El dÃa de hoy seguimos en la misma lÃnea del llamado de Dios y cómo es que no debemos ignorarlo. La semana pasada escuchábamos cómo Samuel era llamado por el Señor, pero no sabÃa qué era lo que estaba pasando. Gracias a su mentor, ElÃ, comprendió cómo debÃa poner atención al llamado.
Esta semana, en la primera lectura, tenemos al profeta Jonás, quien en un momento tuvo miedo de seguir las órdenes de Dios de ir a predicar a la ciudad de NÃnive (¿Has escuchado el episodio de cuando Jonás fue comido por una ballena? pues fue por haberse rehusado la primera vez a predicar en este pueblo, pero eso lo veremos después). Pero, ahora las cosas son diferentes. Dios le ha vuelto a pedir que vaya a NÃnive y predique ahÃ. Ahora bien, NÃnive es un pueblo difÃcil: es grande y extremadamente populoso, y bastante pecador. La lectura nos dice que es una ciudad tan grande que tomarÃa tres dÃas para recorrerla, e históricamente sabemos que tiene aproximadamente 120,000 personas.
ImagÃnate ir a una ciudad asÃ, tan grande y seguramente tan cosmopolita, e ir al centro de la plaza principal y comenzar a gritar que todos son un pueblo pecador, que se aparten del mal o sufrirán las consecuencias. Seguramente, en nuestros dÃas lo hubieran mandado arrestar. En ese entonces eran un poco más duros: lo hubieran mandado sacar de la ciudad y tal vez ser apedreado hasta la muerte.
Jonás esta vez no tuvo miedo e hizo lo que le pidió Dios. Alertó al pueblo de que si no se aplacaban de sus malos hábitos, Dios destruirÃa la ciudad en 40 dÃas.
Pero el pueblo no lo sacó o apedreó. Al contrario, los ninÃvitas creyeron, y comenzaron a hacer ayunos y otros sacrificios, los cuales Dios vió y se agradó en ellos. Eso fue suficiente para que Dios cambiara de parecer y NÃnive se salvara.
AsÃ, no tengas miedo cuando escuches el llamado de Dios de: no seguir con esa malas compañÃas, de no robar, de salirte de ese mal negocio que te está rodeando, de no romper ese matrimonio, y mucho más.
No tengas miedo de hacer lo correcto, pues lo bueno es de agrado a Dios y el te recompensará.