Tú eres mi Hijo amado; yo tengo en ti mis complacencias

Espíritu Santo
El Espíritu Santo” por Dnalor 01CC BY-SA 3.0 at, Link

Primera Carta del Apostol San Juan

1 Jn 5, 5-13
Queridos hijos: ¿Quién es el que vence al mundo? Sólo el que cree que Jesús es el Hijo de Dios. Jesucristo es el que vino por medio del agua y de la sangre; Él vino, no sólo con agua, sino con agua y con sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad. Así pues, los testigos son tres: el Espíritu, el agua y la sangre. Y los tres están de acuerdo.

Si aceptamos el testimonio de los hombres, el testimonio de Dios vale mucho más y ese testimonio es el que Dios ha dado de su Hijo.

El que cree en el Hijo de Dios tiene en sí ese testimonio. El que no le cree a Dios, hace de Él un mentiroso, porque no cree en el testimonio que Dios ha dado de su Hijo. Y el testimonio es éste: que Dios nos ha dado la vida eterna y esa vida está en su Hijo. Quien tiene al Hijo, tiene la vida; quien no tiene al Hijo, no tiene la vida.

A ustedes, los que creen en el nombre del Hijo de Dios, les he escrito estas cosas para que sepan que tienen la vida eterna.

Evangelio según San Marcos

Mc 1, 7-11
En aquel tiempo, Juan predicaba diciendo: “Ya viene detrás de mí uno que es más poderoso que yo, uno ante quien no merezco ni siquiera inclinarme para desatarle la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo“.

Por esos días, vino Jesús desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán. Al salir Jesús del agua, vio que los cielos se rasgaban y que el Espíritu, en figura de paloma, descendía sobre Él. Se oyó entonces una voz del cielo que decía: “Tú eres mi Hijo amado; yo tengo en ti mis complacencias“.

 

Doming 9 de Enero, 2022 – El Bautizo de Nuestro Señor

El Bautismo de Cristo
Bautismo de Cristo por Navarrete el Mudo. Juan Fernández Navarrete[1], Public Domain, Link
Hoy celebramos el bautizo del nuestro Señor Jesús, y prácticamente también empezamos el tiempo ordinario de la Iglesia.

Isaías 40, 1-5. 9-11

“Consuelen, consuelen a mi pueblo,
dice nuestro Dios.
Hablen al corazón de Jerusalén
y díganle a gritos que ya terminó el tiempo de su servidumbre
y que ya ha satisfecho por sus iniquidades,
porque ya ha recibido de manos del Señor
castigo doble por todos sus pecados”.

Una voz clama:
“Preparen el camino del Señor en el desierto,
construyan en el páramo
una calzada para nuestro Dios.
Que todo valle se eleve,
que todo monte y colina se rebajen;
que lo torcido se enderece y lo escabroso se allane.
Entonces se revelará la gloria del Señor
y todos los hombres la verán”.
Así ha hablado la boca del Señor.

Sube a lo alto del monte,
mensajero de buenas nuevas para Sión;
alza con fuerza la voz,
tú que anuncias noticias alegres a Jerusalén.
Alza la voz y no temas;
anuncia a los ciudadanos de Judá:
“Aquí está su Dios.
Aquí llega el Señor, lleno de poder,
el que con su brazo lo domina todo.
El premio de su victoria lo acompaña
y sus trofeos lo anteceden.
Como pastor apacentará su rebaño;
llevará en sus brazos a los corderitos recién nacidos
y atenderá solícito a sus madres’’.

Salmo 103, 1-2ª. 2b-4. 24-25. 27-28. 29-30

R. (1) Bendice, al Señor, alma mía.
Bendice al Señor, alma mía:
Señor y Dios mío, inmensa es tu grandeza.
Te vistes de belleza y majestad,
la luz te envuelve como un manto. R
R. Bendice, al Señor, alma mía.
Por encima de las aguas construyes tu morada.
Las nubes son tu carro;
los vientos, tus alas y mensajeros;
y tus servidoras, las ardientes llamas. R.
R. Bendice, al Señor, alma mía.
¡Que numerosas son tus obras, Señor,
y todas las hiciste con maestría!
La tierra está llena de tus creaturas.
y tu mar, enorme a lo largo y a lo ancho,
está lleno de animales pequeños y grandes. R.
R. Bendice, al Señor, alma mía.
Todos los vivientes aguardan
que les des de comer a su tiempo:
les das el alimento y lo recogen,
abres tu mano y se sacian de bienes. R.
R. Bendice, al Señor, alma mía.
Se retiras tu aliento,
toda creatura muere y vuelve al polvo.
Pero envías tu espíritu, que da vida,
y renueva el aspecto de la tierra. R.
R. Bendice, al Señor, alma mía.

