El dÃa de hoy se nos habla del inicio del apostolado de Pedro. Pedro era un pescador que estaba trabajando con sus compañeros y desde hacia algún tiempo habÃa estado escuchando al nuevo “predicador que anda dando muchos mensajes en las aldeas cercanas”, o sea Jesús. Es en este episodio que leemos que Pedro y sus amigos llevan a Jesús por el lago de Genesaret ayudándole con la prédica.
Es interesante el solo pensar que Jesús decide usar las barcas para poder hacer llegar su mensaje a mas gente, la cual ya estaba comenzando a acumularse.
Después de que acabar, Jesús le pide a Pedro que vayan mar adentro y que tiren las redes. Pedro le dice que ellos ya habÃan intentado pescar en esa misma are en la mañana de ese mismo dÃa, pero que confiando en Él, hará lo que pide.
Y la sorpresa de que ahora las redes salen repletas de peces. Es necesario llamar a otras barcas para que ayuden con la pesca.
Pedro cae a los pies de Jesús y le dice: “¡Apártate de mà Señor, porque soy un pecador!”. Y es que Pedro está asombrado. Para nosotros, hoy en dÃa, nos resulta poco impresionante tal evento. Sin embargo, tenemos que pensar el lo siguiente:
Como Jesús escogió a los pescadores. El milagro tenÃa que ser adecuado a su entendimiento y a su condición. Lucas, el narrador de este episodio, es cuidadoso al mencionar que Pedro suavemente le recuerda a Jesús que ellos ya habÃan intentado pesar en el lago en la mañana. Como buen pescador sabe que no es probable que los peces estén ahÃ.
Nosotros hemos escuchado esta historia por muchos años, al grado que nos nos impresiona. Pero pensemos que para Pedro y su gente esta es la primera vez que ven esto.
Finalmente, la reacción de Pedro ante el milagro es la de verdadera humildad: caer a los pies de Jesús, reconocer su propia condición humana, y sentirse lo más pequeñito posible ante el Hijo de Dios.
Pero Jesús no se vanagloria de Pedro que está en el piso. Lo levanta y le dice a él y a su gente: “No temas; desde ahora serás pescador de hombres”.
Luego llevaron las barcas a tierra, y dejándolo todo, lo siguieron. Ojo: no dice que los pescadores hayan ido corriendo a avisarles a sus familias que luego volvÃan; tampoco dice que buscaron compradores para tanto pescado que encontraron; y mucho menos dice que se hayan puesto a discutir lo que pasó y si deberÃan seguir a Jesús o no.
Dejándolo todo, lo siguieron