morada de Dios con los hombres; vivirá con ellos como su Dios y ellos serán su pueblo. Dios les enjugará todas sus lágrimas y ya no habrá muerte ni duelo, ni penas ni llantos, porque todo lo antiguo terminó.
“Entonces, el que estaba sentado en el trono, dijo: ´Ahora voy a hacer nuevas todas las cosas´”.

Así, cuando aceptamos a Dios y a Cristo como verdaderos salvadores de nuestras vidas, podemos estar seguros que ellos también harán de las nuestras nuevas vidas, con todas las cosas nuevas.

 

Reflexión de Inicio de Año

Nos rodea la Fe

En este principio de año, quiero reflexionar acerca de la misión que tenemos los blogs. En un mundo con más de 7 mil millones de personas, los blogs que hablan acerca de religión sólo pueden llegar a unos cuantos miles. Si todos estos websites habláramos de la fórmula mágica para la salvación del alma, nuestro resultado no alcanzaría a tanta gente como la que uno quisiera. A veces, esto puede resultar frustrante.

Hemos hablado de los eventos que están predichos en la Biblia con respecto al Apocalipsis: la caída de una “montaña” en el mar, la llegada de un monstruo, el marcado de la gente con el terrible número del enemigo, y otros más.

Dios nos dice constantemente en las escrituras que nadie sabe ni el día ni la hora en que el Juicio Final llegará. Los sucesos que se relatan en el Apocalipsis son tan nefastos, pero si nos ponemos a ver a nuestro alrededor, no están todavía ocurriendo, o al menos aun no ha caído el asteroide en el mar o ha aparecido un monstruo con muchas cabezas.

Sin embargo, al poner atención, la cadena de eventos que producirán estos hechos ya están en marcha: Guerras, pérdida de humanidad (cuántos crímenes desgarradores no estamos viendo en las noticias), catástrofes naturales y creadas por el hombre que están transformando al mundo, etc.

Hagamos una pausa y pensemos: estas cosas han ocurrido por miles de años. Herodes mandó matar a cientos de niños en su reinado por miedo a la profecía del nacimiento de Jesús. ¡Esto es algo siniestro! Pero no es único: Los egipcios mataban a cientos de bebés judíos para evitar la reproducción del pueblo de Israel. Las culturas prehispánicas destrozaban a los enemigos con la intención de atemorizar a los pueblos débiles. Asesinatos por codicia, celos, venganza. Todo ha ocurrido por miles de años.

Pongamos atención a las épocas de la humanidad en las que ocurren calamidades. Después de un tiempo, la misma gente o se acostumbra, o recapacita, o se adapta. Y lo que parecía ser el fin del mundo, no se convierte más que en otro recuerdo para los libros de historia. Una vez pasado el susto, viene un período de tranquilidad y hasta de prosperidad.

Yo veo esta parte de la historia como una curva que sube (prosperidad), y luego baja (muertes, enfermedades, guerras, depresión).

Pero este ciclo se va a romper un día, y lo que quede será sólo la parte baja.

¿Cuándo ocurrirá? Nadie lo sabe. Ni hay una forma de calcularlo. Sin embargo, y como apuntábamos líneas arriba: es muy posible que en nuestra vida no veamos la destrucción del mundo, pues aún falta mucho reacomodo de las piezas para que esto ocurra… sin embargo, no hay duda que estamos siendo testigos de que se está formando esta nube negra.

Ahora bien, esto no quiere decir que nos vamos a salvar del castigo o que no veamos el Juicio Final. Cuando nuestro cuerpo duerma –al morir—nuestro Espíritu no va a desaparecer. En el instante que pasemos de la vida a la muerte, sólo cerraremos los ojos y cuando podamos ver de nuevo sentiremos que sólo han pasado unos minutos. Será como si hubiéramos tomado una siestecita, aunque en la Tierra hayan pasado tal vez un día o quizá miles de años.

Por recuento de los que saben, tendremos un período de reconciliación, recuento y perdón. Y entonces veremos nuestro juicio, y tal vez el de todos los demás.

