Cosas abominables son el rencor y la cólera

 

Ira durante una protesta
“Ira durante una protesta” por <a href=”https://en.wikipedia.org/wiki/en:David_Shankbone” class=”extiw” title=”w:en:David Shankbone”>David Shankbone</a> – <span class=”int-own-work” lang=”en”>Own work</span>, CC BY-SA 3.0, Link

El domingo pasado hablamos de la ingratitud del mal empleado que, después de recibir la misericordia de su rey, no mostro la misma piedad contra otra persona que le debía menos.
Y por eso recibió su castigo, bien merecido, por cierto.
De las lecturas del domingo, la primera es del libro del Eclesiástico, y nos trae un mensaje relacionado con lo escrito líneas arriba:

“Cosas abominables son el rencor y la cólera; sin embargo, el pecador se aferra a ellas. El Señor se vengará del vengativo y llevará rigurosa cuenta de sus pecados.
Perdona la ofensa de tu prójimo, y así, cuando pidas perdón, se te perdonarán tus pecados. Si un hombre guarga rencor a otro, ¿le puede acaso pedir la salud al Señor?
El que no tiene compasión de su semejante, ¿cómo pide perdón de sus pecados? Cuando el hombre que guarda rencor pide a Dios el perdón de sus pecados, ¿hallará quién interceda por él?
Piensa en tu fin y deja de odiar, piensa en la corrupción del sepulcro y guarda los mandamientos.
Ten presentes los mandamientos y no guardes rencor a tu prójimo. Recuerda la Alianza del Altísimo y pasa por alto las ofensas”.