Carta del Apostol San Pablo a Tito 2, 11-14; 3, 4-7

Querido hermano: La gracia de Dios se ha manifestado para salvar a todos los hombres y nos ha enseñado a renunciar a la vida sin religión y a los deseos mundanos, para que vivamos, ya desde ahora, de una manera sobria, justa y fiel a Dios, en espera de la gloriosa venida del gran Dios y Salvador, Cristo Jesús, nuestra esperanza. Él se entregó por nosotros para redimirnos de todo pecado y purificarnos, a fin de convertirnos en pueblo suyo, fervorosamente entregado a practicar el bien.

Al manifestarse la bondad de Dios, nuestro salvador, y su amor a los hombres, él nos salvó, no porque nosotros hubiéramos hecho algo digno de merecerlo, sino por su misericordia. Lo hizo mediante el bautismo, que nos regenera y nos renueva, por la acción del Espíritu Santo, a quien Dios derramó abundantemente sobre nosotros, por Cristo, nuestro salvador. Así, justificados por su gracia, nos convertiremos en herederos, cuando se realice la esperanza de la vida eterna.

Evangelio según San Lucas 3, 15-16. 21-22

En aquel tiempo, como el pueblo estaba en expectación y todos pensaban que quizá Juan el Bautista era el Mesías, Juan los sacó de dudas, diciéndoles: “Es cierto que yo bautizo con agua, pero ya viene otro más poderoso que yo, a quien no merezco desatarle las correas de sus sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego”.

Sucedió que entre la gente que se bautizaba, también Jesús fue bautizado. Mientras éste oraba, se abrió el cielo y el Espíritu Santo bajó sobre él en forma sensible, como de una paloma, y del cielo llegó una voz que decía: “Tú eres mi Hijo, el predilecto; en ti me complazco”.

Lecturas del Domingo: Diciembre 8, 2019 – Una voz que clama en el desierto

San Juan Bautista
“La prédica de San Juan Bautista” por Pieter Brueghel the ElderOwn work Yelkrokoyade Taken in 20/07/2013, Public Domain, Link

Hoy es el segundo domingo de adviento, dedicado a San Juan Bautista.

“En aquel tiempo, comenzó Juan el bautista a predicar en el desierto de Judea, diciendo: ‘Arrepiéntanse, porque el Reino de los cielos está cerca’. Juan es aquel de quien el profeta Isaías hablaba, cuando dijo: ‘Una voz clama en el desierto: Enderecen sus senderos’.
“Juan usaba una túnica de pelo de camello, ceñida con un cinturón de cuero, y se alimentaba de saltamontes y de miel silvestre. Acudían a oírlo los habitantes de Jerusalén, de toda Judea y de toda la región cercana al Jordán; confesaban sus pecados y él los bautizaba en el río.
“Al ver que muchos fariseos y saduceos iban a que los bautizara, les dijo: ‘Raza de víboras, ¿quién les ha dicho que podrán escapar al castigo que les aguarda? Hagan ver con obras su arrepentimiento y no se hagan ilusiones pensando que tienen por padre a Abraham, porque yo les aseguro que hasta de esta piedras puede Dios sacar hijos de Abraham. Ya el hacha está puesta a la raíz de los árboles, y todo árbol que no dé fruto, será cortado y arrojado al fuego.
“‘Yo los bautizo con agua, en señal de que ustedes se han arrepentido; pero el que viene después de mí, es más fuerte que yo, y yo ni siquiera soy digno de quitarle las sandalias. Él los bautizará en el Espíritu Santo y su fuego. Él tiene el bieldo en su mano para separar el trigo de la paja. Guardará el trigo en su granero y quemará la paja en el fuego que no se extingue'”.

 

Lecturas del Domingo: Enero 13, 2019 – Bautismo del Señor

El Bautismo de Cristo
Bautismo de Cristo por Navarrete el Mudo. Juan Fernández Navarrete[1], Public Domain, Link
Este día celebramos el Bautismo de Jesus a través de Juan el Bautista, y también es oficialmente el último día de la Navidad. Todos los domingos de aquí en adelante y hasta el inicio de la Cuaresma serán del tiempo ordinario.

