Carta del Apostol San Pablo a los Romanos
Rom 11, 30-36
Hermanos: Asà como ustedes antes eran rebeldes contra Dios y ahora han alcanzado su misericordia con ocasión de la rebeldÃa de los judÃos, en la misma forma, los judÃos, que ahora son los rebeldes y que fueron la ocasión de que ustedes alcanzaran la misericordia de Dios, también ellos la alcanzarán. En efecto, Dios ha permitido que todos cayéramos en la rebeldÃa, para manifestarnos a todos su misericordia.
¡Qué inmensa y rica es la sabidurÃa y la ciencia de Dios! ¡Qué impenetrables son sus designios e incomprensibles sus caminos! ¿Quién ha conocido jamás el pensamiento del Señor o ha llegado a ser su consejero? ¿Quién ha podido darle algo primero, para que Dios se lo tenga que pagar? En efecto, todo proviene de Dios, todo ha sido hecho por Él y todo está orientado hacia Él. A Él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Si se mantienen fieles a mi palabra, dice el Señor, serán verdaderamente discÃpulos mÃos
y conocerán la verdad.
Evangelio según San Lucas
Lc 14, 12-14
En aquel tiempo, Jesús dijo al jefe de los fariseos que lo habÃa invitado a comer:
“Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque puede ser que ellos te inviten a su vez, y con eso quedarÃas recompensado.
Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los cojos y a los ciegos; y asà serás dichoso, porque ellos no tienen con qué pagarte; pero ya se te pagará, cuando resuciten los justos”.