
Miqueas
Miq 2, 1-5
¡Ay de aquellos que planean injusticias,
que traman el mal durante la noche
y al despuntar la mañana, lo ejecutan,
porque son gente poderosa!
Codician los campos y los roban,
codician las casas y las usurpan,
violando todos los derechos
arruinan al hombre y lo despojan de su herencia.
Por eso dice el Señor:
“Estoy planeando contra esta gente
una serie de calamidades
de las que no podrán escapar.
Entonces ya no caminarán con altivez,
porque será un tiempo de desgracias.
Aquel dÃa, la gente se burlará de ellos
y les cantará un triste canto:
Nos han despojado de todo
y se han repartido nuestras tierras;
se han apoderado de nuestra herencia
y no hay quien nos la devuelva”.
Por eso dice el Señor:
“Cuando la asamblea del pueblo
distribuya nuevamente las tierras,
no habrá parte para ellos”.
Dios ha reconciliado consigo al mundo, por medio de Cristo, y nos ha encomendado a nosotros el mensaje de la reconciliación.
Evangelio según San Mateo
Mt 12, 14-21
En aquel tiempo, los fariseos se confabularon contra Jesús para acabar con Él. Al saberlo, Jesús se retiró de ahÃ. Muchos lo siguieron y Él curó a todos los enfermos y les mandó enérgicamente que no lo publicaran, para que se cumplieran las palabras del profeta IsaÃas:
Miren a mi siervo, a quien sostengo;
a mi elegido, en quien tengo mis complacencias.
En Él he puesto mi EspÃritu,
para que haga brillar la justicia sobre las naciones.
No gritará ni clamará,
no hará oÃr su voz en las plazas,
no romperá la caña resquebrajada,
ni apagará la mecha que aún humea,
hasta que haga triunfar la justicia sobre la tierra;
y en Él pondrán todas las naciones su esperanza.