Viernes Santo

Cruz sola con corona de espinas
Viernes Santo

Casi 700 años antes del nacimiento de Jesús, el profeta Isaías nos mandó esta profecía acerca de la pasión de Jesús, de cómo iba a morir, y cómo iba a reivindicar a la humanidad:

“Él Soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores; nosotros lo tuvimos por leproso, herido por Dios y humillado, traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes,. Él soportó el castigo que nos trae la paz. Por sus llagas hemos sido curados.”

 

Lecturas del Domingo: Febrero 5, 2017 – ¡Ustedes son la luz del mundo!

Nos rodea la Fe

Si todavía tienes dudas de qué podemos hacer para ganar un lugarcito en el Reino de los Cielos, las lecturas de hoy nos recuerdan que no sólo se trata de ir a misa todos los domingos, o saberse de memoria toda la Biblia. No, lo que hace la diferencia son tus acciones.

Isaías nos dice en la primera lectura:

“Comparte tu pan con el hambriento, abre tu casa al pobre sin techo, viste al desnudo, y no des la espalda a tu propio hermano. Entonces surgirá tu luz como aurora y cicatrizarán de prisa tus heridas”.

En ese mismo canal, y continuando con lo de las velas, luego, el Salmo 111 nos dice:

“En las tinieblas brilla como una luz el que es justo, clemente y compasivo. Dichoso el que se apiada y apresta y administra rectamente sus asuntos.”

Finalmente, en el Evangelio de San Mateo de hoy, Jesús:

“Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad construida en lo alto de un monte; y cuando se enciende una vela, no se esconde debajo de una olla, sino que se pone en un candelero para que alumbre a todos los de la casa.
“Que de igual manera brille la luz de ustedes sobre los hombres, para que viendo las buenas obras que ustedes hacen, den gloria a su Padre, que está en los cielos”.

 

 

Lecturas del Domingo: Enero 22, 2017 – Síganme y los haré pescadores de hombres

 

Jesús y Pedro
Jesús con los hermanos Pedro y Andrés, pescadores

San Mateo, en su Evangelio de hoy, nos habla de que, después de que Juan el Baustista fue arrestado, Jesús se fue triste de su pueblo y se estableció en Cafarnaúm, junto al lago en la tierra de Zabulón y Neftalí.

Mateo nos recuerda una de las profecías de Isaías, que casi 1,000 años antes había dicho:

“Tierra de Zabulón y Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los paganos. El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz. Sobre los que vivián en tierra de sombras una luz resplandeció”.

Y es que, en tiempos de Isaías, Zabulón y Neftalí eran pueblos flagelados por la corrupción, prostitución, asesinatos, etc. Por eso Isaías los menciona que caminaban en tinieblas o tierra de sombras. Y Jesús, con su presencia, se convirtió en una luz resplandeciente sobre ellos.

Finalmente, Mateo nos dice que después de un tiempo de vivir y predicar cerca del lago, Jesús se encuentra a dos hermanos, Simón –que después se llamará Pedro– y Andrés, que eran pescadores. Jesús les dijo:

“Síganme y los haré pescadores de hombres”.

Y he aquí una de las acciones más bellas de todos los Evangelios, los cuales sintetizan como debemos responder al llamado de Dios:

“Ellos inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.  Pasando más adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que estaban con su padre en la barca remendando redes, y los llamó también. Ellos, dejando enseguida a la barca y a su padre, lo siguieron”.

Lecturas del Domingo: Enero 15, 2017 – El testimonio de Juan

el bautismo de Jesús

En este Segundo Domingo Ordinario, el profeta Isaías nos dice en la primera lectura cuál es la razón del pueblo de Israel: convertir a este pueblo en la Luz de las Naciones.

Pero Israel es como una niño joven, inmaduro, con berrinches, que va aprendiendo poco a poco. A este pueblo le van a tocar las pruebas más duras y poco a poco ira adquiriendo sabiduría y sensatez.

Este es un pueblo que semeja mucho a los sembradíos: una persona se encarga de arar la tierra, luego alguien más echará las semillas. Después, alguien regará y cuidará. Finalmente alguien vendrá a cosechar.

Y lo mismo nos pasa a nosotros: nuestros padres nos dan la semilla de nuestra religión, luego ellos mismos y nuestra comunidad nos harán crecer, y finalmente Jesús será quien coseche nuestros frutos… o nos ate para mandarnos al fuego por no haber sabido darlos.

