
Primera Carta a Timoteo 1, 15-17
Hermano: Puedes fiarte de lo que voy a decirte y aceptarlo sin reservas: que Cristo Jesús vino a este mundo a salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. Pero Cristo Jesús me perdonó, para que fuera yo el primero en quien Él manifestara toda su generosidad y sirviera yo de ejemplo a los que habrÃan de creer en él, para obtener la vida eterna.
Al rey eterno, inmortal, invisible, único Dios, honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.