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Lecturas del Domingo: Julio 22, 2018 – La enseñanza de los pastores

El buen pastor
El Buen Pastor, por Meister des Mausoleums der Galla Placidia in Ravenna – The Yorck Project (2002) 10.000 Meisterwerke der Malerei (DVD-ROM), distributed by DIRECTMEDIA Publishing GmbH. ISBN: 3936122202., Public Domain, Link

¿Alguna vez te has preguntad por qué casi todas las parábolas de Jesús hablan o comparan las acciones de la gente con los pastores de ovejas? El pastor era uno de los más humildes empleos que existían en la antigüedad. Por lo general, se trataba de las personas que estaban en los más bajos niveles económicos, y muchas veces eran relegados a lo más bajo de la escala social. Eran personas que fácilmente pasaban desapercibidas y eran poco consideradas por los demás.

Por eso resulta irónico que el Hijo de Dios escoja a este ser cómo el símbolo de la guía de los hombres. ¿Por qué no mejor escoger a un general, o a uno de los sumos sacerdotes, o –por qué no– a un rey? ¿Acaso no son estas figuras mejores ejemplos de fuerza y autoridad?

Ciertamente lo son, pero en términos humanos. Para Dios, estos valores no tienen peso, lo que importa es el amor y el sacrificio, claramente representados por los humildes pastores, que hacen lo inimaginable por salvar la vida de sus rebaños. Ellos conocen muy bien a sus ovejas y saben cómo tratarlas. Las cuidan con amor y con mucha paciencia, y las ovejas los obedecen.

Pero, no todos los pastores son buenos, también los hay malos. En la primera lectura, escuchamos al profeta Jeremías decir acerca de los malos líderes religiosos:

“Ustedes han rechazado y dispersado a mis ovejas y no las han cuidado. Yo me encargaré de castigar la maldad de las acciones de ustedes. Yo mismo reuniré el resto de mis ovejas de todos los países a donde las había expulsado y las volveré a traer a sus pastos, para que ahí crezcan y se multipliquen. Les pondré pastores que las apacienten. Ya no temerán ni se espantarán y ninguna se perderá”.

Jeremías habló muy duro a los judíos, y su prédica le trajo muchos enemigos. Desafortunadamente, el pueblo no escuchó y al final recibió un severo castigo, que duró más de una generación en sanar.

El Salmo de hoy

Tambien en este día escuchamos el hermoso Salmo22:

“El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace recostar. Me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas”.

¡Ah, el descanso del pastor en los más frescos y verdes prados después de un arduo día de trabajo!

En el evangelio escuchamos que los apóstoles, después de andar por muchos pueblos haciendo milagros, son llamados por Jesús, quien les dice:

“Vengan conmigo a un lugar solitario para que descansen un poco”.

El verdadero pastor llevando a sus ovejas a los verdes prados.

Los verdaderos y buenos pastores no necesitan de medallas o de riquezas. A ellos les basta con el amor para ser los guías de sus rebaños.

Lecturas del Domingo: Noviembre 26, 2017 – Jesucristo, Rey del Universo

Jesús
Mosaico de Jesús en una catedral en Estambúl, Turquía. Foto por Dianelos GeorgoudisOwn work, CC BY-SA 3.0, Link

Hoy es el último Domingo del tiempo ordinario en el calendario de la Iglesia Católica, y esta semana terminamos el año litúrgico. Este día celebramos a Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo. La próxima semana comienza el tiempo de adviento, que quiere decir preparación. y, ¿para qué nos preparamos? pues para la llegada del mesías, el nacimiento del Salvador, el nacimiento de Jesús.

En las lecturas de hoy, escuchamos que el profeta Ezequiel hace mención a los rebaños de ovejas y de cómo el pastor es el líder que las cuida y vela por ellas. Así mismo, Jesús nos dice en el Evangelio de hoy, hablándole a los discípulos:

“Cuando venga el Hijo del Hombre, rodeado de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria. Entonces serán congregadas ante Él todas las naciones, y Él apartará los unos de los otros, como aparta el pastor a las ovejas de los cabritos, y pondrá a las ovejas a su derecha, y a los cabritos a su izquierda”.