Ochocientos años antes, el profeta Isaías anunciaba al pueblo de Israel que después de muchos años de ser esclavos de los Babilonios por fin eran libres y ya estaban listos para emprender su camino hacia la tierra prometida de la que habían sido sacados. Y lo hacía con un mensaje de esperanza:

“Consuelen, consuelen a mi pueblo, dice nuestro Dios. Hablen al corazón de Jerusalén y díganle a gritos que ya terminó el tiempo de la servidumbre y que ya ha satisfecho por sus iniquidades, porque ya ha recibido de manos del Señor castigo doble por todos sus pecados”.

Recordemos que el pueblo judío, a pesar de ser el elegido de Dios, siempre ha estado en pleito con Él, como un hijo único consentido se rebela a su padre. ¡Y constantemente le ha ofendido! La paciencia de Dios llegó a su fin y los Babilonios se encargaron de darles una lección al derrotarlos y después llevárselos como esclavos.

Después de estas palabras, Isaías hace una profecía acerca del nacimiento de Jesús, y particularmente, nos menciona la figura de San Juan Bautista:

“Una voz clama: ´Preparen el camino del Señor en el desierto, construyan en el páramo una calzada para nuestro Dios. Que todo valle se eleve, que todo monte y colina se rebajen; que lo retorcido se enderece y lo escabroso se allane. Entonces se revelará la gloria del Señor, y todos los hombres la verán´. Así ha hablado la boca del Señor”.

El Evangelio de san Lucas del día de hoy, nos habla del bautismo de Jesús, y nos dice que como el pueblo estaba bastante emocionado al escuchar hablar a Juan en el desierto y de cómo su mensaje era de arrepentimiento y esperanza, y al mismo tiempo de la próxima llegada del verdadero mesías. Pero la gente pensaba que él era el nuevo liberador del pueblo Judío, así que Juan mismo se encargó de corregirlos al decirles:

“Es cierto que yo bautizo con agua, pero ya viene otro más poderoso que yo, a quien no merezco desatarle las correas de sus sandalias. El los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego”.

Y continua san Lucas:

“Sucedió que entre la gente que se bautizaba, también Jesús fue bautizado. Mientras éste oraba, se abrió el cielo y el Espíritu Santo bajó sobre él en forma sensible, como de una paloma, y del cielo llegó una voz que decía: ´Tú eres mi Hijo, el predilecto; en ti me complazco´”.

Así, de nueva cuenta tenemos otra manifestación de Dios en la Tierra. Esta vez dándonos a conocer que en realidad Jesús es el Hijo de Dios, y que junto con el Espíritu Santo, y Dios Padre son uno mismo, y uno solo.

Nuestras tribulaciones y problemas son muchos en la vida. Pero las promesas de Dios siempre se cumplen y siempre son buenas, para todos nosotros. Este es el mensaje de Juan el Bautista y las profecías de Elías. Nosotros no tenemos que esperar ochocientos años, pues nuestra vida es corta y la solución a todos los males siempre está en corto plazo, siempre y cuando tengamos fe en Dios.

Le llegada de Jesús a través de María es un cambio grande para la humanidad rebelde. Ya no estamos hablando solamente de un pueblo, sino de todos los países del planeta como una sola familia.

 

¡Homer y Bart Simpson son católicos!

Homer y Bart en el cielo católico conviviendo con Jesús
Homer y Bart en el cielo católico conviviendo con Jesús ¿Te fijas que hay Hispanos, Italianos e Irlandeses?

Pues sí, aunque no lo creas, hay un episodio de Los Simpson en que en un pequeño momento Bart y Homer son bautizados por un sacerdote católico. Y aunque despué de eso se siguen viendo asistiendo a la Iglesis Presbiteriana, una cosa no pueden rechazar: el haber recibido el bautismo católico nadie se los puede quitar.

Bart, después de ser acusado de causar un desastre en una feria escolar (aunque difícil de creer, pero él no fue el culpable), es mandado a un colegio privado católico donde conoce a un popular profe que lo invita a conocer más de la religión. El profesor resulta ser interpretado por Liam Neeson (La Lista de Schindler, Taken, y otras películas), católico irlandés.

Homer trata de hablar con el sacerdote y termina confesándose… y convirtiéndose.

La trama girará en cómo las muchas diferencias entre todas las denominaciones cristianas has afectado a la unidad y desviación del mensaje original de Jesús.

Aunque Al Jean, productor del programa, constantemente argumenta que los dos personajes NO SON CATOLICOS y que próximamente hará un episodio demostrándolo, por ahora ya se fregó: ¡el bautismo nos se los quita nadie!

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