Lecturas del Domingo: Febrero 7, 2021 – De la enfermedad y el agradecimiento

Jesus y sus discípulos
Jesús y sus discípulos, por James TissotOnline Collection of Brooklyn Museum; Photo: Brooklyn Museum, 2007, 00.159.129_PS2.jpg, Public Domain, Link

Nuestros cuerpos no son perfectos. Con el tiempo, son presa de enfermedades, accidentes, y otros males.

Pero, cuidado con los que reniegan preguntando porqué Dios nos manda enfermedades y males.

Que quede claro: en muchas de las ocasiones, nosotros mismos nos buscamos esas enfermedades y esos males. Diabetes: ¿No será que llevas una mala dieta? Accidente en el trabajo: ¿No será que no seguiste los procedimientos de seguridad? Cáncer: ¿Y ese hábito de fumar?

Y otras veces, las enfermedades y los accidentes en sí, son eventos para no olvidarnos de Dios. Presta atención a tu alrededor y a tu contexto, antes de que ataques a Dios mismo. ¿No será que te estabas apartando de Él?

San Marcos, en el Evangelio de hoy, nos habla de este tema:

En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama, con fiebre, y enseguida le avisaron a Jesús. Él se le acercó, y tomándola de la mano, la levantó. En ese momento se le quitó la fiebre y se puso a servirles.
Al atardecer, cuando el sol se ponía, le llevaron a todos los enfermos y poseídos del demonio, y todo el pueblo se apiñó junto a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó a muchos demonios, pero no dejó que los demonios hablaran, porque sabían quién era él.
De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, Jesús se levantó, salió y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar. Simón y sus compañeros lo fueron a buscar, y al encontrarlo, le dijeron: “Todos te andan buscando”. Él les dijo: “Vamos a los pueblos cercanos para predicar también allá el Evangelio, pues para eso he venido”. Y recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando a los demonios.

Dos reflexiones podemos tomar de esta lectura: Primero, las enfermedades, los accidentes y las maldades nos pueden ocurrir a todos. Pero, por muy grande que sean, NADA pueden contra el poder de Dios a través de Cristo Jesús. Pon tu fé en Él, y podrás salir de ese mal.

Y segundo, ¿Qué hizo la suegra de Simón una vez que recuperó su salud? Se puso a servirles; o sea, debemos ser agradecidos con Dios y Jesús una vez que pasamos por esas duras pruebas de la vida. Una visita de agradecimiento a la iglesia, una dádiva más generosa, ayudar a más gente pobre y enferma, una llamada a esa persona que está sola y lejos.

El Poder de Dios a través de Cristo Jesús no tiene pared que lo pueda detener, pues ni la muerte puede con Él.

Lecturas del Domingo: 21 de Mayo de 2017 – Esperando al Espíritu Santo

Holy Spirit as a Dove
“El Espíritu Santo como Paloma”, por Gian Lorenzo Bernini – Istorija umetnosti, Gianlorenzo Bernini, Public Domain, Link

En las lecturas de este día, vamos conociendo cómo la Iglesia primitiva poco a poco está creciendo en la Fe: primero debe marcarse la importancia del bautismo para conocer la fe, y luego recibir al Espíritu Santo, que ocurrirá en un par de semanas mas.

Pero antes de eso, la primera lectura nos narra cómo la visita de Felipe, uno de los doce apóstoles, a Samaria, causo un gran revuelo y emoción, al grado que los demonios eran expulsados con grandes alaridos, los enfermos se curaban, y la gente se convertía y creía en Jesús.

Decía Jesús en el Evangelio de la semana pasada:

“Créanme: yo estoy en el Padre, y el Padre está en mí. Si no me dan fe a mí, créanlo por las obras. Yo les aseguro que el que crea en mí, hará las obras que hago yo y las hará aún mayores, porque yo me voy al Padre”.

Y así Felipe, que llegó a ser uno de los apóstoles medio incrédulos, cuando entendió completamente el mensaje de Jesús, se llenó del Espíritu Santo y comenzó a hacer milagros. Todo en nombre de Jesús y para Gloria a Dios.