La Palabra del Viernes 16 de Diciembre de 2022

Painting of the paradise
El paraíso, por By Jan Brueghel the Elder Public Domain, Link

Isaías 56, 1-3. 6-8

Esto dice el Señor:

“Velen por los derechos de los demás,
practiquen la justicia,
porque mi salvación está a punto de llegar
y mi justicia a punto de manifestarse.
Dichoso el hombre que hace esto y en ello persevera,
el que se abstiene de profanar el sábado,
el que aparta su mano de todo mal.
No diga el extranjero que ha dado su adhesión al Señor:
‘Sin duda que el Señor me excluirá de su pueblo’.
A los extranjeros que se han adherido al Señor
para servirlo, amarlo y darle culto,
a los que guardan el sábado sin profanarlo
y se mantienen fieles a mi alianza,
los conduciré a mi monte santo
y los llenaré de alegría en mi casa de oración.

Sus holocaustos y sacrificios serán gratos a mi altar,
porque mi casa será casa de oración
para todos los pueblos”.

Esto dice el Señor Dios,
que reúne a los dispersos de Israel:

“A los ya reunidos, todavía añadiré otros”.

Evangelio según San Juan 5, 33-36

En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos:

“Ustedes enviaron mensajeros a Juan el Bautista y él dio testimonio de la verdad. No es que yo quiera apoyarme en el testimonio de un hombre. Si digo esto, es para que ustedes se salven. Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y ustedes quisieron alegrarse un instante con su luz.

Pero yo tengo un testimonio mejor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido realizar y que son las que yo hago, dan testimonio de mí y me acreditan como enviado del Padre”.

Lecturas del Domingo: Diciembre 10, 2017 – Segundo Domingo de Adviento

San Juan Bautista
“La prédica de San Juan Bautista” por Pieter Brueghel the ElderOwn work Yelkrokoyade Taken in 20/07/2013, Public Domain, Link

Hoy es el segundo domingo de adviento, y es el día dedicado a San Juan Bautista.

Recordemos que San Juan es el hijo de Isabel, la prima de María la Madre de Jesús, que se enteró de su embarazo cuando María fue a visitarla.

En el momento en que María entró en la casa de su prima, el bebé de Isabel brincó de alegría.

“Bendita eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre”, es la frase que Isabel pronunció y que nosotros recordamos en el rosario.

Isabel dio a luz a San Juan Bautista tres meses después. Poco se sabe después de lo que pasó a San Juan niño y adolescente, y no es hasta varios años después que es descrito como “el mensajero”, el que antecede a Jesús.
San Juan Bautista es también considerado el último profeta de las sagradas escrituras. Después de él, no hay otro profeta más.

Vivía de la forma más humilde en el desierto. Se alimentaba de saltamontes y miel silvestre y usaba un vestido hecho con piel de camello, ceñido con un cinturón de cuero; una descripción muy gráfica que es presentada en el Evangelio de san Marcos.

Previo a la vida pública de Jesús, Juan proclamaba la palabra, pedía al pueblo alejarse de las malas obras, predicaba un bautismo de arrepentimiento bañando a la gente en el rio Jordán, y hasta escuchaba confesiones de la gente que acudía a él.

Poco a poco, comenzó a tener un grupo cada vez mayor de seguidores, muchos de los cuales comenzaron a preguntarse si era él el esperado Mesías.

Pero Juan, en su humildad, sabe que él no es el Mesías, y frecuentemente se los hace saber a su discípulos:

“Ya viene detrás de mí uno que es más poderoso que yo, uno ante quien no merezco ni siquiera inclinarme para desatarle la correa de las sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo”.

Este es el segundo mensaje de adviento.