Hoy celebramos la venida del EspÃritu Santo y el verdadero inicio de la Cristiandad. Después de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, los discÃpulos han pasado varias semanas encerrados y a obscuras en diversos lugares de Jerusalén y sus alrededores, pues los judÃos andan detrás de ellos para acabarlos y callar de una vez por todas con el “mito de Jesús“.
Dice el Libro de los Hechos de los Apóstoles:
“El dÃa de Pentecostés, todos los discÃpulos estaban reunidos en un mismo lugar. De repente se oyó un gran ruido que venÃa del cielo, como cuando sopla un viento fuerte, que resonó por toda la casa donde se encontraban. Entonces, aparecieron lenguas de fuego que se distribuyeron y posaron sobre ellos: se llenaron todos del EspÃritu Santo y empezaron a hablar en otros idiomas, según el EspÃritu los inducÃa a expresarse”.
Esta es una narración con base histórica. Primero, ¿Qué significa Pentecostés? El término viene del griego que significa 50, y se refiere a que han pasado 50 dÃas después del Domingo de Pascua. Este dÃa lo celebraban judÃos de muchas partes del mundo conocido hasta entonces, y por lo tanto se encontraban en la ciudad sagrada de Jerusalén.
HabÃa judÃos griegos, mesopotámicos, capadocios, egipcios, y de muchas otras partes. Pero el festival que se celebraba era tan grande que enormes cantidades de personas de otras religiones y nacionalidades se reunÃan para aprovechar la celebración y hacer comercio.
ContÃnua la narración:
“En esos dÃas habÃa judÃos devotos, venidos de todas partes del mundo. Al oÃr el ruido, acudieron en masa y quedaron desconcertados, porque cada uno los oÃa hablar en su propio idioma.
“Atónitos y llenos de admiración, preguntaban: ´¿No son galileos todos estos que están hablando? ¿Cómo pues, los oÃmos hablar en nuestra lengua nativa?”.
El viento de la narración representa la presencia de Dios, en persona del EspÃritu Santo, que se mueve para despertar el movimiento que se estaba durmiendo –por temor y desconcierto. El fuego representa calor, entusiasmo y amor. A partir de ese momento, el Cristianismo no se puede detener mas.
Los discÃpulos recibieron una verdadera inyección de ánimo, fuerza y valor. No hay mas excusas para no expander la Palabra de Dios. Pero también les abrió los ojos, el corazón y la mente. Ahora sÃ, todas las parábolas y mensajes de Jesús –que habÃan sido difÃciles de entender– por fin tenÃan sentido.
DÃas antes, cuando Jesús se les apareció en otra de las ocasiones, y les sopló, les dijo:
“Aún tengo muchas cosas qué decirles, pero todavÃa no las pueden comprender. Pero, cuando venga el EspÃritu de la verdad, él los irá guiando hasta la verdad plena, porque no hablará por su cuenta, sino que dirá lo que haya oÃdo y les anunciará las cosas que van a suceder”.
En Pentecostés, ese mensaje finalmente tenÃa todo sentido.
Recordemos en nuestro corazón que, una vez que el EspÃritu Santo…
- Es mas fuerte que nuestra indiferencia.
- Es mas fuerte que nuestro desgano.
- Es mas fuerte que nuestros pecados.
- Es mas fuerte que nuestros miedos.
- Es mas fuerte que los enemigos de nuestra alma.
- Es mas fuerte que cualquiera de nosotros.
- Y nos une, es una misma fé con nuestro Señor.