Cuando te sientas desamparado, con miedo, sin esperanza, recuerda todas las otras ocasiones que Dios nuestro Señor te sacó de apuros, te salvó, o te dio una segunda oportunidad.
- Cuando no chocaste en tu auto, a pesar de que ese golpe era inminente.
- Cuando estabas segura de que te iban a robar, pero la persona se pasó de largo y te ignoró.
- Cuando tuviste esa enfermedad tan grave, que parecÃa que no habÃa cura posible, pero te aliviaste.
- Cuando, como por arte de magia, pudiste resolver ese examen tan complicado en la escuela.
- Cuando te sentÃas completamente sólo, y de repente alguien te dio la mano su apoyo.
- En esa ocasión que no habÃa nada para comer, y al final, sabrá Dios de dónde, tuviste un plato frente a ti y te saciaste.
Un dÃa, los discÃpulos de Jesús, fueron una orilla de un lago, pero olvidaron llevar alimentos, y se mostraron muy preocupados e inquietos. Ellos comenzaron a comentar: “¡Caramba!, no trajimos pan”.
Jesús se dio cuenta y les dijo:
“¿Por qué se preocupan, hombres de poca fe? ¿Porque no tienen pan? ¿Es que aún no comprenden? ¿No se acuerdan de los cinco mil panes para los cinco mil hombres y cuantos cestos llenaron con lo que sobró?”.
Por favor, pon tu fe y esperanza en Dios. No olvides sus proezas para el que confÃa en Él. Pon tu corazón en Cristo Jesús y nada ni nadie te dañará.