Acerca de Juan

El Evangelio de San Juan nos presenta cómo Juan da testimonio de Jesús:

“Este es el Cordero de Dios, el que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo he dicho: ´El que viene después de mí, tiene precedencia sobre mí, porque ya existía antes que yo´”

Y esto es bien importante, pues Juan, el único profeta del Nuevo Testamento, está hablando de Jesús reconociéndolo como la segunda persona de la Santísima Trinidad: Recordemos que el mismo Juan, en el inicio de su Evangelio, nos dice que en el principio ya existía el verbo, ¿y quién es el verbo? ¡pues Jesús! Antes de toda creación ya existía Él.

Y termina diciendo Juan:

“Vi al Espíritu Santo descender del cielo en forma de paloma posarse sobre Él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: ´Aquel sobre quien veas que baja y se posa el Espíritu Santo, ése es el que ha de bautizar con el Espíritu Santo´ Pues bien, yo lo vi y doy testimonio de que éste es el Hijo de Dios”.

 

 

Lecturas del Domingo: Enero 8, 2017 – La Epifanía del Señor

Los reyes magosHoy celebramos la Epifanía del Señor, es decir una de las manifestaciones de Dios en nuestras vidas. Hay muchas epifanías escritas en la Biblia, como la aparición de los ángeles, las apariciones de Jesús, y otras. Pero la de hoy es referente a Jesús.

En la primera lectura, el profeta Isaías describe el nacimiento de El Salvador casi 900 años antes, de manera muy similar a la que estamos acostumbrados a ver en los nacimientos (escenas de navidad):

“Te inundará una multitud de camellos y dromedarios, procedentes d eMadián y de Efá.Vendrán todos los de Sabá, trayendo incienso y oro y proclamando las alabanzas del Señor”.

Incienso y oro. Parte de la tradición, que por toda nuestra vida hemos escuchado:

  • 3 reyes magos: aunque la Biblia no menciona cuantos son.
  • Melchor, Gaspar y Baltazar: No, en ninguna parte de la Biblia aparecen sus nombres.
  • Sus monturas: caballo, camello ¡y hasta elefante!
  • Y sus razas, uno era europeo blanco, otro árabe, y Baltazar era ¡africano!
  • Y finalmente, sus restos se encuentran en la ciudad de Colonia, en Alemania.

Todo esto es tradición, pues ni siquiera sabemos si eran reyes. Lo que sí sabemos es que eran astrólogos, que conocían el movimiento de las estrellas y que eran gente muy importante pues se hacían seguir de un gran séquito. El Evangelio de San Mateo menciona que eran magos, pero en hebreo la palabra mago también quiere decir sacerdote.

La travesía

Siguieron a una estrella que les iba marcando el camino. Cuando llegaron a Jerusalén y anunciaron el motivo de su llegada, Herodes se sobresalto y con él toda Judá. Y con razón, pues le avisan de que ha nacido quien en verdad le puede poner fin a su reinado.

Herodes les pide que averiguen todo lo que puedan acerca del niño y regresen a él para también ir a adorarlo. Sabemos que quiere saber exactamente el lugar y desahcerse de él.

Los magos se van de con Herodes y vuelven a ver la estrella que los iba guiando, y con mucha alegría la vuelven a seguir. Encuentran al pesebre, y le hacen los ofrecimientos al niño: oro por ser rey, incienso por ser Dios, y mirra, una combinación de aceites perfumados, por ser hombre y como recordatorio de lo que le espera. La mirra se usaba en ese entonces como un unguento para los muertos.

Advertidos durante el sueño de no volver a Herodes, tomaron otro camino de regreso a sus tierras. Y nunca más volvemos a saber de ellos.

La Estrella de Belén

Se han tratado de dar muchas explicaciones a este elemento del nacimiento de Jesús: fue una estrella que explotó (super nova), fue una alineación extraordinaria de planetas, o fue simplemente un fenómeno sobrenatural.

Para muchas sectas protestantes, la estrella de Belén tiene un significado mas terrible: es un símbolo del enemigo para indicar la presencia de Jesús a sus enemigos, y así poder acabar con Él.

Por favor, no le quiten ni le pongan: lo escrito, escrito está. No lo menosprecien o le den tinte maligno como lo han hecho con otros íconos católicos ¡sólo por estar en desacuerdo!

