Evangelio según San juan 19, 25-27
En aquel tiempo, junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, MarÃa la de Cleofás, y MarÃa Magdalena.
Al ver a su madre y junto a ella al discÃpulo que tanto querÃa, Jesús dijo a su madre:
“Mujer, ahà está tu hijo”.
Luego dijo al discÃpulo:
“Ahà está tu madre”.
Y desde entonces el discÃpulo se la llevó a vivir con él.
Primera Carta del Apostol San Pablo a los Corintios 15, 1-11
Hermanos: Les recuerdo el Evangelio que yo les prediqué y que ustedes aceptaron y en el cual están firmes. Este Evangelio los salvará, si lo cumplen tal y como yo lo prediqué. De otro modo, habrán creÃdo en vano.
Les transmitÃ, ante todo, lo que yo mismo recibÃ: que Cristo murió por nuestros pecados, como dicen las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer dÃa, según estaba escrito; que se le apareció a Pedro y luego a los Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos reunidos, la mayorÃa de los cuales vive aún y otros ya murieron. Más tarde se le apareció a Santiago y luego a todos los apóstoles.
Finalmente, se me apareció también a mÃ, que soy como un aborto. Porque yo perseguà a la Iglesia de Dios y por eso soy el último de los apóstoles e indigno de llamarme apóstol. Sin embargo, por la gracia de Dios, soy lo que soy, y su gracia no ha sido estéril en mÃ; al contrario, he trabajado más que todos ellos, aunque no he sido yo, sino la gracia de Dios, que está conmigo. De cualquier manera, sea yo, sean ellos, esto es lo que nosotros predicamos y esto mismo lo que ustedes han creÃdo.