Preciosas lecciones en este dÃa. Conocerémos como se instituye la misa con púlpito, Pablo regañará suavemente a la gente, y Lucas vuelve a detallar históricamente la vida de Jesús.
En la primera Lectura, NehemÃas explica cómo Esdrás, un sumo sacerdote, pone un estrado de madera y sube a el. Luego le enseña al pueblo reunido el Libro de la Ley y lo comienza a leer. Los levitas explican lo que dice el libro y el pueblo se emociona hasta las lágrimas. Al ver esta conmovedora escena, el gobernador y los sacardotes le dicen al pueblo: “Este es un dÃa consagrado al Señor, alégrense, coman espléndidamente, tomen bebidas dulces y compartan con los que no tienen. No estén tristes, porque celebrar al Señor es nuestra Fuerza“.
Salmo del dÃa: Tus plabras Señor son espÃritu y vida. Salmo 18, 8, 9, 10, 15.
La segunda lectura nos muestra a Pablo regañando suavemente al pueblo que empezaba a tener divisiones por envidias y el clásico “Yo soy más importante que tú”. Pablo utilizará la anécdota de cómo los miembros del cuerpo no pueden vivir unos sin los otros (El pie no puede decirle al ojo no te necesito). Luego establece claramente la jerarquÃa de la Iglesia.
Finalmente, después de un par de semanas, volvemos a tomar el Evangelio de San Lucas. Hablábamos antes (haz click aquÃ) de que Lucas no convivió con Jesús. Él es un médico, que es extremadamente ordenado y sigue un modelo riguroso de investigación. Hoy nos habla de cómo Jesús entro en el templo en el sábado, leyó uno de los royos de las escrituras, y solemnemente declara: “Hoy mismo se cumple este pasaje de la Escritura que acaban de oÃr”. ¿De qué se trataba?
El EspÃritu del Señor está sobre mÃ.