La Palabra del Jueves 5 de Enero de 2023

San Felipe cargando la cruz
San Felipe, por Peter Paul Rubens – Museo del Prado, Public Domain, Link

Primera Carta del Apostol San Juan 3, 11-21

Hermanos: Éste es el mensaje que ustedes han oído desde el principio: que nos amemos los unos a los otros, no como Caín, que era del demonio, y por eso mató a su hermano. ¿Y por qué lo mató? Porque sus propias obras eran malas, mientras que las de su hermano eran buenas.

No se sorprendan, hermanos, de que el mundo los odie. Nosotros estamos seguros de haber pasado de la muerte a la vida, porque amamos a nuestros hermanos. El que no ama permanece en la muerte. El que odia a su hermano es un homicida y bien saben ustedes que ningún homicida tiene la vida eterna.

Conocemos lo que es el amor, en que Cristo dio su vida por nosotros. Así también debemos nosotros dar la vida por nuestros hermanos. Si alguno, teniendo con qué vivir, ve a su hermano pasar necesidad y, sin embargo, no lo ayuda, ¿cómo habitará el amor de Dios en él?

Hijos míos, no amemos solamente de palabra, amemos de verdad y con las obras. En esto conoceremos que somos de la verdad, y delante de Dios tranquilizaremos nuestra conciencia de cualquier cosa que ella nos reprochare, porque Dios es más grande que nuestra conciencia y todo lo conoce. Si nuestra conciencia no nos remuerde, entonces, hermanos míos, nuestra confianza en Dios es total.

Evangelio según San Juan 1, 43-51

En aquel tiempo, determinó Jesús ir a Galilea, y encontrándose a Felipe, le dijo: “Sígueme“. Felipe era de Betsaida, la tierra de Andrés y de Pedro.

Felipe se encontró con Natanael y le dijo: “Hemos encontrado a aquel de quien escribió Moisés en la ley y también los profetas. Es Jesús de Nazaret, el hijo de José“. Natanael replicó: “¿Acaso puede salir de Nazaret algo bueno?” Felipe le contestó: “Ven y lo verás“.

Cuando Jesús vio que Natanael se acercaba, dijo: “Éste es un verdadero israelita en el que no hay doblez“. Natanael le preguntó: “¿De dónde me conoces?” Jesús le respondió: “Antes de que Felipe te llamara, te vi cuando estabas debajo de la higuera“. Respondió Natanael: “Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el rey de Israel“. Jesús le contestó: “Tú crees, porque te he dicho que te vi debajo de la higuera. Mayores cosas has de ver“. Después añadió: “Yo les aseguro que verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre“.

El Bautismo del Señor, Enero 10 2021

El Bautismo de Cristo
Bautismo de Cristo por Navarrete el Mudo. Juan Fernández Navarrete[1], Public Domain, Link
El día de hoy oficialmente termina el período Navideño. A partir del próximo domingo regresamos al tiempo ordinario del año.

Y hoy cerramos este ciclo con la segunda manifestación de Dios a los hombres. La semana pasada escuchamos acerca de la primera Epifanía del Señor con la llegada de los reyes magos que vinieron a adorar al bebé recién nacido en Belén.

Del Evangelio de San Marcos:

En aquel tiempo, Juan predicaba diciendo: “Ya viene detrás de mí uno que es más poderoso que yo, uno a quien no merezco ni siquiera inclinarme para desatarle la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo”.
Por esos días, vino Jesús desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán. Al salir Jesús del agua, vio que los cielos se rasgaban y que el Espíritu, en figura de paloma, descendía sobre él. Se oyó entonces una voz del cielo que decía: “Tú eres mi hijo amado; y yo tengo en tí mis complacencias”.

La Trinidad perfecta se presenta en el rio Jordán, con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo para dar inicio al servicio de Jesús.

Lecturas del Domingo: Diciembre 29, 2019 – Jesús, María y José

Sagrada Familia
“La Sagrada Familia” por Kok Leng Yeohttps://www.flickr.com/photos/yeowatzup/314819829/, CC BY 2.0, Link

Hoy celebramos el domingo de la Sagrada Familia: Jesús, María y José. San José, el santo varón que se hizo cargo de María y el Niño Dios, y que sufrió y trabajó en gran nivel para protegerlos y librarlos del acecho de sus enemigos, es la figura central de este día.

