Primera Carta del Apostol San Juan
1 Jn 2, 22-28
Hijos mÃos: ¿Quién es el mentiroso, sino aquel que niega que Jesús es Cristo? Ése es el anticristo, porque niega al Padre y al Hijo. Nadie que niegue al Hijo posee al Padre; pero quien reconoce al Hijo, posee también al Padre.
Que permanezca, pues, en ustedes lo que desde el principio han oÃdo. Si permanece en ustedes lo que han oÃdo desde el principio, también ustedes permanecerán en el Hijo y en el Padre. Ésta es la promesa que Él mismo nos hizo: la vida eterna.
Les he escrito esto, pensando en aquellos que tratan de inducirlos al error. Recuerden que la unción que de Él han recibido, permanece en ustedes y no necesitan enseñanzas de nadie; esta unción, que es verdad y no mentira, los ilustra a través de todas las cosas; permanezcan, pues, en Él, como la unción les enseña.
Asà pues, hijos mÃos, permanezcan en Él, para que, cuando Él se manifieste, tengamos plena confianza y no nos veamos confundidos por Él en el dÃa de su venida.
Evangelio según San Juan
Jn 1, 19-28
Éste es el testimonio que dio Juan el Bautista, cuando los judÃos enviaron desde Jerusalén a unos sacerdotes y levitas para preguntarle: “¿Quién eres tú?”
Él reconoció y no negó quién era. Él afirmó: “Yo no soy el MesÃas“. De nuevo le preguntaron: “¿Quién eres, pues? ¿Eres ElÃas?” Él les respondió: “No lo soy“. “¿Eres el profeta?” Respondió: “No“. Le dijeron: “Entonces dinos quién eres, para poder llevar una respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo?” Juan les contestó: “Yo soy la voz que grita en el desierto: ‘Enderecen el camino del Señor’, como anunció el profeta IsaÃas“.
Los enviados, que pertenecÃan a la secta de los fariseos, le preguntaron: “Entonces ¿por qué bautizas, si no eres el MesÃas, ni ElÃas, ni el profeta?” Juan les respondió: “Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes hay uno, al que ustedes no conocen, alguien que viene detrás de mÃ, a quien yo no soy digno de desatarle las correas de sus sandalias“.
Esto sucedió en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde Juan bautizaba.