Lecturas del Domingo: Diciembre 18, 2016 – Cansando primero al prójimo y luego a Dios

No tentarás al Señor
No tentarás al Señor

¿Cuántas veces nos enfrentamos al dilema de hacer el bien, pero con condiciones?

  • Te presto el carro, pero dame un dinero.
  • Amigos con derechos.
  • ¡Claro que nos casamos! Pero primero, dame aquellito.

Isaías, en la primera lectura, nos dice que no debemos tentar al Señor, y eso parece obvio hasta que nos ponemos a pensar:

  • ¡Ay, Diosito, ayúdame en mi problema y te mando hacer un novenario!
  • Señor, me voy de rodillas caminando hasta tu santuario, pero ayúdame en mi trabajo.
  • Si me saco la lotería, le daré una parte a los pobres.

Efectivamente, todas esas –y muchas otras– son formas de tentar a Dios. Dice Isaías:

“Oye pues, casa de David: ¿No satisfechos con cansar a los hombres, quieren cansar también a mi Dios?”

Es mucho lo que tenemos que aprender, pero como siempre, empezamos con lo básico. Lo que parece tan obvio hoy en día ya había sido discutido miles de años atrás. Pero la maldad vuelve y vuelve. ¡Y luego dicen que las enseñanzas de la Iglesía sólo son boberías!

Pero la historia no termina ahí. Isaías predice:

“Pues bien, el Señor mismo les dará por eso una señal: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz a un hijo y le pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros”.

En nuestro próximo comentario habláremos de cómo esta profecía se presenta cuando María, desposada con José, recibe la visita del ángel del Señor.

 

Lecturas del Domingo: Diciembre 4, 2016 – Juan el Bautista

Juan el Bautista por Anton Raphael Mengs - ngHjvgNHHmV4zA at Google Cultural Institute maximum zoom level, Public Domain, Link
Juan el Bautista por Anton Raphael MengsngHjvgNHHmV4zA at Google Cultural Institute maximum zoom level, Public Domain, Link

Juan el Bautista, el último profeta del pueblo Israelí. Han pasado casi 400 años y los Judíos no han tenido uno. Y ya no habrá otros profetas después de él.

El Evangelio de San Mateo nos habla de que Juan “usaba una túnica de pelo de camello, ceñida con un cinturón de cuero, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre“.

¿Por qué dar estos detalles? La razón es que, desde casi 800 años antes, los profetas Isaías, Jeremías y Ezequiel, hablan de la llegada del mesías, pero que será precedida por una “voz en el desierto, que vestirá pieles y que preparará el camino del Señor“.

De esta forma, Mateo confirma la veracidad de Juan, quien dentro de poco tiempo confirmará que Jesús es quien le precede y por quien “ni él mismo es digno de quitarle las sandalias“.

Sabemos que Juan tendrá un triste final, y que reconocerá a Jesús como el verdadero Mesías, y que aceptará que su figura vaya desapareciendo poco a poco para dar paso a nuestro Señor.

Jesús comentará de Juan: “Una lámpara radiante, de la cual todos ustedes serán dichosos por ser iluminados”.

 

Lecturas del Domingo: Noviembre 27, 2016 – Inicia el tiempo de Adviento

Adviento
Corona de Adviento, por Micha L. Rieser – Own work by uploader (wreath and picture), CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=5331008

Hoy es el primer Domingo de Adviento, el tiempo que designa la Iglesia para que nos preparemos para uno de los momentos más grandes de la Historia: el nacimiento de Jesús.

Es muy interesante entender que, este no es un acontecimiento sacado al azar por un grupo de personas y que fue puesto en la historia sólo para causar daño, división, o volver a las personas ignorantes y sumisas. Todas estas teorías han sido expuestas por grupos ateos, agnósticos, y de otras religiones por cientos de años, y sus fundamentos son tan falsos y débiles como sus propias instituciones.

Casi 1000 años antes del nacimiento de Jesús, los profetas del antiguo pueblo judío hablan de la venida del Mesías, algunos de ellos incluso predicen que nacerá en Belén, y otros indican que tendrá un precursor que preparará su venida en el desierto (Juan el Bautista).

Si quieren verlo como hecho histórico, pues los documentos existen: el pueblo de Israel, celoso de su tradición e historia vocal, no pueden mentir y de ninguna manera han alterado los libros de su Torah y Tanakh.

Las lecturas de hoy tienen un caracter profético. Empezamos escuchando a Isaías, que nos dice que “en días futuros, el monte de la casa del Señor será elevado en la cima de los montes, encumbrado sobre las montañas y hacia el confluirán todas las naciones“.