En las narraciones del Apocalipsis ocurre lo mismo: después de cada destrucción por parte del enemigo, la luz de Dios lo detiene –pero no lo destruye—y la humanidad tiene un período de tranquilidad y hasta de prosperidad. El último de ellos es de mil años.

Pero, ¿sabes qué destruye cada período de tranquilidad? Los habitantes de la Tierra vuelven a caer, se vuelven otra vez al pecado y la perdición. Es ahí que el enemigo vuelve a tomar forma y renacer.

Entonces, ¿Cuál es el objetivo de escribir en estos websites?, ¿Cuál es la intención de escribir sobre lo que no nos va a pasar o lo que de todas formas se va a presentar? La respuesta es sencilla: salvar la mayor cantidad de gente que se pueda.

No, no se trata de decir que yo y sólo yo tengo la verdad en mis manos y sólo yo sé cómo se puede salvar la gente. Eso es muy peligroso.

Pero lo que podamos presentar es nuestro grano de arena; no para detener lo inevitable, sino para ayudar a quien tenga la duda, la pregunta, la inquietud.

Y es nuestra responsabilidad de pasar esta información a nuestros descendientes. Así, nuestro legado será una oportunidad para la Salvación.

Los bunkers de los ricos y famosos… ¿De qué les servirán?

bunker
Maqueta a escala de un bunker o refugio

Estaba revisando el otro día uno de mis artículos del Apocalipsis, cuando noté una descripción muy interesante: durante la ruptura de los siete sellos, en el último tenemos:

  • Sexto sello: Al romperse, se sintió un gigantesco terremoto que hizo temblar a toda la Tierra. Los ricos y poderosos pedian que la piedras los cubrieran para que Dios no los viera y los dejara en paz, y no les cobrara por sus obras malas.

Y luego, me tope con el siguiente video:

Mi pregunta es, ¿De que les servirá todo lo que gasten, si sus inmundicias están expuestas a los ojos de Dios?

Apocalipsis – Conclusiones y observaciones

Una imagen con todos los eventos del apocalipsis
El Apocalipsis relatado en imágenes en una iglesia ortodoxa

Llegamos al término del análisis del Libro del Apocalipsis del Apostol San Juan. Ahora nos dedicaremos a sacar algunas conclusiones y a hacer algunas observaciones.

El antecedente

El daño que se hizo con el pecado original no es algo sencillo. Se trata de una ofensa a Dios tan grande que el castigo consistió en liberar a la muerte, el dolor y la miseria sobre el Hombre. Sólo Dios mismo puede arreglar esto.

Al final, dos figuras salen a resaltar de toda esta situación: Satanás, el enemigo, supo enredar a la Humanidad para ofender a Dios; pero, ojo, el Hombre no es inocente. La Humanidad tiene libre albedrío, voluntad propia, claramente sabe lo que hace.

Las ofensas a nuestro Señor no fueron sólo de Adán y Eva; se siguen dando día a día en nuestras vidas y por voluntad propia. Aunque podemos defendernos diciendo que somos engañados por el diablo, al final somos nosotros los que tomamos el camino.

Los tiempos del apocalipsis son largos

¡Vaya que lo son! Simplemente, desde el inicio de los eventos hasta cuando el enemigo es arrojado al lago de fuego, ¡han pasado más de 1,010 años!

Muchas personas encuentran decepcionante que tienen que ocurrir eventos terríficos, y que luego hay que esperar un milenio para que todo se arregle. Pestes, plagas, demonios, todos afectándonos día a día. ¡Eso es demasiado!

Y esto precisamente es lo que el príncipe de la mentira quiere: que te canses; que te decepciones; que tires la toalla y finalmente digas: “ya no puedo mas, mejor me entrego a lo fácil“.

Sólo recuerda, no debemos pensar en términos humanos de tiempo. 1,000 años no son nada comparados con la edad del cosmos. Hablamos de que los que se porten bien, y logren estar junto a los elegidos, tendrán vida eterna junto a Dios y al Cordero, no importa el tiempo que pase.

