Crédito de la Imagen: Jesús y sus discÃpulos, por James Tissot – Public Domain, Link
Carta del Apostol San Pablo a los Gálatas
Gal 3, 1-5
¡Insensatos gálatas! ¿Quién los ha ofuscado para que no le hagan caso a la verdad, siendo asà que les hemos presentado vivamente a Jesucristo clavado en la cruz?
Sólo quiero preguntarles una cosa: ¿Han recibido el EspÃritu Santo por haber hecho lo que manda la ley de Moisés o por haber creÃdo en el Evangelio? ¿Tan insensatos son ustedes, que, habiendo comenzado movidos por el EspÃritu, quieren terminar haciendo obras meramente humanas? ¿Han recibido en vano tantos favores? Espero que no.
Vamos a ver: cuando Dios les comunica el EspÃritu Santo y obra prodigios en ustedes, ¿lo hace porque ustedes han cumplido lo que manda la ley de Moisés, o porque han creÃdo en el Evangelio?
Lucas 1
Bendito sea el Señor, Dios de Israel.
El Señor ha hecho surgir en favor nuestro
un poderoso salvador en la casa de David su siervo.
Asà lo habÃa anunciado desde antiguo,
por poca de sus santos profetas.
Bendito sea el Señor, Dios de Israel.
Anunció que nos salvarÃa de nuestros enemigos
y de las manos de todos los que nos aborrecen,
para mostrar su misericordia a nuestros padres,
y acordarse de su santa alianza.
Bendito sea el Señor, Dios de Israel.
El Señor juró a nuestro padre Abraham
concedernos que, libres ya de nuestros enemigos,
le sirvamos sin temor, en santidad y justicia,
delante de él, todos los dÃas de nuestra vida.
Bendito sea el Señor, Dios de Israel.
Evangelio según San Lucas
Lc 11, 5-13
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discÃpulos:
“Supongan que alguno de ustedes tiene un amigo que viene a medianoche a decirle: ‘Préstame, por favor, tres panes, pues un amigo mÃo ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle’. Pero él le responde desde dentro: ‘No me molestes. No puedo levantarme a dártelos, porque la puerta ya está cerrada y mis hijos y yo estamos acostados’. Si el otro sigue tocando, yo les aseguro que, aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo, por su molesta insistencia, sà se levantará y le dará cuanto necesite.
Asà también les digo a ustedes: Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, toquen y se les abrirá. Porque quien pide, recibe; quien busca, encuentra y al que toca, se le abre. ¿Habrá entre ustedes algún padre que, cuando su hijo le pida pan, le dé una piedra? ¿O cuando le pida pescado, le dé una vÃbora? ¿O cuando le pida huevo, le dé un alacrán?
Pues, si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más el Padre celestial les dará el EspÃritu Santo a quienes se lo pidan?’’
