¡Bendito sea Dios, que cumplió su promesa de Salvación para todos!
¡Bendito Jesús, que se entregó en sacrificio por todos nosotros!
Hoy es el dÃa más grande de la historia humana. Todas las profecÃas de las que hablaron los profetas del antiguo testamento se han cumplido: Jesús ha vencido a la muerte, pues después de todo el martirio que sufrió durante la Pasión, y después de la crucifixión, su cuerpo murió.
Jesús experimentó dolor, angustia, miedo y finalmente la muerte. Todo este sacrificio fue para borrar la mancha del pecado de Adán y darnos a todos la oportunidad de la Salvación y la Vida Eterna.
Y al tercer dÃa resucitó.
Y EL primer dÃa de la semana, MarÃa Magdalena vino de mañana, siendo aún obscuro, al sepulcro; y vió la piedra quitada del sepulcro.
Entonces corrió, y vino á Simón Pedro, y al otro discÃpulo, al cual amaba Jesús, y les dice: Han llevado al Señor del sepulcro, y no sabemos dónde le han puesto.
Y salió Pedro, y el otro discÃpulo, y vinieron al sepulcro.
Y corrÃan los dos juntos; mas el otro discÃpulo corrió más presto que Pedro, y llegó primero al sepulcro.
Y bajándose á mirar, vió los lienzos echados; mas no entró.
Llegó luego Simón Pedro siguiéndole, y entró en el sepulcro, y vió los lienzos echados,
Y el sudario, que habÃa estado sobre su cabeza, no puesto con los lienzos, sino envuelto en un lugar aparte.
Y entonces entró también el otro discÃpulo, que habÃa venido primero al sepulcro, y vió, y creyó.
Porque aún no sabÃan la Escritura, que era necesario que Él resucitase de los muertos.
Juan 20, 1-9