Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de América

Nuestra Señora de Guadalupe
Nuestra Señora de Guadalupe. Public Domain, Link

Apocalipsis

Ap 11, 19; 12, 1-6. 10

Se abrió el templo de Dios en el cielo y dentro de él se vio el Arca de la Alianza. Apareció entonces en el cielo una figura prodigiosa: una mujer envuelta por el sol, con la luna bajo sus pies y con una corona de doce estrellas en la cabeza. Estaba encinta y a punto de dar a luz y gemía con los dolores del parto.

Pero apareció también en el cielo otra figura: un enorme dragón, color de fuego, con siete cabezas y diez cuernos, y una corona en cada una de sus siete cabezas. Con su cola barrió la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. Después se detuvo delante de la mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo, en cuanto éste naciera. La mujer dio a luz un hijo varón, destinado a gobernar todas las naciones con cetro de hierro; y su hijo fue llevado hasta Dios y hasta su trono. Y la mujer huyó al desierto, a un lugar preparado por Dios.

Entonces oí en el cielo una voz poderosa, que decía: “Ha sonado la hora de la victoria de nuestro Dios, de su dominio y de su reinado, y del poder de su Mesías”.

Judit 13

Tú eres la honra de nuestro pueblo.

Que el Altísimo te bendiga,
más que a todas las mujeres de la tierra.
Bendito sea el Señor, creador de cielo y la tierra.

Tú eres la honra de nuestro pueblo.

Hoy el Señor te ha engrandecido tanto,
que no dejarán de alabarte aquellos hombres
que se acuerdan en la tierra del poder de Dios.

Tú eres la honra de nuestro pueblo.

Evangelio según San Lucas

Lc 1, 26-38
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José. La virgen se llamaba María.

Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”. Al oír estas palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría decir semejante saludo.

El ángel le dijo: “No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y Él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá fin”.

María le dijo entonces al ángel: “¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen?” El ángel le contestó: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril, porque no hay nada imposible para Dios”. María contestó:

“Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho”.

Y el ángel se retiró de su presencia.

12 de Diciembre, Nuestra Señora de Guadalupe

Nuestra Señora de Guadalupe
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Zacarías 2, 14-17

“Canta de gozo y regocíjate, Jerusalén,
pues vengo a vivir en medio de ti, dice el Señor.
Muchas naciones se unirán al Señor en aquel día;
ellas también serán mi pueblo
y yo habitaré en medio de ti
y sabrás que el Señor de los ejércitos
me ha enviado a ti.
El Señor tomará nuevamente a Judá
como su propiedad personal en la tierra santa
y Jerusalén volverá a ser la ciudad elegida”.

¡Que todos guarden silencio ante el Señor,
pues Él se levanta ya de su santa morada!

Judith 13, 18bcde. 19

(15, 9d) Tú eres la honra de nuestro pueblo.

Que el Altísimo te bendiga,
más que a todas las mujeres de la tierra.
Bendito sea el Señor, creador de cielo y la tierra.

Tú eres la honra de nuestro pueblo.

Hoy el Señor te ha engrandecido tanto,
que no dejarán de alabarte aquellos hombres
que se acuerdan en la tierra del poder de Dios.

Tú eres la honra de nuestro pueblo.

Evangelio según San Lucas 1, 26-38

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José. La virgen se llamaba María.

Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”. Al oír estas palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría decir semejante saludo.

El ángel le dijo: “No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y Él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá fin”.

María le dijo entonces al ángel: “¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen?” El ángel le contestó: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril, porque no hay nada imposible para Dios”.

María contestó:

“Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho”.

Y el ángel se retiró de su presencia.

 

12 de Diciembre, Día de la Virgen de Guadalupe

Virgen de Guadalupe
Virgen de Guadalupe

Probablemente la Virgen María y Juan Diego jamás pensaron que Dios les daría una misión tan trascendental en el plan de la Salvación. Ninguno de ellos tenía una educación especial ni prestigio en la sociedad, pero qué grande fue lo que hicieron! Cambiaron la historia!

La joven María venía de una familia sencilla del remote pueblo de Nazaret. Cuando se le apareció el ángel Gabriel, ella probablemente estaba hacienda sus quehaceres diarios y ayudando a su familia con las tareas domésticas. En su sencillez, debe haberse sorprendido sobremanera al enterarse de que Dios la había escogido para ser la madre del Hijo de Dios, y a pesar de su gran turbación y sorpresa, ella aceptó.

Quince siglos más tarde, la propia María se le apareció al humilde Juan Diego y le encargó que visitase al obispo de la ciudad para pedirle que construyera una iglesia en su honor. Juan Diego obedeció inmediatamente, pero el obispo le dijo que regresara otro día. Cuando María se le apareció de nuevo a Juan Diego, éste le dijo que había fracasado en su misión y que sería mejor que buscara un mensajero más influyente. Pero María le respondió:

“Oye, hijo mío, el más pequeño, ten por cierto que tengo muchos servidores y mensajeros, pero es muy necesario que por tu mano se cumpla mi voluntad”.

Así, Juan Diego volvió al obispo quien pidió entonces una señal de que la aparición era real. María le dijo a Juan Diego que cortara rosas en la ladera de un cerro, aunque era invierno. El recogió la flores en su tilma y las llevó al Obispo. Cuando abrió la tilma, el obispo vio una imagen de la Virgen María impresa.

Convencido, el obispo mandó construir una iglesia. Los milagros derivados de este encuentro llevaron a casi nueve millones de aztecas a convertirse al Señor.

Dios podría cambiar fácilmente el corazón y la mente de las personas hablando con voz de trueno desde el cielo. Pero no lo hace. Prefiere escoger a los humildes para que su mensaje sea escuchado y así cambie el mundo.

Así que no nos sorprendamos si Dios nos llama para una labor especial. Si no te sientes capaz, Dios piensa lo contrario. Sigue al Señor siempre y así cumplirás cualquier misión.