
Hechos 14, 19-28
En aquellos dÃas, llegaron a Listra, procedentes de AntioquÃa y de Iconio, unos judÃos, que se ganaron a la multitud y apedrearon a Pablo; lo dieron por muerto y lo arrastraron fuera de la ciudad. Cuando lo rodearon los discÃpulos, Pablo se levantó y regresó a la ciudad. Pero al dÃa siguiente, salió con Bernabé hacia Derbe.
Después de predicar el Evangelio y de hacer muchos discÃpulos en aquella ciudad, volvieron a Listra, Iconio y AntioquÃa, y ahà animaban a los discÃpulos y los exhortaban a perseverar en la fe, diciéndoles que hay que pasar por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios. En cada comunidad designaban presbÃteros, y con oraciones y ayunos los encomendaban al Señor, en quien habÃan creÃdo.
Atravesaron luego Pisidia y llegaron a Panfilia; predicaron en Perge y llegaron a AtalÃa. De allà se embarcaron para AntioquÃa, de donde habÃan salido, con la gracia de Dios, para la misión que acababan de cumplir.
Al llegar, reunieron a la comunidad y les contaron lo que habÃa hecho Dios por medio de ellos y cómo les habÃa abierto a los paganos las puertas de la fe. Ahà se quedaron bastante tiempo con los discÃpulos.