Este es un Doming muy especial, pues está dedicado a los Profetas y sus dones.
El Libro de JeremÃas, en la primera lectura, nos habla de cómo fue su consagración como Profeta de Dios. Desde que estaba en el vientre de su madre, Nuestro Señor ya lo habÃa seleccionado y marcado para llevar la palabra incluso a los lugares más peligrosos.
Mi boca anunciará tu salvación, Señor.
Salmo 70
En la segunda lectura, escuchamos la primera carta de San Pablo a los corintios, y nos eteramos de una de las más hermosas verdades fundamentales del Cristianismo:
El amor es comprensivo, el amor es servicial y no tiene evidia; el amor no es presumido ni se envaneceñ no es grosero ni egoÃsta; no se irrita ni guarda rencor; no se alegra con la injusticia, sino que goza con la verdad. El amor disculpa sin limites, confÃa sin lÃmites, espera sin lÃmites, soporta sin limites.
¡Ah, qué lección para todos aquellos que dudan de la palabra de Dios!
Finalmente, en el Evangelio de San Lucas (4,21-30), nos enteramos de que nadie es profeta en su tierra, y para demostrar esta afirmación leemos que hasta el mismo Jesús es casi tirado a despeñadero cuando en su enseñanza toca una de los más delicados nervios de la gente de Galilea, su región natal.