Tercer Domingo de Adviento 2020

El Bautismo de Cristo
Bautismo de Cristo por Juan el Bautista. Navarrete el Mudo. Juan Fernández Navarrete[1], Public Domain, Link
Hoy es el tercer domingo del tiempo ordinario. Este es domingo conocido como Alegría y Regocijo y está representado por el color rosa de la vela que será encendida en la corona de adviento. Tambien el sacerdote usará vestiduras de ese color.

La semana pasada, el Evangelio de San Marcos nos hablaba de Juan el Bautista, y hoy, en algunos lugares del mundo, se reconoce éste como el día de Juan. Por eso, escucharemos otra descripción del inicio de su vida, pero esta vez de parte de Apóstol San Juan.

Hubo un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Este vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. Él no era la luz, sino testigo de la luz.
Este es el testimonio que dio Juan el Bautista, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén a unos sacerdotes y levitas para preguntarle: “¿Quién eres tú?” Él reconoció y no negó quien era. El afirmó: “Yo no soy el Mesías“. De nuevo le preguntaron: “¿Quién eres, pues? ¿Eres Elías?”  Él les respondió: “No lo soy“. “¿Eres el profeta?” Respondió: “No“. Le dijeron: “Entonces dinos quién eres, para poder llevar una respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de tí mismo?” Juan les contestó: “Yo soy la voz que grita en el desierto: ‘Enderecen el camino del Señor’, como anunció el profeta Isaías“.
Los enviados, que pertenecían a la secta de los fariseos, le preguntaron: “Entonces, ¿por qué bautizas, si no eres el Mesías, ni Elías, ni el profeta?” Juan les respondió: “Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes hay uno, al que ustedes no conocen, alguien que viene detrás de mí, a quien yo no soy digno de desatarle las sorreas de sus sandalias“.
Esto sucedió en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde Juan bautizaba.

Este es otro anuncio de la pronta aparición en la vida pública de Jesús.

Lecturas del Domingo: Diciembre 15, 2019 – Alegría en la revelación

Vela rosa del tercer domingo de adviento
Tercer Domingo de Adviento

Este es el tercer domingo del tiempo de adviento, y se le conoce como Domingo de la Alegría, pues Jesús está ya por llegar a nuestra vida humana. En la corona de adviento en las iglesias, se enciende la vela rosa, y de ese color estará vestido el sacerdote y el diácono.

Hoy también tenemos en el Evangelio de San Mateo, una narración en la que a Juan el Bautista le es revelado quién es Jesús en realidad, y cómo Juan lo reconoce como el hijo de Dios, pero de una forma humilde y hermosa:

“En aquel tiempo, Juan se encontraba en la cárcel, y habiendo oído hablar de las obras de Cristo, le mandó preguntar por medio de dos discípulos: ‘¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?’.
“Jesús les respondió: ‘Vayan a contar a Juan lo que están viendo y oyendo: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios de la lepra, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia el Evangelio. Dichoso aquel que no se sienta defraudado por mí’.
“Cuando se fueron los discípulos, Jesús se puso a hablar a la gente acerca de Juan: ‘¿Qué fueron ustedes a ver en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? No. Pues entonces, ¿qué fueron a ver? ¿A un hombre lujosamente vestido? No, ya que los que visten con lujo habitan en los palacios. ¿A qué fueron, pues? ¿A ver a un profeta? Sí, yo se lo aseguro; y a uno que es todavía más que profeta. Porque de él está escrito: He aquí que yo envío a mi mensajero para que vaya delante de ti y te prepare el camino. Yo les aseguro que no ha surgido entre los hijos de una mujer ninguno más grande que Juan el Bautista. Sin embargo, el más pequeño en el Reino de Dios, es todavía más grande que él”.

Así, con el reconocimiento de Jesús, Juan el Bautista es declarado profeta, y es el último profeta de la Biblia, pues después de él el misterio de Jesús –La recompensa de la Vida Eterna para todos– finalmente es revelado y dado a la humanidad.

Lecturas del Domingo: Diciembre 16, 2018 – Adviento: Alegría

Vela rosa del tercer domingo de adviento
Tercer Domingo de Adviento

Hoy es el Tercer Domingo de Adviento, y la tercera vela que se enciende representa la Alegría en nuestras almas porque está ya casi aquí nuestro Señor Jesús.