El Evangelio de hoy, tomado de San Mateo, nos habla de qué sucedió después del nacimiento de Jesús:

“Después de que los magos partieron de Belén, el ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: ‘Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allá hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo’.
“José se levantó, y esa misma noche tomó al niño y a su madre y partió para Egipto, donde permaneció hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo.
“Después de muerto Herodes, el ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: ‘Levántate, toma al niño y a su madre y regresa a la tierra de Israel, porque ya murieron los que intentaban quitarle la vida al niño’.
“Se levantó José, tomó al niño y a su madre y regresó a tierra de Israel. Pero, habiendo oído decir que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre, Herodes, tuvo miedo de ir allá, y advertido en sueños, se retiró a Galilea, y se fue a vivir a una población llamada Nazaret. Así se cumplió lo que habían dicho los profetas: Se le llamará nazareno”.

 

Lecturas del Domingo: Febrero 2, 2019 – Nadie es profeta en su tierra

La visión del profeta Isaías
“La visión del profeta Isaías” por Julius Schnorr von Carolsfeld – Die Bibel in Bildern, Public Domain, Link

Hoy es el cuarto domingo ordinario del año litúrgico, y el Evangelio de hoy es una continuación de la narración de la semana pasada, cuando Jesús entró a la sinagoga y –ante el asombro de todos los asistentes– declaró que:

“Hoy mismo se ha cumplido este pasaje de la escritura que ustedes acaban de oír”.

Pero hoy escuchamos una de las frases de Jesús que se han vuelto universales, con cierto significado profético: “Nadie es profeta en su tierra“.

Obviamente, antes de desentrañar esta frase, tenemos que conocer el contexto de la lectura. Resulta que Jesús está cobrando fama en la región de Judá, ha hecho muchos milagros y ha sanado a mucha gente. Sin embargo, cuando llegó a Nazaret, ciudad donde se había criado con su padre y su madre, y entro a la sinagoga y se puso a predicar, hizo el anuncio que mencionamos lineas arriba.

Esto causó revuelo entre todos, pues empezaron a decir: “¿No es este el hijo de José?“.

Su misma gente dudaba de su autoridad y estatura. Su misma gente estaba incrédula al escuchar las palabras maravillosas y sabias que salían de su boca. ¿Cómo va a ser posible que éste nos quiera dar lecciones, si nosotros mismos lo vimos jugar y crecer en nuestros barrios y calles?

¿Te parece algo similar a lo que has escuchado en tu vida, cuando tu misma gente –familia, amigos. conocidos– niegan que tengas posibilidades de triunfar o de hacer algo bueno con tu vida? Son tu propia sangre y gente, pero son los primeros que dudan de ti.

Así mismo le pasó a Jesús, quien les dijo: “Seguramente me dirán aquel refrán: ´Médico, cúrate a ti mismo´ y haz lo mismo aquí en tu propia tierra, todos esos prodigios que hemos oido que has hecho en Cafarnaúm“.

Y añadió:

“Yo les aseguro que nadie es profeta en su tierra”.

El mensaje de Jesús es duro, y muy difícil de pasar. A veces, tenemos que dejar nuestra casa, nuestra gente para poder triunfar en nuestras vidas. Ciertamente tenemos que dejar también todas las cosas que nos anclan a una vida fácil. Y muchas veces, esas cosas de las que tenemos que alejarnos son las cosas que mas daño nos hacen: los malos amigos, las drogas, la vida mala en la que nos escondemos.

Nadie es profeta en su tierra. Y eso lo sabemos muy bien quienes hemos emigrado a otros lugares. En nuestros pueblos de origen somos unos uno más del montón, por lo mismo de que todos los demás nos conocen y es más fácil de subestimarnos.

Al final, Jesús no pudo hacer ahí ningún milagro y se fue, para nunca más volver.

Lecturas del Domingo: Enero 27, 2019 – El nacimiento de la misa

Esdra
Esdra leyendo el libro de la Ley a la Asamblea, por Gustave Doré – Doré’s English Bible, Public Domain, Link

Hoy es el tercer domingo del tiempo ordinario, y la lecturas de hoy son muy interesantes, pues en ellas conoceremos cómo es que se consagró un día para la lectura de la palabra y la celebración de la misa.

Primero, Nehemías nos relata un evento que pasó casi 500 años antes del nacimiento de Jesús. Se trata de que en una ocasión, Esdras, el sacerdote de Judá, trajo el libro de la ley a la asamblea y lo leyó desde el amanecer hasta el mediodía, con el pueblo a su alrededor absorto a sus palabras.