La constante

¿Hay algún evento que se repite frecuentemente durante el apocalipsis? ¡Claro que sí! Y es que la humanidad constantemente se rebela contra Dios. Aunque el enemigo es quien mete la cola, al final somos nosotros mismos quienes decidimos nuestras acciones.

Al final, nuestro juicio será sobre nuestras acciones, nuestras debilidades. El chamuco será juzgado y condenado, pero tu y yo no podremos decir: “es que fui engañado por el diablo“. Créeme, esa defensa no te va a valer.

¿No estamos alertando al enemigo al decirle todo lo que va a pasar?

Esta es una de las más frecuentes ideas que se mencionan por parte de la gente que estudia teología y filosofía: al estar describiendo los sucesos del Apocalipsis, ¿no estamos dándole al diablo y sus seguidores la información suficiente para que cambien lo que va a suceder?

La respuesta puede estar en que los tiempos humanos y del cielo son muy diferentes. Han pasado casi 2,000 años desde la escritura del libro. ¡Eso es mucho tiempo para planear una verdadera defensa contra lo que se viene!

Pero para Dios, eso es sólo unos pocos segundos. Podemos decir que el chamuco en este momento está haciendo toda la planeación, y muy posiblemente efectuando pasos, todo acorde con el libro.

¿Qué es lo que puedo hacer?

Todos somos humanos, en nuestro corazón y alma tenemos lo bueno y lo malo. No somos seres perfectos que sólo sabemos hacer el bien, pues tenemos debilidades. Sin embargo, por tener voluntad propia, las claves para salvar tu alma las tienes tú mismo:

  • Jesús lo dijo: “Ámense los unos a los otros como yo lo he amado“. Aquí se resume todo.
  • Vive tu vida. No te preocupes de lo que viene, pues nada lo detendrá; y tú y yo somos insignificantes para cambiar el resultado. Lo único sobre lo que tienes control es sobre tu propia salvación.
  • No ofendas a Dios. Tú sabes las cosas que lo ofenden. Simplemente, no las hagas. La tentación la vamos a tener siempre. La decisión es tuya.
  • Ofrece sacrificios. ¡Espera, deja en paz a ese cordero que vas a degollar! No, los sacrificios ya nos son de matar animalitos. Ahora son cosas que puedes ofrecer a Dios para agradarlo. ¿Sacaste una A o 100 en la escuela? Di: “Gracias Diosito por este resultado, que lo hice con mi esfuerzo y que te lo ofrezco como mi ofrenda“. Tu esfuerzo es tu trabajo, eso es tuyo, no lo hace tu papá, o mamá, o esposo, o esposa, o novio, o novia. No, es tuyo.
    La expresión vocal de decir que lo ofreces es lo que importa.
    ¿Quieres hacerlo en silencio y discreción? ¡Está muy bien! ¿Lo quieres hacer frente a miles de personas? Pues, si lo haces de corazón, también está bien. Si no lo haces de corazón, podrás engañar a millones, pero no a Dios.
    Tu esfuerzo y tu resultado son tu ofrenda.
  • Ora, ora, ora. No me refiero a que sólo repitas inconscientemente las oraciones del catecismo sin saber lo que dices. Sí, esas oraciones son importantes. Pero, habla con Dios. Explícale tus problemas. Platícale lo que hiciste este día, lo que lograste, lo que te da miedo,  y lo que te gustó.
  • Reconoce su obra. Si te escapaste de un accidente, si te libraste de una enfermedad, si te ganaste la lotería. Reconócelo y agradécele. Un simple “Gracias Señor” en murmuro son de gran agrado a Dios.
  • Finalmente, lleva su Palabra y su mensaje.

El que tenga oídos, que oiga.

Ojalá que estos documentos te sean de utilidad. Intégrate a una comunidad cristina. A mí me ha resultado de mucho provecho mi religión Católica. Cree y crece. No tengas miedo y que Dios nos bendiga a todos.

