
Hoy es el quinto domingo de Pascua, y en las lecturas escuchamos primero a Pedro, en una de sus pocas cartas, que nos trae un bello mensaje de esperanza.
Recordemos que Simón Pedro se ha caracterizado por ser el “más humano” de los apóstoles: el que se asustó con Jesús; al que regañó Jesús varias veces por “no saber lo que decÃa“; el que explotaba enojado; y el que lo negó tres veces, entre otras acciones. Tal vez por esa huminidad, Jesús lo convirtió en el guardian de la puerta celestial y le entregó las llaves del cielo.
Y con todo eso, es Pedro mismo quien nos dice hoy:
“Ustedes, [por el contrario], son estirpe elegida, sacerdocio real, nación consagrada a Dios y pueblo de su propiedad, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable”.
Y en el Evangelio de San Juan, escuchamos un mensaje similar, que nos recuerda nuestra naturaleza cercana a Dios:
“En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discÃpulos: ‘No pierdan la paz. Si creen en Dios, crean también en mÃ. En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones. Si no fuera asÃ, yo se lo habrÃa dicho a ustedes, porque voy a prepararles un lugar. Cuando me vaya y les prepare un sitio, volveré y los llevaré conmigo, para que donde yo esté, estén también ustedes. Y ya saben el camino para llegar al lugar donde voy’.
“Entonces Tomás le dijo: ‘Señor, no sabemos a dónde vas ¿cómo podemos saber el camino?’ Jesús le respondió: ‘Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre si no es por mÃ. Si ustedes me conocen a mÃ, conocen también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto’.
“Le dijo Felipe: ‘Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta’. Jesús le replicó: ‘Felipe, tanto tiempo hace que estoy con ustedes, ¿y todavÃa no me conoces? Quien me ha visto a mÃ, ha visto al Padre. ¿Entonces por qué dices: muéstranos al Padre? ¿O no crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mÃ? Las palabras que yo les digo no las digo por mi propia cuenta. Es el Padre, que permanece en mÃ, quien hace las obras. Créanme: Yo estoy el en Padre y el Padre está en mÃ. Si no me dan fe a mÃ, créanlo por las obras. Yo les aseguro: el que crea en mÃ, hará las obras que hago yo y las hará aún mayores, porque yo me voy al Padre'”.
AsÃ, Jesús nos lo dijo tres veces que El está en Nuestro Dios, y Nuestro Dios está en Jesús. Dos personas, un solo Dios.