Todas las culturas antiguas ofrecÃan sacrificios de animales a sus dioses. Hablemos de la JudÃa por ser la antecesora del cristianismo, y cómo establecieron una jerarquÃa de acuerdo a las posibilidades de cada quien.
En primer lugar, todos tenÃan que pagar; no importaba si eras pobre o el más rico de todos. Era responsabilidad de todos mantener al templo y a los sacerdotes.
La cuestión era que se tenÃa que llevar al animal al templo, y ahà se le degollaba en honor a Dios como ofrenda a Dios y en respuesta por todos los pecados de la familia. Se dejaba correr la sangre por una venida y el resto del cuerpo se inmolaba. Checa lo que dijimos hace tiempo del sacrificio del macho cabrÃo.
Esta es la jerarquÃa de los sacrificios:
- Ternera: el que tenÃa más dinero.
- Cabra: Los medianos altos.
- Cordero: Los que tenÃan poco dinero, pero les sobraba algo.
- Tórtola: La gente pobre.
- Pichón: Los más pobres.
¿A qué viene todo esto? Cuando Jesús fue llevado al templo para ser presentado, su familia tuvo que comprar un animalito para ofrecerlo en sacrificio.
La Sagrada Familia compró… un par de pichones.
El ejemplo más grande de humildad.