Apocalipsis – La Misa Católica

candeleros
Candeleros de siete velas en el altar de una iglesia católica, similares a las menorahs judías y los descritos por Juan en el inicio del libro

La sagrada eucaristía –la misa católica– es un evento de Fé, de Gracia, que tiene a Jesús como el principal protagonista. Similar al libro, Jesús es el Cordero que tanto se menciona y es, junto con Dios, la principal figura.

Los himnos y cánticos, los cuales son mencionados como alabanza a Dios y al Cordero, son efectuados por ángeles, mártires y santos. Los cantos durante la celebración de la misa son lo mismo, alabanzas a Dios y a Jesús por parte de los asistentes.

Las visiones detalladas en el apocalipsis están presentes durante el rito: las vestiduras blancas del padre y la vestimenta blanca de Jesús, el altar, el Amén constantemente expresado, junto con el ¡aleluya! La Madre de Dios mencionada y exaltada en la celebración cuando rezamos el Ave María.

altar
En el altar

Antes de la consagración del vino, se vive un ambiente festivo y alegre, de repente, un monaguillo tocará las campanas para anunciar que la música termina y comienza el momento solemne. Los mismo ocurre en el libro, al escucharse las trompetas el ambiente de fiesta en la Tierra se acaba. Todos debemos estar de rodillas. Este mismo momento se relata en el libro.

Después de la consagración, cuando el sacerdote anuncia “Este es el misterio de nuestra fé“, todos nos levantamos usualmente con alguna música, esto es el símbolo de que la gloria del cielo se abre como lo hizo en el libro. Al tomarnos todos los asistentes de las manos y rezar el Padre Nuestro, estamos haciendo lo mismo que todos los mártires y santos hacen frente al trono de Dios: alabándolo con nuestra oración.

Juan, que se encontraba viejo y enfermo en la isla de Patmos, está triste por no poder celebrar el recordatorio de Cristo con los discípulos, pero ahora él ha visto venir al cielo. Juan está viendo la gloria de Dios abriéndose a él. El no puede ir a la misa por su condición… pero la misa ha venido a él. Y en el templo, el cielo se abre a nosotros durante la celebración eucarística.

Al final de la misa, el sacerdote nos despide: “Podemos ir en paz” y todos respondemos: “Demos Gracias a Dios“.

Apocalipsis – Parte X

La nueva Jerusalén
By Kimon Berlin, user:Gribeco – own work, based on public domain tapestry (14th century), CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=921959

El día de hoy terminamos la narración de los hechos del apocalipsis. Después de nueve episodios sabemos que la lucha del bien contra el mal es finalmente ganada por Dios y el Cordero, y que la Humanidad sufrirá terribles consecuencias por sus iniquidades, falta de fe, desobediencia, y entrega al enemigo.

Pero, regresando a la parte anterior, sabemos que Satanás, el dragón, ha sido encadenado y lanzado a un abismo por el que estará encerrado por mil años; posiblemente se ha pensando que durante este tiempo el chamuco saldrá reformado al ver que sus planes han fallado. Pero, ¿qué pasará en realidad? Definitivamente ¡el hombre de rojo saldrá encolerizado! Efectivamente, así es: después de ser liberado, el diablo vuelve a poner a mucha gente contra Dios.

¡Ay, Dios Mio! ¿Por qué no hemos aprendido?, ¿Por qué somos de cabeza tan dura y no entendemos todo lo que ha pasado? Los estudiosos dicen que, en mil años, la destrucción del imperio de las bestias y del falso profeta se habrán convertido en historias fantásticas, leyendas. El mil años habrán pasado casi 40 generaciones, y es fácil imaginar que habrá muchos avances tecnológicos y científicos. Tal vez no haya hambres, ni crímenes, y pocas enfermedades. Así que será fácil olvidarse de Dios.

¡Qué terrible! Parece se que la única forma en que la Humanidad puede tener presente a Dios es sólo cuando existen enfermedades, problemas, muertes. Y todavía nos preguntamos por qué Dios nos manda los problemas que tenemos ahora. La respuesta: para que no nos olvidemos de Él. Un poco confuso, pero si te fijas lo que pasará a la gente del futuro descrito en el párrafo anterior, lo comprenderás mejor.

