Lecturas del Domingo: Julio 25, 2021 – El Milagro de la Multiplicación de los Panes

La multiplicación de panes y pescados
By Bernardo Strozzi – http://www.1st-art-gallery.com/Bernardo-Strozzi/The-Miracle-Of-The-Loaves-And-Fishes.html, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=8151360

El Evangelio de San Juan que leeremos el día de hoy, nos narra el milagro de la multiplicación de los panes y pescados. Juan nos dice que hay como 5,000 hombres, eso quiere decir que en promedio cada varón vendría con su esposa y tal vez con uno o dos hijos, así que hablamos de entre 10 mil y 15 mil personas en total, aproximadamente.

Y todos fueron alimentados con pan y pescado. ¡Y hasta sobró!

En aquel tiempo, Jesús se fue a la otra orilla del mar de Galilea o lago de Tiberíades. Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía curando a los enfermos. Jesús subió al monte y se sentó allí con sus discípulos.

Estaba cerca la Pascua, festividad de los judíos. Viendo Jesús que mucha gente lo seguía, le dijo a Felipe: “¿Cómo compraremos pan para que coman éstos?” Le hizo esta pregunta para ponerlo a prueba, pues él bien sabía lo que iba a hacer. Felipe le respondió: “Ni doscientos denarios de pan bastarían para que a cada uno le tocara un pedazo de pan”. Otro de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: “Aquí hay un muchacho que trae cinco panes de cebada y dos pescados. Pero, ¿qué es eso para tanta gente?” Jesús le respondió: “Díganle a la gente que se siente”. En aquel lugar había mucha hierba. Todos, pues, se sentaron ahí; y tan sólo los hombres eran unos cinco mil.

Enseguida tomó Jesús los panes, y después de dar gracias a Dios, se los fue repartiendo a los que se habían sentado a comer. Igualmente les fue dando de los pescados todo lo que quisieron. Después de que todos se saciaron, dijo a sus discípulos: “Recojan los pedazos sobrantes, para que no se desperdicien”. Los recogieron y con los pedazos que sobraron de los cinco panes llenaron doce canastos.

Entonces la gente, al ver el signo que Jesús había hecho, decía: “Éste es, en verdad, el profeta que habría de venir al mundo”. Pero Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró de nuevo a la montaña, él solo.

¿Cuál es el mensaje de este día? Para Dios, a través de Jesús, no hay imposibles. Por muy grande e imposible que parezca el obstáculo, Jesús todo lo puede.

Y si tu te encoges y te tapas la cara pensando que Jesús es el Hijo de Dios, y tú no tienes lo que se necesita para “hacer el milagro“, pues te felicito porque has reconocido que Cristo es el verdadero Hijo del Altísimo. Y segundo, recuerda que todos estamos llamados a ser sacerdotes y seguidores de Jesús, y por lo tanto tenemos también el poder.

Así que, ¡ánimo! ¡con fé grita “Dios mío, en el nombre de Jesús, ayúdame a…“!

Cuando te sientas desamparado y con miedo

Cuando te sientas desamparado, con miedo, sin esperanza, recuerda todas las otras ocasiones que Dios nuestro Señor te sacó de apuros, te salvó, o te dio una segunda oportunidad.

  • Cuando no chocaste en tu auto, a pesar de que ese golpe era inminente.
  • Cuando estabas segura de que te iban a robar, pero la persona se pasó de largo y te ignoró.
  • Cuando tuviste esa enfermedad tan grave, que parecía que no había cura posible, pero te aliviaste.
  • Cuando, como por arte de magia, pudiste resolver ese examen tan complicado en la escuela.
  • Cuando te sentías completamente sólo, y de repente alguien te dio la mano su apoyo.
  • En esa ocasión que no había nada para comer, y al final, sabrá Dios de dónde, tuviste un plato frente a ti y te saciaste.

Un día, los discípulos de Jesús, fueron una orilla de un lago, pero olvidaron llevar alimentos, y se mostraron muy preocupados e inquietos. Ellos comenzaron a comentar: “¡Caramba!, no trajimos pan”.

Jesús se dio cuenta y les dijo:

“¿Por qué se preocupan, hombres de poca fe? ¿Porque no tienen pan? ¿Es que aún no comprenden? ¿No se acuerdan de los cinco mil panes para los cinco mil hombres y cuantos cestos llenaron con lo que sobró?”.

Por favor, pon tu fe y esperanza en Dios. No olvides sus proezas para el que confía en Él. Pon tu corazón en Cristo Jesús y nada ni nadie te dañará.

 

Lecturas del Domingo: Mayo 29, 2016 – Corpus Christi

La multiplicación de panes y pescados
By Bernardo Strozzi – http://www.1st-art-gallery.com/Bernardo-Strozzi/The-Miracle-Of-The-Loaves-And-Fishes.html, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=8151360

Hoy recordamos el milagro de la multiplicación de los panes y pescados para recordarnos que el Cuerpo de Cristo somos todo los que formamos su Iglesia.

Jesús se puso a predicar a una gran multitud, y en un determinado momento los discípulos le piden que despida a la gente, pues el lugar está muy apartado de la ciudad y es posible que las condiciones se pongan muy difíciles pronto, pues se habla de miles de hombres.

Unas versiones mencionan 4,000 hombres, y el Evangelio de Juan menciona 5,000. Pero piensa que por cada hombre hay una mujer y tal vez un niño o niña. Pues hablamos ahora de casi 15,000 almas.

No hay comida. Jesús ordena que les den de comer, pero sólo hay 5 panes y dos pescados. Cuando se los traen, y después de dar gracias, comenzó a partir los panes y los pescados. Y todos comieron hasta saciarse, al grado de que hasta sobraron doce canastos. (Como nota aparte, 12 es uno de los números perfectos de la numerología).

Los milagros de la multiplicación de comida no son nuevos en la Biblia. El profeta Elías multiplicó el pan de la pobre viuda que le dio alojamiento, y así evitó que muriera de hambre con su hijo. Eliseo, el sucesor de Elías, lo hizo también, pero para alimentar a 100 personas.

¡Pero Jesús alimentó a más de 10,000! ¿Qué quiere decir esto? Para la gente del tiempo de Jesús, Elías representaba al más grande de los profetas, y lo ponían a la altura de Moisés. Cuando Nuestro Señor realiza el milagro para miles, a todos les queda claro que Jesús, no es un profeta mas. Si nos ponemos a pensar en la mentalidad de aquellos tiempos, y con la poca información que tenían, pues la idea que se estaba formando era de que este nuevo Jesús es alguien más importante.

Poco a poco conocerán que, en realidad, es el Hijo de Dios.