Dice San Pablo en su primera carta a los corintios:
“Asà como el cuerpo es uno y tiene muchos miembros y todos ellos, a pesar de ser muchos, forman un solo cuerpo, asà también es Cristo. Porque todos nosotros, seamos judÃos y no judÃos, esclavos o libres, hemos sido bautizados en un mismo EspÃritu, para formar un solo cuerpo, y a todos se nos ha dado de beber el mismo EspÃritu.
“El cuerpo no se compone de un sólo miembro, sino de muchos. Si el pie dijera: ´No soy mano, entonces no formo parte del cuerpo´, ¿dejarÃa por eso de ser parte del cuerpo? Y si el oÃdo dijera: ´Puesto que no soy ojo, no soy parte del cuerpo´, ¿dejarÃa por eso de ser parte del cuerpo? Si todo el cuerpo fuero ojo, ¿con qué oirÃamos? y si todo el cuerpo fuera oido, ¿con qué olerÃamos? Ahora bien, Dios ha puesto los miembros del cuerpo cada uno en su lugar, según lo quiso. Si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estarÃa el cuerpo?
“Cierto que los miembros son muchos, pero el cuerpo es uno sólo”.