En fin, Satanás logra formar un ejercito gigantesco que sitiará de nuevo a la ciudad donde viven los santos, los justos, y los seguidores de Dios. A punto de atacar, el gigantesco ejercito del mal será destruido por una lluvia de fuego que caerá del Cielo, y el dragón no recibirá más clemencia: será arrojado al mismo fuego eterno donde ya se encuentran la bestia y el falso profeta.

Todo el mal ha acabado por fin.

El último juicio

Después, todos los muertos resucitarán. Recuerda que en el capítulo anterior mencionamos la primera resurrección –la de los justos y los mártires– pero ahora vienen todos los demás. Miles de millones serán juzgados por sus obras, las cuales están escritas en el libro del bien y del mal. Nadie se escapará de este juicio. Todos los malos serán arrojados al mar de fuego, y los buenos a compartir con Dios… en la Nueva Jerusalén.

Finalmente, la Muerte será también vencida y arrojada al mar de fuego.

El dolor y la muerte finalmente desaparecerán.

El último mensaje

Dios le dice a Juan que escriba: “Voy a llegar pronto”.

Apocalipsis – Parte IX

The whore of Babylon
By Hans Burgkmairhttp://monsterbrains.blogspot.com/2008_03_09_archive.html, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=5215507

Uno de los ángeles de las siete copas se le acerca a Juan y le dice que le mostrará a la gran prostituta, con la que se han revolcado los máximos gobernantes del mundo, y que está a la orilla de los grandes mares. Una mujer que está montada sobre la primera bestia, la cual está herida y muchas de sus cabezas han muerto ya.

El consenso de esta descripción –el cual es corroborado por el mismo angel que le habla a Juan– es que, obviamente, no se trata de una mujer, sino un reino, o gobierno, en el cual la gente ha cometido un sin fin de inimaginables pecados, excesos, y barbaridades. Lo más triste es que aquí se han martirizado y matado a una gran cantidad de seguidores de Dios y de Jesús.

Estamos en la Gran Babilonia, como también se le conoce.

Pero, ¿de cuál gobierno están hablando? Muchos piensan que se trata de algo situado en New York, pues es una de las más importantes ciudades del mundo, que está junto al mar y es donde reside la Organización de las Naciones Unidas (ONU), de ahí que constantemente se mencione a reyes –o jefes de estado– de muchas naciones que se la pasan ahí.

Sin embargo, no nos dejemos engañar: puede ser cualquier otra ciudad que esté cerca de uno de los océanos. De hecho, el angel menciona que los océanos representan multitudes gigantes de pueblos y gente que se postran ante ella. Finalmente, todo esto no necesariamente tiene que ser ahora, en nuestros tiempos. Tal vez, se trate de un lugar que ahora mismo ni siquiera nos los podemos imaginar.

La caída de la gran ciudad

Poco después, Juan ve cómo baja un angel que, con una poderosa voz, clama:

¡Cayó, cayó la Gran Babilonia!

Y mucha gente, principalmente los reyes y jefes de estado, llorarán la pérdida de esta ciudad… ¡se les acabó su juego!

Y ahora, todo está listo para la llegada del Cordero para acabar con los últimos enemigos.

La boda del Cordero

Ahora, la Gloria del Cielo se vuelve a abrir y aparecerá un jinete con una corona de oro en un caballo blanco. Se trata de Jesús. Detrás de él viene un ejercito de miles de jinetes. Vienen directamente a destruir a la bestia, y a todos los que fueron marcados con su número, y al falso profeta. A estos dos últimos se les atrapa y se les arroja vivos “al lago de fuego que arde con azufre“.

Los mártires y fieles a Dios han sido resucitados y vienen a gobernar con nuestro Señor. Esta es la boda o unión de Jesús con su pueblo, con su gente. Oh, pero el resto de los muertos no ha sido resucitado aun. Sólo revivieron los perseguidos. A esa se le llama la Primera Resurrección; luego le tocará al resto.

