El dÃa de hoy oficialmente termina el perÃodo Navideño. A partir del próximo domingo regresamos al tiempo ordinario del año.
Y hoy cerramos este ciclo con la segunda manifestación de Dios a los hombres. La semana pasada escuchamos acerca de la primera EpifanÃa del Señor con la llegada de los reyes magos que vinieron a adorar al bebé recién nacido en Belén.
Del Evangelio de San Marcos:
En aquel tiempo, Juan predicaba diciendo: “Ya viene detrás de mà uno que es más poderoso que yo, uno a quien no merezco ni siquiera inclinarme para desatarle la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado con agua, pero él los bautizará con el EspÃritu Santo”.
Por esos dÃas, vino Jesús desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán. Al salir Jesús del agua, vio que los cielos se rasgaban y que el EspÃritu, en figura de paloma, descendÃa sobre él. Se oyó entonces una voz del cielo que decÃa: “Tú eres mi hijo amado; y yo tengo en tà mis complacencias”.
La Trinidad perfecta se presenta en el rio Jordán, con el Padre, el Hijo y el EspÃritu Santo para dar inicio al servicio de Jesús.