Providencialistas y Fundamentalistas

Existen muchas formas de interpretar la religión. Usualmente, se habla de los providencialistas, los fundamentalistas y, finalmente, los extremistas.

Cuidado con éstos últimos: recuerdo que cuando un amigo hablaba de extremistas siempre mencionaba a los musulmanes en los paises de medio oriente y de sus ramificaciones como el Taliban y los ISIS. Sin embargo, en el ámbito cristiano también se dan los extremos: ahí tenemos a la gente de Westoboro Bautist Church, que se van a protestar en funerales de soldados y gente famosa, llevando un mensaje de odio completamente fuera del la palabra de Jesús.

En el caso de los fundamentalistas, el extremo no es tan notorio, pero sigue ahí. Tu los has escuchado en muchos programas de radio, en noticias, y hasta políticos. El pensamiento fundamentalista trata de seguir al pie de la letra la Biblia, sin apartarse de ella, sin tomar en cuenta el contexto de cada una de sus partes.

El problema de esta forma de pensar es que también nos lleva a la terquedad y la testarudez. El caso más claro es el ataque a los homosexuales porque en algunos libros del antiguo testamente se le condena, pero se olvidan del mensaje clave de Jesús que nos nos dice que debemos entender que las leyes originales del antiguo testamento fueron escritas “porque sus padres eran de cabeza y corazón duro“, y que él venia a establecer un nuevo mandamiento: amarnos los unos a los otros, a no condenar.

El pensamiento fundamentalista siempre está en conflicto, ¡pues muchas partes de la Biblia se llegan a contradecir! De nueva cuenta, cada parte está escrita en un contexto diferente de tiempo y lugar.

Ya para terminar, hablemos de los Providencialistas. Aquí tenemos una forma de pensar en la que se acepta que Dios está actuando en todo: los eventos que nos suceden están controlados por Él, para nuestro bien. Este concepto es sumamente difícil de entender, pues la muerte, el sufrimiento, las guerras, las enfermedades, etc. ¿Cómo van a ser para mi bien?

No te preocupes, poco a poco iremos presentando tesis exponiendo esta idea y creo que tenemos los elementos necesarios para poderla comprender.

El camello por el ojo de una aguja

Camello pasando por el ojo de una aguja. Foto de Wikipedia.
Camello pasando por el ojo de una aguja. Foto de Wikipedia.

Siempre que nos pasan eventos en la vida diaria nos vienen preguntas que a veces se vuelven muy difíciles de responder.

Imagínate cuando sufres un robo. O un accidente grave. Tal vez una decepción sentimental. En los casos mas graves la muerte de un ser querido.

En todos estos acontecimientos nos vienen a la mente las clásicas preguntas: ¿Por qué a mí?, ¿Qué hice para merecer esto? y otras mas.

Lo mismo pasa cuando trtas de entender la Biblia u otros libros sagrados. En muchas ocasiones, se ha dicho que tienes que tener preparación para entender las escrituras, pues constantemente se contradicen o contienen información ilógica o “fuera de tiempo”.

Un ejemplo muy claro es la famosa frase de Nuestro Señor Jesus cuando dice:

Es mas fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el reino de los cielos

Mateo 19:24

Y la verdad es que uno se pone a imaginar que, ¡pues cómo será posible que pase un camello por el ojo de una aguja!, ¡Ni siquiera uno de juguete!

¡Ah, pero pensar así es quedarse en el texto! Y ahora tienes que ver el contexto:

En los tiempos de Jesus, también se le llamaba aguja a una segunda puerta de seguridad para entrar a las ciudades. Y así también se le llamaba a estrechos pasajes en montañas. Sí, es cierto que un camello podía pasar por esa puerta, pero con dificultades.

Ahora, la metáfora de Jesus se refiere a un hombre rico. Imagínatelo montado en su camello, con bolsas llenas de dinero, joyas, y otras prendas de valor a los lados, ¿cómo le va a hacer para pasar por esos estrechos espacios?

Bueno, pues va a tener que irse desprendiendo de las bolsas hasta que quepa el animal (el camello, no el hombre rico). Al final puede que le quede un poco de sus posesiones, pero lo más seguro es que haya tenido que deshacerse de la mayoría. Sólo así podrá pasar.

Así pues, no debemos quedarnos en el texto. Tenemos que buscar siempre el contexto de las cosas que nos pasan. Si te robaron, pues ponte a pensar: ¿no sería que andabas por el camino equivocado, a una hora inconveniente, exponiéndote a algo malo? Cuando alguien muere, ¿no crees que su sufrimiento era mayor que su muerte, y por lo tanto ese dolor ha parado y ahora se encuentra mejor?, o ¿no será que lo que te duele es tu pérdida?

Todo eso es el contexto: lo que está alrededor de lo escrito o lo vivido.

Todas las escrituras de la Biblia tiene un transfondo que las hacen específicas para el momento y la situación, y poco a poco iremos descubriendo más de ellas.

Este artículo tiene una imagen tomada de Wikipedia.