Y finalmente, un último angel baja con una cadena gigantesca, y con ella amarra a Satanás — el dragón–, y lo arroja al abismo donde es puesto y encerrado con sellos y candados.

Pero, no por siempre.

Su castigo será por Mil Años. ¡Ay, Dios mío! O sea que ¡esto todavía no se acaba! No, aun no acaba, pues después de ese tiempo el dragón será liberado…

Apocalipsis – Parte VIII

Siete copas
By Matthias Gerung – Ottheinrich-Bibel, Bayerische Staatsbibliothek, Cgm 8010, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=6185964

Ahora tenemos la última parte de las catástrofes. Siete ángeles traen cada uno una copa y cada copa una plaga. Se ha dado la orden de que comiencen a derramarse los contenidos, uno a uno, sobre los habitantes de la Tierra:

  • Primera Copa: Todos los seguidores de la Bestia, los marcados con su número y sus adoradores, serán heridos con úlceras malignas y dolorosas.
  • Segunda Copa: El agua del mar se convertirá “como en sangre” y todo lo que haya en el perecerá.
  • Tercera Copa: Ahora, el agua de los ríos y manantiales se convertirá en sangre. No mas agua limpia para beber.
    Hay una pausa. Para que nadie piense que estos dos castigos, que afectan a todos, son injustos, se escucha una voz que dice: “Tú que eras y eres el Santo, eres justo en castigarlos de este modo, pues ellos derramaron la sangre de los santos y de los profetas, y tú les has dado a beber sangre. Bien se lo merecían“.
    Sólo una observación: imagínate que, para llegar a estos extremos de castigo, cuántos mártires habrán sido y de qué manera habrán muerto. El castigo es de acuerdo a la acción.
  • Cuarta Copa: Ahora, es el Sol el que se convertirá en el castigador, pues su calor envolverá y devorará a los habitantes del planeta. Sin embargo, lo malo es que la mayoría de la gente, en lugar de arrepentirse y pedir a Dios perdón, insultará su nombre. ¡Hasta cuándo aprenderemos!
  • Quinta Copa: El reino de la bestia se hundirá en la obscuridad, y sus habitantes se llenarán de llagas y dolor. Pero, adivina qué: la gente no se arrepentirá…
  • Sexta Copa: Las aguas del rio Éufrates se secarán. Tres espíritus malignos saldrán de las bocas de las bestias y el falso profeta para convencer a los gobernantes de la Tierra a hacer batalla contra el Hijo del Hombre en un lugar llamado Harmaguedón, o Armaggedon.
  • Séptima Copa: Se escucha una voz que dice: “Está hecho“, y a continuación se presentará el terremeto más grande que ha ocurrido en la historia de la Tierra, al grado de que los continentes de moverán, las cordilleras desaparecerán, y una gran tormenta de granizo caerá sobre el planeta.
    ¿Y los habitantes? Pues, otra vez estarán insultando a Dios por esta catástrofe. ¡Hágame usted el favor!

Ahora, Juan será testigo de la parte final de la destrucción. Pero antes conocerá a el último personaje: la Gran Prostituta.

 

Apocalipsis – Parte VII

La Mujer y el dragón
La Mujer y el dragón

Ahora que ya se llevó a cabo el Juicio de Siete Trompetas, estamos en una quieta espera del siguiente episodio. La Tierra y sus habitantes han sido castigados con muchas catástrofes humanas, naturales, y divinas; pero la Humanidad parece no entender que es hora de portarse bien y enderezar su camino.

Esto no es mas que la continuación de por qué seguimos padeciendo males, enfermedades, y demás problemas. ¡Y así ha sido por miles de años! Nomás no aprendemos…

En fin, ahora vienen a escena varias figuras que son clave en el final del Apocalipsis. Veamos quiénes son:

  • Una Mujer, vestida de blanco, con el sol en su espalda y la luna bajo sus pies, y que tiene una corona con 12 estrellas en su cabeza. Está esperando, y Juan sabe que es un niño.
  • Ahora, los malos. Primero, el gran dragón, que es Satanás, tiene siete cabezas coronadas y diez cuernos.
  • Segundo, una bestia del mar, con siete cabezas, diez cuernos, y diez coronas. Cada cabeza tiene nombre de blasfemias –malas palabras hechas para insultar a Dios–.
  • Tercero, una bestia de la tierra, con mucho semejanza a un cordero, pero con dos cuernos, cola de lobo y patas de cabra.

