Dios, que proporciona la semilla al sembrador y le da pan para comer, les proporcionará a ustedes una cosecha abundante y multiplicará los frutos de su justicia.
Evangelio según San Mateo
Jn 12, 24-26
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discÃpulos:
“Yo les aseguro que si el grano de trigo sembrado en la tierra no muere, queda infecundo; pero si muere, producirá mucho fruto. El que se ama a sà mismo, se pierde; el que se aborrece a sà mismo en este mundo, se asegura para la vida eterna.
¡Hay tanto que aprendimos de las lecturas de hoy!
Primera Enseñanza: El Servicio a los Demás
Primero, San Pablo en la segunda lectura nos dice “En cada uno se manifiesta el EspÃritu Santo para el bien común“; asà todos recibimos algún tipo de don, como el don de lenguas, el don de ciencia, el don de fe, la gracia de curación de enfermedades, etc. Pero al final, es sólo el EspÃritu Santo el que hace todo eso, distribuyendo a cada uno sus dones según su voluntad.
Segundo, en el hermoso evangelio de San Juan escuchamos cómo Jesús realiza su primer milagro, no para recibir gloria y alabanza de los demás, sino para evitar que un novio fuera avergonzado durante su banquete de bodas, al convertir en vino seis tanques de agua. Servicio a los demás al poner en marcha sus poderes para ayuda a los demás.
Durante la boda, el vino se acabó. En ese entonces, esto solÃa pasar por causa de robos o de mala planeación por parte de los novios, quienes eran los responsables de la celebración. Pero muchas veces era porque simplemente la nueva pareja no tenÃa tanto dinero y no habÃan podido comprar suficiente bebida. Cuando esto ocurrÃa, era motivo de burla por parte de la gente, y los novios sufrÃan una humillación muy grande. Definitivamente, no es algo que se quiera durante la alegrÃa de un nuevo matrimonio.
MarÃa, se dio cuenta de esta situación y le dice a Jesús: “Ya no tienen vino”. MarÃa le lleva a Jesús una súplica.
“En cuanto el mayordomo probó el agua convertida en vino, sin saber su procedencia, porque sólo los sirvientes la sabÃan, llamó al novio y le dijo: ´Todo el mundo sirve primero el vino mejor, y cuando los invitados ya han bebido bastante, se sirve el corriente. Tu en cambio has guardado el vino mejor hasta ahora´”.
AsÃ, Jesús realizó su primer milagro en una boda en la que habÃa cientos de invitados. De esta forma empezó su ministerio.
MarÃa NO hace el milagro. Es Jesús quien lo realiza, pero por interseción de su madre, nuestra madre, quien le lleva nuestras peticiones.