“Esdras abrió el libro a la vista del pueblo, pues estaba en un sitio más alto que todos, y cuando lo abrió el pueblo entero se puso de pie. Esdras bendijo entonces al Señor, el gran Dios, y todo el pueblo levantando las manos respondió: ´¡Amén!´, e inclinándose, se postraron rostro en tierra. Los levitas leían el libro de la ley de Dios con claridad y explicaban el sentido, de suerte que el pueblo comprendió la lectura”.

Muchos aspectos de la celebración de la misa se tomaron de esta imagen y se siguen hasta el día de hoy. Y muchos de los pasajes del antiguo testamento fueron profecías de lo que se había de cumplir cuando llegara Jesús a este mundo. Todo el antiguo testamento es la preparación para la llegada de Jesús.

El evangelio de hoy nos dice que Jesús fue a la sinagoga de Nazaret, y tomando el volumen del profeta Isaías, lo desenrolló y en medio de la asamblea leyó un pasaje que decía:

“El espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar a los pobres la buena nueva, para anunciar la liberación de los cautivos, y la curación de los ciegos, para dar libertad a los oprimidos y proclamar el año de la gracia del Señor”.

Con esta lectura, de casi 800 años antes, Jesús nos habla de la llegada del mesías, el curador, el libertador que tiene la bendición y gracia de Dios.

“Enrolló el volumen, lo devolvió al encargado y se sentó. Los ojos de todos los asistentes de la sinagoga estaban fijos en él. Entonces, comenzó a hablar diciendo: ´Hoy mismo se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír´”.

Jesús es el mesías, el curador, el libertador que tiene la bendición y gracia de Dios

Lecturas del Domingo: Diciembre 30, 2018 – La Sagrada Familia

Imagen de la sagrada familia
La Sagrada Familia

El día de hoy celebramos a La Sagrada Familia: el pequeño Jesús, su padre San José y la Virgen María. Y la lectura del Evangelio de este día es conocida por la tradición popular –y en los misterios del rosario– como el relato del “niño perdido y hallado en el templo”:

“Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén para las festividades de la Pascua. Cuando el niño cumplió doce años, fueron a la fiesta, según la costumbre. Pasados aquellos días, se volvieron, pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que los padres lo supieran.
“Creyendo que iba en la caravana, hicieron un día de camino; entonces lo buscaron, y al no encontrarlo, regresaron a Jerusalén en su busca”.

Conozcamos un poco del contexto de esta historia. El camino de Jerusalén a Belén no es nada fácil. Se trata de una distancia de aproximadamente 90 millas (135 Kms), que la gente pobre tenía que recorrer en caravanas, algunos en carros tirados por animales, otros en mulas, y los más pobres a pie. Pero dichas caravanas se dividían: primero salían los niños uno o dos días antes, luego las mujeres y al final los hombres, con un día de atraso pues ellos caminaban más rápido que los demás.

Pasó un día de viaje cuando San José y María, de alguna forma se dieron cuenta de que Jesús no iba en la caravana de los niños. Posiblemente era la mitad del camino, y es entonces que se deciden regresar. Definitivamente, no se trata ni de un chiste ni de algo que se toma a la ligera.

¿Qué actitud hubieran tenido mis padres si les hubiera hecho eso?

En fin, sigue el relato:

“Al tercer día lo encontraron en el templo, sentado en medio de los doctores, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que lo oían se admiraban de su inteligencia y de sus respuestas.
“Al verlo, sus padres se quedaron atónitos y su madre le dijo: ´Hijo mío, ¿porqué te has portado así con nosotros? Tu padre y yo te hemos estado buscando, llenos de angustia´. Él les respondió: ´¿Porqué me andaban buscando? ¿No sabían que debo ocuparme de las cosas de mi Padre?´. Ellos no entendieron la respuesta que les dió.
“Entonces volvió con ellos a Nazaret y siguió sujeto a su autoridad. Su madre conservaba en su corazón todas aquellas cosas.
“Jesús iba creciendo en saber, en estatura y en el favor de Dios y de los hombres”.

El contenido de este relato del Evangelio de San Lucas nos habla de muchas cosas; por ejemplo, de cómo la adolescencia marca el parteaguas de la vida de una persona: el joven que, basado en lo que ha aprendido en su familia, tiene que buscar su propio camino, veces ante la incomprensión de sus padres que han montado en sus mentes y corazones expectativas a las que los hijos no responderán necesariamente.

Hagamos de la Sagrada Familia un ejemplo para las nuestras. Ante la incomprensión y la desesperación que a veces sentimos con nuestros hijos, recordemos que hasta el mismo Jesús nos dio una lección de ellos también deben buscar sus vidas, pero siguiendo sometidos a la autoridad de sus padres.