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Lecturas del Domingo: Enero 24, 2021 – Lo dejaron todo

Pescador
Pescador anónimo Charles Napier Hemyoil on canvas 46 × 61 cm (18.1 × 24 in), Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=4843747

Hoy es el tercer domingo del tiempo ordinario, y en el Evangelio de San Marcos, escucharemos una variación del primer encuentro de Jesús con Andrés y su hermano Simón –Pedro– de la que nos narró San Juan la semana pasada. Pero el mensaje es el mismo y la Palabra, igual de poderosa.

Después de que arrestaron a Juan el Bautista, Jesús se fue a Galilea para predicar el Evangelio de Dios y decía: “Se ha cumplido el tiempo y el Reino de Dios ya está cerca. Arrepiéntanse y crean en el Evangelio“.
Caminaba Jesús por la orilla del Lago de Galilea, cuando vio a Simón y a su hermano Andrés, echando las redes en el lago, pues eran pescadores. Jesús les dijo: “Síganme y haré de ustedes pescadores de hombres“. Inmediatemente dejaron las redes y lo siguieron.
Un poco más adelante, vio a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que estaban en una barca, remendando sus redes. Los llamó, y ellos, dejando en la barca a su padre con los trabajadores, se fueron con Jesús.

El llamado de Dios es muy poderoso. El llamado de Dios es muy suave y gentil.

Nuestro amor a Dios es mayor que el que le debemos a nuestros padres, a nuestro trabajo, a nuestros amigos. Marcos nos habla de pescadores, personajes de los más humildes en el antiguo Israel. Santiago y Juan estaban trabajando, junto a sus compañeros y a su padre. Y dejaron todo por seguir a Jesús.

En nuestra cultura Hispana, esto es inconcebible, pues tenemos muy arraigaida la definición de familia en nuestras vidas. Pero Jesús nos indica aquí que el llamado de Dios es mayor que todo lo que nos rodea, y debemos estar listos para seguirlo y dejar todo por su Palabra.

Y la Palabra es la Sabiduría para vivir en paz con Dios. Es ley para sabernos gobernar. Es el amor para vivir todos juntos.

Seguir la Palabra de Dios no es fácil, pues a veces tenemos que sacrificar amigos, trabajo y hasta la familia. Pero, la recompensa es la Vida Eterna.

Lecturas del Domingo: Enero 17, 2021 – Escuchemos la voz del Señor

Jesús y Pedro
Jesús con Pedro y Andrés

Pero, no nada mas escuchémosla, sino que sepamos llevarla a cabo.

Dios, a través de Jesús, nos llama de muchas maneras todos los días: en tus hijos, en tus padres, en tu familia, en los más pobres, y a veces en los más ricos también. Sólo hay que estar atentos al llamado del Señor.

Dice el Evangelio de San Juan del día de hoy, el segundo domingo ordinario del año litúrgico:

En aquel tiempo, estaba Juan el Bautista con dos de sus discípulos, y fijando los ojos en Jesús, que pasaba, dijo: “Este es el Cordero de Dios“. Los dos discípulos, al oír esta palabras, siguieron a Jesús. Él se volvió hacia ellos, y viendo que lo seguían, les preguntó: “¿Qué buscan?” Ellos le contestaron: “¿Dónde vives, Rabí?” (Rabí significa maestro). Él les dijo: “Vengan a ver“.
Fueron pues, vieron dónde vivía y se quedaron con él ese día. Eran como las cuatro de la tarde. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron lo que Juan el Bautista decía y siguieron a Jesús. El primero a quien encontró Andrés, fue a su hermano Simón, y le dijo: “Hemos encontrado al Mesías” (que quiere decir “El Ungido”). Lo llevó a donde estaba Jesús y éste fijando en él la mirada, le dijo: “Tú eres Simón, hijo de Juan. Tu te llamarás Kefás” (que significa Pedro, es decir, “roca”).