Los tres malos –dragón, bestia del mar y la bestia de la tierra– están en el mundo, y están llevándose a la gente, maravillándolos con proezas y milagros. Las coronas en las cabezas representan a los jefes de varias naciones. Las cabezas son los grupos que están detrás de cada gobierno.

¡Muchísimo cuidado! No nos dejemos engañar.

El dragón está a la espera de que la Mujer vaya a dar a luz a su hijo para devorarlo. Pero la Mujer es ayudada a escapar y es puesta a salvo. El dragón se enfurece por este episodio y comienza a perseguir y atacar a todos los creyentes de Dios y su Hijo. ¡Está super furioso! Y su ira será despiadada.

Guerra en el Cielo

Pero no todo el problema está en la Tierra, ahora sabemos que la destrucción y la guerra del bien y el mal ¡también se están dando en el cielo! Ahora si la cosa se puso fea, pues si en el Cielo no hay resguardo, ¿para dónde correr? Afortunadamente, el Arcángel Miguel logra vencer al dragón y, finalmente, lo expulsa del Cielo.

Recuerda que en muchos episodios de la Biblia se habla que el diablo frecuentemente está frente a Dios, le habla y recibe instrucciones. Pero ahora, se le han cerrado las puertas para siempre.

En su derrota, enfoca su ira en destruir a la Mujer y su hijo, por lo que viene a Tierra a seguir su misión. Por ahora, dejará a sus dos monstruos que se hagan cargo de la Humanidad, esto por un período de 42 meses.

La bestia del mar

Una de las cabezas de la bestia del mar es herida, pero le sana. Ante este suceso, muchos habitantes de la Tierra quedan admirados y ofrecen alabanzas a la bestia. Este monstruo comienza a perseguir a los Cristianos y, desafortunadamente, muchos de ellos mueren.

La bestia de la tierra

Este monstruo, sana a la cabeza herida de la bestia del mar, y ordena a todos los habitantes de la Tierra a hacerle imágenes, ofrendas, y alabazas. Realiza muchos eventos maravillosos, incluso se habla de que hace hablar a una estatua. Esto les da más fuerza. Finalmente, ordena a todos que se marquen el famoso número de la bestia 666. Nadie podrá hacer nada sin este número.

Un dato curioso: ¿Sabías que el número 666 NO nos es mencionado por primera vez en el Apocalipsis? Cuando el Rey Salomón se dejó conquistar por La Reina del Sur –nada que ver con Kate del Castillo–, la reina de Sabá, le entregó 666 talentos de oro. Otros estudiosos mencionan que el Rey cobraba 666 talentos de oro cada año como impuesto. Por todo esto, se dice que Salomón fue en realidad la primera bestia. Nada comprobado, pero nos deja pensando…

Se prepara una nueva lucha

¡Oh! ¡Pero no todo está perdido, pues Jesús está a lo alto del monte Zión con los 144,000 que están listos para atacar y destruir a las bestias y a los que están marcados con su número!

El Cielo se abre otra vez y comienzan a bajar ángeles. Claman por el arrepentimeinto y alabanzas al verdadero Dios. Están advirtiendo que los que adoren a la bestia y se dejen marcar, sufrirán la ira de Dios.

Después de un tiempo bajarán otros siete ángeles con copas. En ellas traen las últimas siete catástrofes para los habitantes de la Tierra.

El final ahora sí está cerca.

 

 

Apocalipsis – Parte VI

Siete Angeles y Sus Trompetas
By Auftraggeber: Otto III. oder Heinrich II. – Bamberger Apokalypse Folio 19 verso, Bamberg, Staatsbibliothek, MS A. II. 42, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=609014

Hablábamos en el capítulo anterior que, después de la apertura de los siete sellos se anunciaba la llegada de siete ángeles, cada uno con una trompeta, que estaban listos para anunciar diferentes castigos sobre la humanidad.