Y luego afirma: “porque de Sión saldrá la ley, de Jerusalén, la Palabra del Señor“.

Cuidado, en el reino de Dios no todos podrán entrar

¡Ah, pero debemos tener cuidado! Ya hace dos semanas, Pablo regañaba al pueblo diciéndole que no debian ser holgazanes ni metiches ni malhablados. Ahora nos vuelve a decir que:

“Comportémonos honestamente, como se hace en pleno día. Nada de comilonas, ni borracheras, nada de lujurias ni desenfrenos, nada de pleitos ni envidias. Revístanse más bien, de nuestro Señor Jesucristo y que el cuidado de su cuerpo no de ocasión a los malos deseos”

¡Oooopsss!

Finalmente, Jesús nos dice que:

“Cuando vuelva el Hijo del Hombre, de dos hombres que estén en el campo uno será llevado y el otro será dejado; de dos mujeres que estén juntas moliendo trigo, una será tomada y la otra dejada.”

“Velen pues, y estén preparados”.

Lecturas del Domingo: Agosto 21, 2016 – Para todas las naciones

¿Estás salvado?
¿Estás a salvo? por BiosthmorsOwn work, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=48171787

Jesús nos habla en el Evangelio de San Lucas que, aunque todos somos herederos de la misma salvación, la puerta para entrar a Su Reino en realidad es angosta; y muchos querrán entrar, pero no podrán hacerlo. Y no precisamente por estar gorditos.

De nuevo Jesús recalca la idea de que la Salvación no sólo es para el Pueblo Elejido, sino para todas las naciones:

“Vendrán muchos del oriente y del poniente, del norte y del sur, y participarán en el banquete del Reino de Dios. Pues los que ahora son los últimos, serán los primeros, y los que ahora son los primeros, serán los últimos.”

Isaías, en la primera lectura (Isaías 66, 18-21) y el Salmo 116, 1-2, hacen preludio a este mensaje cuando nos mencionan que las naciones de toda lengua vendrán y verán la gloria de Dios.

Pero también en este párrafo, se nos recuerda quiénes son últimos el día de hoy: los pobres, los perseguidos, los que pasan hambre, tienen frio, están presos, etc. Y los que ahora son los primeros son los famosos “uno por ciento“, los que tienen ahora mismo la mayoría de las riquezas económicas del mundo.

¿Quiere esto decir que no debo esforzarme en la vida y debo vivir miserable? ¡Definitivamente NO! Tu deber es esforzarte, y con toda justicia recibir lo que mereces por tu trabajo, no importa que sea mucho, en el nivel de miles o hasta millones.

El problema se da cuando todo eso que ganas se convierte en tu vida. Cuando ya no te importa cómo lo ganas (corrupción, usura, robo, homicidios, etc.), y peor aún cuando sólo te interesa estarlo acumulando para tí o tu familia solamente.

El tener una riqueza no es un sólo un privilegio, sino una responsabilidad; y no sólo para con tu familia, sino para con todos los demás.

Y si eres de ese uno por ciento, o una persona que se enfoca en sólo estar ganando dinero sin importar los medios, te aseguro que no importa cuán flaquito(a) estés: va a ser bien difícil que entres en el Reino de Dios.

Lecturas del Domingo: Enero 10, 2016 – Final del periódo navideño

No cabe duda de que todo lo bueno se acaba pronto, y así pasó con la Navidad del 2015 que oficialmente termina hoy.

En la primera lectura, el profeta Isaías le recuerda al pueblo de Israel que ya no deben estar tristes pues el Señor los ha liberado de la esclavitud y la servidumbre, pero ahora tienen una misión mayor: preparar la venida del mesías. Y aunque todavía les faltarán uno 500 años, el proceso tiene que empezar.

El Salmo de este domingo es uno de los más bonitos: bendice alma mía al Señor.

Hoy hay un cambio interesante en la segunda lectura. No leeremos a Pablo escribiéndole a Timoteo, su discipulo, sino a Tito, uno de los primero misioneros y discipulos de Pablo.

Finalmente, en uno de los momentos clave de la vida de Jesús, escuchamos a Juan el Bautista dejar en claro que él no es el mesías. Y luego, cuando Jesús va y toma su bautismo de las manos de Juan, se escucha en lo alto: Este es mi hijo amado en quien encuentro mis complacencias.