Arrepiéntanse de todo corazón y vuélvanse a mí, dice El Señor

Jonás el Profeta
El Profeta Jonás, por Miguel Angel – Public Domain, link.

Jonás

Jn 3, 1-10
En aquellos días, el Señor volvió a hablar a Jonás y le dijo: “Levántate y vete a Nínive, la gran capital, para anunciar ahí el mensaje que te voy a indicar“.

Se levantó Jonás y se fue a Nínive, como le había mandado el Señor. Nínive era una ciudad enorme: hacían falta tres días para recorrerla. Jonás caminó por la ciudad durante un día, pregonando: “Dentro de cuarenta días Nínive será destruida“.

Los ninivitas creyeron en Dios, ordenaron un ayuno y se vistieron de sayal, grandes y pequeños. Llegó la noticia al rey de Nínive, que se levantó del trono, se quitó el manto, se vistió de sayal, se sentó sobre ceniza y en nombre suyo y de sus ministros, mandó proclamar en Nínive el siguiente decreto: “Que hombres y animales, vacas y ovejas, no prueben bocado, que no pasten ni beban; que todos se vistan de sayal e invoquen con fervor a Dios y que cada uno se arrepienta de su mala vida y deje de cometer injusticias. Quizá Dios se arrepienta y nos perdone, aplaque el incendio de su ira y así no moriremos”.

Cuando Dios vio sus obras y cómo se convertían de su mala vida, cambió de parecer y no les mandó el castigo que había determinado imponerles.

Evangelio según San Lucas

Lc 11, 29-32
En aquel tiempo, la multitud se apiñaba alrededor de Jesús y comenzó a decirles:

“La gente de este tiempo es una gente perversa. Pide una señal, pero no se le dará más señal que la de Jonás. Pues así como Jonás fue una señal para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para la gente de este tiempo.
Cuando sean juzgados los hombres de este tiempo, la reina del sur se levantará el día del juicio para condenarlos, porque ella vino desde los últimos rincones de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.
Cuando sea juzgada la gente de este tiempo, los hombres de Nínive se levantarán el día del juicio para condenarla, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás”.

 

Numerología: cuarenta, no es tan fácil como se oye

El número cuarenta (40) en el ámbito de numerología bíblica representa períodos de prueba de caracter.

El diluvio, en el libro del Génesis, duró 40 dias y 40 noches.

Moisés había vivido 40 años en casa del faraón de Egipto como un príncipe. Luego de su despertar a la realidad de que no era de la sangre real sino Judio, escapa y se va al desierto a vivir como pastor por otros cuarenta años. Es en ese momento que Dios lo llama a ser el nuevo líder de los judios escalvos.

En otro episodio, Moisés duró dos períodos de 40 dias y 40 noches en el monte Sinaí antes de que Dios le diera las tablas de las leyes.

Ya en el nuevo testamento, Jesús pasa cuarenta dias y sus noches en el desierto pasando hambre y necesidad antes de su vida pública.

Después de su resurrección Jesús ascenderá al cielo 40 días después.

Y por si todavía tienes duda de que este número representa pruebas y dolor, ¡el embarazo de una mujer usualmente dura 40 semanas!