A estas alturas, los fieles a Dios y a Jesús, ya han sido marcados para que no mueran o sufran daño. Así que todo está listo para la purificación de la raza humana. Y no va a ser suavecita, sino que va a ser dolorosa.

  • Primera Trompeta: Una lluvia de granizo y fuego mezclados con sangre caerá sobre la Tierra. ¿Estará Juan siendo testigo de una lluvia de meteoritos que, al entrar a la atmósfera, se incendian y quedan reducidos al tamaño de granizo? La destrucción alcanzará un tercio de las areas verdes del mundo.
  • Segunda Trompeta: Esta es una de mis favoritas descripciones de un asteroide. Juan menciona “algo que parece como una montaña, ardiendo en fuego, caerá del cielo sobre el océano matando un tercio de los animales del mar y de las naves y botes“.
  • Tercera Trompeta: Otro asteroide, ahora llamado “Ajenjo” caerá sobre los manantiales y fuentes de agua dulce. El agua potable se volverá amarga y matará a mucha gente.
  • Cuarta Trompeta: Cualquier evento tan catastrófico como el impacto de asteroides, traerá como consecuencia la liberación de polvo y tierra en cantidades inimaginables a la atmósfera. Eso precisamente anuncia este trompeta: el cielo se obscurecerá, disminuyendo la luminosidad del día y de la noche en un tercio. En qué se traduce esto: en la muerte de plantas, y por consiguiente, en la muerte de ganado y animales, … y luego de la gente por la falta de comida.
  • Quinta Trompeta: Como si los eventos anteriores no hubieran causado suficiente sufrimiento, la Quinta Trompeta presenta la primera Plaga: millones de langostas, con cabezas como de humanos, pero con corazón de hierro –o sea, que no tendrán compasión– atacarán a la humanidad al grado de que los hombre pedirán la muerte… “pero la muerte no llegará”.
    ¿De dónde viene esta plaga? Cuando cayó el primer asteroide (segunda trompeta) liberó a esta marabunta desde los abismos del planeta. Pero, aquí hay algo interesante: muchos estudiosos mencionan que no serán langostas, literalmente hablando, sino un ejercito de humanos que se está gestando en el medio oriente, listo para surgir y pelear cuando las demás naciones estén confundidas tratando de sobrevivir las catástrofes previamente mencionadas. Por cierto, su líder se llama “Destrucción“.
    ¿Te suena familiar todo este escenario?
  • Sexta Trompeta: Pues ahora si viene un ejercito demás de 200 millones de hombres a caballo que acabaran con un tercio de la humanidad. Nadie los espera, ¡y mucho menos en esa cantidad tan inmensa! Esta catástrofe viene acompañada de una segunda plaga: la tierra es bañada en fuego, humo y azufre.Ahora viene un intermedio. Juan nos dice que, a pesar de todos estos acontecimiento, los sobrevivientes seguían entregados a sus brujerías, vidas desenfrenadas, excesos, robos, etc. A todo lo malo, pero principalmente a la adoración de falsos ídolos de oro y bronze; todo a pesar de lo que les estaba pasando.Juan menciona la llegada de un ángel formidable, que lleva en sus manos un librito, y que cuando se posa en la Tierra se escucharán siete voces como truenos con mensajes secretos. Juan está a punto de escribir esos mensajes, pero se le ordena que no lo haga. Son secretos. El librito del ángel también está lleno de estos secretos y misterios, Juan los ve y luego es ordenado que se coma al librito para que no quede huella. El libro es dulce, pero amargo al estómago.

    Ahora si viene la última trompeta.

  • Séptima Trompeta: El Templo de Dios se abre en el Cielo, y el Arca de la Alianza se puede ver en su interior. Esta es una vista magnífica, que –después de todo el sufrimiento, muerte, y dolor– es un indicio de las cosas buenas que están por venir. Aun hay esperanza.

Pero para lo bueno, todavía falta un trecho más de dolor.