Hoy es el segundo domingo de Adviento, el tiempo de preparación para la llegada de Dios al mundo, y el Evangelio de San Marcos de esta semana nos habla de la llegada de San Juan Bautista previo a Jesús.
San Juan, considerado como el último profeta, vino a preparar el camino para Cristo pidiéndole a la gente que se confesara, se arrepintiera y se bautizara.
Este es el principio del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. En el libro del profeta IsaÃas está escrito: “He aquà que yo envÃo a mi mensajero delante de ti, a preparar tu camino. Voz del que clama en el desierto: ‘Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos'”.
En cumplimiento de esto, apareció en el desierto Juan el Bautista predicando un bautismo de arrepentimiento, para el perdón de los pecados. A él acudÃan de toda la comarca de Judea y muchos habitantes de Jerusalén; reconocÃan sus pecados y el los bautizaba en el Jordán.
Juan usaba un vestido de pelo de camello, ceñido con un cinturón de cuero y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Proclamaba: “Ya viene detrás de mà uno que es más poderoso que yo, uno ante quien no merezco ni siquiera inclinarme para desatarle la correa de sus sandalias. Yo les he bautizado a ustedes con agua, pero el los bautizará con el EspÃritu Santo”.
El tiempo de Juan, también era tiempo de Adviento.
En este tiempo, para nosotros, también estemos preparados para volver a recibir a Jesús en nuestros corazones.