El color rosa de la vela también estará muy presente en todas las iglesias, incluyendo la vestimenta del sacerdote.

San Pablo, en su carta a los filipenses, manda un mensaje de mucha esperanza y alegría:

“Hermanos míos: Alégrense siempre en el Señor; se lo repito: ¡Alégrense! Que la benevolencia de ustedes sea conocida por todos. El Señor está cerca. No se inquieten por nada, más bien presenten en toda ocasión sus peticiones a Dios en la oración y la súplica, llenos de gratitud. Y que la paz de Dios, que sobrepasa toda inteligencia, custodie sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús”.

¡Ánimo! Jesús está cada vez más cerca.

 

Lecturas del Domingo: Marzo 26, 2017 – El relato del ciego

Jesús y el ciego
Jesús y el ciego, por Andrey MironovOwn work, CC BY-SA 4.0, Link

Este es, sin duda, un día con algunas de las lecturas más hermosas del año. Y nos es para menos: si tuvieron oportunidad de ir a la iglesia el día de hoy, se dieron cuenta de que los sacerdotes y diáconos llevaban algo de color rosa. Este es el símbolo de la alegría, y sólo se lleva a cabo dos veces al año: hoy, en el cuarto domingo de la cuaresma, y en el tercer domingo de adviento, cerca de la Navidad.

Y, es que hoy la Iglesia trata de decirnos que debemos de estar alegres, que las restricciones de la cuaresma están por terminar y se acerca el día más grande de la historia.

Pero volvamos un poco a las lecturas. Primero, tenemos cómo Samuel, uno de los profetas del antiguo testamento, es mandado por Dios a escoger al segundo Rey de Israel. Le son presentados 7 hermanos, de mayor a menor, para que unja al que Dios le diga. Es curioso que Samuel cree que el primer hermano, el mayor y mas fuerte, será el elegido; pero Dios le dice que no se deje llevar por las apariencias, pues ÉL no usa los mismos criterios de los hombre para elegirlos.

Asi van pasando uno a uno hasta que el último, que ni siquiera había sido considerado por ser el mas joven y pequeño. ¡Hasta lo habían mandado a pastorear ovejas!

Y ese último, que no tenía las más pequeñas posibilidades de ser el nuevo Rey de Israel, era David.

El Señor es mi pastor, nada me falta

¡Ah, el Salmo 22! El Señor es mi pastor, nada me falta. Lindísmo poema, precisamente de David para alabar a Dios. Cuando tengas una oportunidad, escúchalo con la música apropiada, vale la pena.

Y el Evangelio con el relato del ciego

¿Cuántas veces necesitaban los antiguos fariseos para convencerse de un milagro? Okay, ¿cuántas veces necesito yo ver algo para convencerme de los milagros? Jesús le recobra la vista a un ciego de nacimiento, y la gente de Israel cuestiona el acontecimiento:

  • ¿Porqué está sucediendo en Sábado, el día de guardar?
  • Unos dicen: “no, este no es el ciego que pedía limosna, pero se le parece”.
  • Los fariseos no le creen, ¡y hasta mandan a traer a sus padres para ver si de verdad nació ciego!
  • Los padres cuando les preguntan cómo es que su hijo recobró la vista, por miedo a los fariseos, les responden: “El ya tiene edad, pregúntenle a él”.

El ciego, cuando es preguntado por el grupo, les responde sabiamente –refiriéndose a Jesús–:

“Es curioso que ustedes no sepan de dónde viene y, sin embargo, me ha abierto los ojos. Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, pero al que los teme y hace su voluntad, a ese sí lo escucha. Jamás se había oído decir que alguien abriera los ojos a un ciego de nacimiento. Si este no viniera de Dios, no tendría ningún poder.”

Obviamente, esto causó la furia de los fariseos, que lo hecharon del templo. Después, Jesús se lo encuentra luego de un interesante intercambio el ciego reconoce a Jesús como su liberador, pero más importante, como el verdadero mesías.

El ciego dijo: “Creo, Señor”, y postrándose lo adoró.