Hasta aquí, es la imagen que siempre hemos tenido de los buenos a un lado y los malos al otro. Sin embargo, pongamos atención que originalmente Jesús está hablando de Él mismo (el Hijo del Hombre), pero ahora cambiará a tercera persona:

“Entonces dirá el rey a los de su derecha: ´Vengan, benditos de mi Padre; tomen posesión del reino preparado para ustedes desde la creación del mundo´”.

Ahora, Jesús explicará cómo es que se ha hecho la selección de buenos y malos. A través de una lista de acciones:

“Porque estuve hambriento, y me dieron de comer.
Sediento, y me dieron de beber.
Era forastero, y me hospedaron.
Estuve desnudo, y me vistieron.
Enfermo, y me visitaron.
Encarcelado y fueron a verme.”

“Los justos le contestaron entonces: ´Señor,
¿Cuándo te vimos hambriento y tedimos de comer?
¿Sediento y te dimos de beber?
¿Cuándo te vimos de forastero y te hospedamos?
¿O desnudo y te vestimos?
¿Cuándo te vismos enfermo?
¿O encarcelado, y te fueimos a ver?´
Y el rey les dirá: ´Yo les aseguro que, cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron?”

¿Cuál es la clave de la enseñanza de Jesús? Se trata de la misericordia, la ayuda y compasión por los demás que no se queda sólo en buena intención.

Y, ¿qué hay para los otros, los de la izquierda? Jesús les da este mensaje:

“¡Apártense de mí, malditos; vayan al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles.”

Y volverá a presentar la lista anterior, pero en forma negativa:

“Porque estuve hambriento, y NO me dieron de comer.
Sediento, y NO me dieron de beber.
Era forastero, y NO me hospedaron.
Estuve desnudo, y NO me vistieron.
Enfermo, y NO me visitaron.
Encarcelado y NO fueron a verme.”

Obviamente, esperamos los acusados reaccionarán ofendidos ¡Cuándo pasó todo eso!. Jesús les responderá:

“Yo les aseguro que cuando NO lo hicieron con uno de aquellos más insignificantes, tampoco lo hicieron conmigo. Entoncés irán estos al castigo eterno y los justos, a la vida eterna”.

El que tenga oídos, que oiga.

Lecturas del Domingo: 7 de Mayo de 2017 – Domingo del Buen Pastor

El buen pastor, por Alfred Handel, d. 1946[2], photo:Toby Hudson (Own work) [CC BY-SA 3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0) or GFDL (http://www.gnu.org/copyleft/fdl.html)], via Wikimedia Commons
Hoy se celebra el cuarto domingo de Pascua, el cual es conocido como el domingo del Buen Pastor, pues las lecturas del día, por lo general se refieren a Jesús como nuestro pastor, y nos hablan de cómo podemos alcanzar la salvación a través de Cristo.

Primero, Pedro –en el Libro de los Hechos de los Apóstoles– nos dice que el primer paso para alcanzar a Dios es:

“Arrepiéntanse y bautícense en el nombre de Jesucristo para el perdón de sus pecados y recibirán al Espíritu Santo”.

¡Ah, el arrepentimiento! Tan fácil que se oye, pero ¡qué difícil es consegurilo!

El Señor es mi Pastor, nada me falta

Hoy tenemos mucha fortuna que el Salmo Responsorial es uno de los más bellos que hay: el Salmo 22: “El Señor es mi pasto, nada me falta”.

Y es que, son pocos los años en que en este dia, la asignación de las lecturas pone al Salmo 22 en este Domingo del Buen Pastor.

Jesús es el verdadero Buen Pastor

Dijo Jesús a los fariseos:

“Yo les aseguro que el que no entra por la puerta del redil de las ovejas, sino que se salta por otro lado, es un ladrón, un bandido; pero el que entra por la puerta, ése es el pastor de las ovejas. A ese le abre el que cuida la puerta, y las ovejas reconocen su voz; el las llama a cada una por su nombre y las conduce afuera. Y, cuando ha sacado a todas las ovejas, camina delante de ellas, y ellas lo siguen porque conocen su voz. Pero a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños”.

Después de ver que no entendían, agregó: “Les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes que yo, son ladrones y bandidos; pero mis ovejas no los han escuchado.

Yo soy la puerta, quien entre por mí se salvará, podrá entrar y salir y encontrará pastos. El ladrón sólo viene a robar, a matar, a destruir. Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”.

Y nada nos faltará.