Esta semana hablamos de la importancia de la familia en la sociedad en las lecturas de este pasado domingo. Tratamos de la unión en pareja de un hombre y una mujer. Pero, ¿Qué sucede con las propuestas de matrimonio entre parejas del mismo sexo?
Sin duda, para los católicos y los cristianos este es uno de los temas más espinozos, pues cualquier postura siempre será atacada por los simpatizantes del grupo contrario. Vamos a hacer un intento hoy y empezamos con un ejemplo muy cercano a mÃ.
Yo tuve un par de amigos que eran de clase económica sumamente elevada. Sus familias era reconocidas en mi ciudad y uno de ellos alcanzó reconocimiento a nivel nacional como escritor. Su pareja, de su mismo sexo, era el encargado de manejar sus negocios y darle el apoyo en todas sus actividades. La familia del escritor siempre estuvo molesta de su relación, y constantemente le exigÃa que la terminara. Por su parte, la familia de la pareja del escritor lo desconoció completamente y le cerró las puertas para siempre.
Un dÃa, el escritor cedió a las presiones de su familia y abandonó a su pareja. Obviamente, como no estaban casados no existÃa ninguna protección legal para el otro automáticamente quedó en la calle, y los resultados finales fueron trágicos.
Esto sin duda no es justo y debió existir algún recurso para proteger a la pareja. Pero no lo hubo.
Aquà debemos aceptar que una idea de reconocer matrimonio civil o unión de pareja es una solución a casos como el anterior, que se repiten dÃa con dÃa.
Pero, matrimonio religioso es muy diferente.
El matrimonio civil está basado en las leyes civiles. El matrimonio religioso está basado en los preceptos y la tradición de fé de la diferentes religiones. Ambos son importantes y ambos deben respetarse en sus bases y elementos. De ninguna manera debe someterse a las instituciones religiosas a ejercer un procedimiento que está en contra de sus principios. De la misma forma, los sacerdotes nunca exigirán a los tribunales que se apedreé a una mujer por causas de sospecha de infidelidad, pues esto está en contra de las leyes civiles.
Cada concepto de matrimonio debe respetarse en su respectivo enfoque y someterse a los lineamientos de cada grupo, ya sea civil o religioso.
Al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios.