12 de Diciembre, Nuestra Señora de Guadalupe

Nuestra Señora de Guadalupe
Nuestra Señora de Guadalupe. Public Domain, Link

Zacarías 2, 14-17

“Canta de gozo y regocíjate, Jerusalén,
pues vengo a vivir en medio de ti, dice el Señor.
Muchas naciones se unirán al Señor en aquel día;
ellas también serán mi pueblo
y yo habitaré en medio de ti
y sabrás que el Señor de los ejércitos
me ha enviado a ti.
El Señor tomará nuevamente a Judá
como su propiedad personal en la tierra santa
y Jerusalén volverá a ser la ciudad elegida”.

¡Que todos guarden silencio ante el Señor,
pues Él se levanta ya de su santa morada!

Judith 13, 18bcde. 19

(15, 9d) Tú eres la honra de nuestro pueblo.

Que el Altísimo te bendiga,
más que a todas las mujeres de la tierra.
Bendito sea el Señor, creador de cielo y la tierra.

Tú eres la honra de nuestro pueblo.

Hoy el Señor te ha engrandecido tanto,
que no dejarán de alabarte aquellos hombres
que se acuerdan en la tierra del poder de Dios.

Tú eres la honra de nuestro pueblo.

Evangelio según San Lucas 1, 26-38

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José. La virgen se llamaba María.

Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”. Al oír estas palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría decir semejante saludo.

El ángel le dijo: “No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y Él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá fin”.

María le dijo entonces al ángel: “¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen?” El ángel le contestó: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril, porque no hay nada imposible para Dios”.

María contestó:

“Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho”.

Y el ángel se retiró de su presencia.

 

Tercer Domingo de Adviento, Diciembre 12 de 2021

Nuestra Señora de Guadalupe
Nuestra Señora de Guadalupe. Public Domain, Link

Hoy es el tercer Domingo del Tiempo de Adviento, y es también el día en que celebramos a Nuestra Señora de Guadalupe. Una gran coincidencia que hoy, el llamado Domingo de la Alegría en que los sacerdotes oficiantes se visten de color rosa simbolizando el júbilo y el regocijo, también estemos celebrando a la Patrona de México y Emperatríz de América.

Sofías 3, 14-18

Canta, hija de Sión,
da gritos de júbilo, Israel,
gózate y regocíjate de todo corazón, Jerusalén.

El Señor ha levantado su sentencia contra ti,
ha expulsado a todos tus enemigos.
El Señor será el rey de Israel en medio de ti
y ya no temerás ningún mal.

Aquel día dirán a Jerusalén:
“No temas, Sión,
que no desfallezcan tus manos.
El Señor, tu Dios, tu poderoso salvador,
está en medio de ti.
Él se goza y se complace en ti;
Él te ama y se llenará de júbilo por tu causa,
como en los días de fiesta”.

Isaías 12, 2-3. 4bcd. 5-6

R. (6) El Señor es mi Dios y salvador.
El Señor es mi Dios y salvador,
con Él estoy seguro y nada temo.
El Señor es mi protección y mi fuerza
y ha sido mi salvación.
Sacarán agua con gozo
de la fuente de salvación.
R. El Señor es mi Dios y salvador.
Den gracias al Señor,
invoquen su nombre,
cuenten a los pueblos sus hazañas,
proclamen que su nombre es sublime. R.
R. El Señor es mi Dios y salvador.
Alaben al Señor por sus proezas,
anúncienlas a toda la tierra.
Griten jubilosos, habitantes de Sión,
porque el Dios de Israel
ha sido grande con ustedes. R.
R. El Señor es mi Dios y salvador.

Carta a los Filipenses 4, 4-7

Hermanos míos: Alégrense siempre en el Señor; se lo repito: ¡alégrense! Que la benevolencia de ustedes sea conocida por todos. El Señor está cerca. No se inquieten por nada; más bien presenten en toda ocasión sus peticiones a Dios en la oración y la súplica, llenos de gratitud. Y que la paz de Dios, que sobrepasa toda inteligencia, custodie sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.

Evangelio según San Lucas 3, 10-18

En aquel tiempo, la gente le preguntaba a Juan el Bautista: “¿Qué debemos hacer?” Él contestó: “Quien tenga dos túnicas, que dé una al que no tiene ninguna, y quien tenga comida, que haga lo mismo”.

También acudían a él los publicanos para que los bautizara, y le preguntaban: “Maestro, ¿qué tenemos que hacer nosotros?” Él les decía: “No cobren más de lo establecido”. Unos soldados le preguntaron: “Y nosotros, ¿qué tenemos que hacer?” Él les dijo: “No extorsionen a nadie, ni denuncien a nadie falsamente, sino conténtense con su salario”.

Como el pueblo estaba en expectación y todos pensaban que quizá Juan era el Mesías, Juan los sacó de dudas, diciéndoles: “Es cierto que yo bautizo con agua, pero ya viene otro más poderoso que yo, a quien no merezco desatarle las correas de sus sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. Él tiene el bieldo en la mano para separar el trigo de la paja; guardará el trigo en su granero y quemará la paja en un fuego que no se extingue”.

Con éstas y otras muchas exhortaciones anunciaba al pueblo la buena nueva.

 

12 de Diciembre, Día de la Virgen de Guadalupe

Virgen de Guadalupe
Virgen de Guadalupe

Probablemente la Virgen María y Juan Diego jamás pensaron que Dios les daría una misión tan trascendental en el plan de la Salvación. Ninguno de ellos tenía una educación especial ni prestigio en la sociedad, pero qué grande fue lo que hicieron! Cambiaron la historia!

La joven María venía de una familia sencilla del remote pueblo de Nazaret. Cuando se le apareció el ángel Gabriel, ella probablemente estaba hacienda sus quehaceres diarios y ayudando a su familia con las tareas domésticas. En su sencillez, debe haberse sorprendido sobremanera al enterarse de que Dios la había escogido para ser la madre del Hijo de Dios, y a pesar de su gran turbación y sorpresa, ella aceptó.

Quince siglos más tarde, la propia María se le apareció al humilde Juan Diego y le encargó que visitase al obispo de la ciudad para pedirle que construyera una iglesia en su honor. Juan Diego obedeció inmediatamente, pero el obispo le dijo que regresara otro día. Cuando María se le apareció de nuevo a Juan Diego, éste le dijo que había fracasado en su misión y que sería mejor que buscara un mensajero más influyente. Pero María le respondió:

“Oye, hijo mío, el más pequeño, ten por cierto que tengo muchos servidores y mensajeros, pero es muy necesario que por tu mano se cumpla mi voluntad”.

Así, Juan Diego volvió al obispo quien pidió entonces una señal de que la aparición era real. María le dijo a Juan Diego que cortara rosas en la ladera de un cerro, aunque era invierno. El recogió la flores en su tilma y las llevó al Obispo. Cuando abrió la tilma, el obispo vio una imagen de la Virgen María impresa.

Convencido, el obispo mandó construir una iglesia. Los milagros derivados de este encuentro llevaron a casi nueve millones de aztecas a convertirse al Señor.

Dios podría cambiar fácilmente el corazón y la mente de las personas hablando con voz de trueno desde el cielo. Pero no lo hace. Prefiere escoger a los humildes para que su mensaje sea escuchado y así cambie el mundo.

Así que no nos sorprendamos si Dios nos llama para una labor especial. Si no te sientes capaz, Dios piensa lo contrario. Sigue al Señor siempre y así cumplirás cualquier misión.