Esta es una pregunta muy frecuente: si me dieron el misal del dÃa, ¿debo estar leyendo el libro o debo prestar toda mi atención a lo que está diciendo el sacerdote o el lector?
Anteriormente, se pedÃa –o más bien, casi se exigÃa– a la gente que asistÃa a misa que prestaran la atención debida al lector, usualmente el sacerdote, pues esto era una muestra de respeto y era más efectivo para recordar de lo que se habló en la ceremonia.
Además, en muchos pueblos, la mayorÃa de la gente no sabÃa leer, asà que no quedaba de otra mas que escuchar y poner atención.
Afortunadamente, esto ha cambiado y ahora la mayorÃa de los asistentes a misa saben leer.
A pesar de esto, en muchos lugares se insiste en poner atención al lector, y sólo ver el libro cuando no se haya escuchado bien alguna parte o se quiera re-leer algún pasaje. En muchas ocasiones, los lectores tienden a hacer su trabajo con elocuencia y potencia, por lo que no hace necesario a los presentes en voltear a ver el libro.
Sin embargo, las misas están evolucionando mucho, y durante la ceremonia ocurren muchas distracciones. Es por eso que, últimamente, se ha empezado a ser más flexible en el uso del libro como una herramienta de más apoyo para entender a conciencia la palabra de Dios.
Al final, si te parece que vas a recordar mejor la palabra mientras escuchas al lector y lees al mismo tiempo… ¡pues, adelante!