Así, Juan el Bautista obedeció el llamado de Dios: dejó ir a sus discípulos y se quedó sólo. Y no renegó de su nueva condición, pues sabía por Dios que había llegado la hora de Jesús.

Andrés, junto con el otro discípulo, siguieron a Jesús, dejando atrás todo. Y Andrés fue por su hermano Simón, que al estar frente a Jesús fue bautizado como Pedro, la roca de los Apóstoles.

Lecturas del Domingo: Enero 26, 2020 – Síganme y los haré pescadores de hombres

El llamado de Pedro y Santiago
“El llamado de Pedro y Santiago”, por Duccio di Buoninsegna – The Yorck Project (2002) 10.000 Meisterwerke der Malerei (DVD-ROM), distributed by DIRECTMEDIA Publishing GmbH. ISBN: 3936122202., Public Domain, Link

Tercer domingo del tiempo ordinario. Jesús comienza su prédica pública de conversión y a elegir al grupo de los doce. Dice el Evangelio de San Mateo:

“Al enterarse Jesús de que Juan el Bautista había sido arrestado, se retiró a Galilea, y dejando el pueblo de Nazaret, se fue a vivir a Cafarnaúm, junto al lago, en territorio de Zabulón y Neftalí, para que así se cumpliera lo que había anunciado el profeta Isaías:
‘Tierra de Zabulón y Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los paganos. El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz. Sobre los que vivían en tierra de sombras, una luz resplandeció’.
Desde entonces comenzó Jesús a predicar, diciendo: ‘Conviértanse, porque ya está cerca el Reino de los Cielos’.
“Una vez que Jesús caminaba por la ribera del mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado después Pedro, y Andrés, los cuales estaban echando las redes al mar, porque eran pescadores. Jesús les dijo: ‘Síganme y los haré pescadores de hombres’. Ellos inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Pasando más adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que estaban con su padre en la barca, remendando las redes, y los llamó también. Ellos, dejando en seguida la barca y a su padre, lo siguieron.
“Andaba por toda Galilea, enseñando en las sinagogas y proclamando la buena nueva del Reino de Dios y curando a la gente de toda enfermedad y dolencia”.

Cuando recibas el llamado de Dios, no lo pienses dos veces. Cuando Jesús te llame, síguelo sin importar el trabajo, la familia o los amigos. Cuando Dios te llama, es por que en verdad te necesita.

Lecturas del Domingo: Enero 22, 2017 – Síganme y los haré pescadores de hombres

 

Jesús y Pedro
Jesús con los hermanos Pedro y Andrés, pescadores

San Mateo, en su Evangelio de hoy, nos habla de que, después de que Juan el Baustista fue arrestado, Jesús se fue triste de su pueblo y se estableció en Cafarnaúm, junto al lago en la tierra de Zabulón y Neftalí.

Mateo nos recuerda una de las profecías de Isaías, que casi 1,000 años antes había dicho:

“Tierra de Zabulón y Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los paganos. El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz. Sobre los que vivián en tierra de sombras una luz resplandeció”.

Y es que, en tiempos de Isaías, Zabulón y Neftalí eran pueblos flagelados por la corrupción, prostitución, asesinatos, etc. Por eso Isaías los menciona que caminaban en tinieblas o tierra de sombras. Y Jesús, con su presencia, se convirtió en una luz resplandeciente sobre ellos.

Finalmente, Mateo nos dice que después de un tiempo de vivir y predicar cerca del lago, Jesús se encuentra a dos hermanos, Simón –que después se llamará Pedro– y Andrés, que eran pescadores. Jesús les dijo:

“Síganme y los haré pescadores de hombres”.

Y he aquí una de las acciones más bellas de todos los Evangelios, los cuales sintetizan como debemos responder al llamado de Dios:

“Ellos inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.  Pasando más adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que estaban con su padre en la barca remendando redes, y los llamó también. Ellos, dejando enseguida a la barca y a su padre, lo siguieron”.