Lecturas del Domingo: Diciembre 15, 2019 – Alegría en la revelación

Vela rosa del tercer domingo de adviento
Tercer Domingo de Adviento

Este es el tercer domingo del tiempo de adviento, y se le conoce como Domingo de la Alegría, pues Jesús está ya por llegar a nuestra vida humana. En la corona de adviento en las iglesias, se enciende la vela rosa, y de ese color estará vestido el sacerdote y el diácono.

Hoy también tenemos en el Evangelio de San Mateo, una narración en la que a Juan el Bautista le es revelado quién es Jesús en realidad, y cómo Juan lo reconoce como el hijo de Dios, pero de una forma humilde y hermosa:

“En aquel tiempo, Juan se encontraba en la cárcel, y habiendo oído hablar de las obras de Cristo, le mandó preguntar por medio de dos discípulos: ‘¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?’.
“Jesús les respondió: ‘Vayan a contar a Juan lo que están viendo y oyendo: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios de la lepra, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia el Evangelio. Dichoso aquel que no se sienta defraudado por mí’.
“Cuando se fueron los discípulos, Jesús se puso a hablar a la gente acerca de Juan: ‘¿Qué fueron ustedes a ver en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? No. Pues entonces, ¿qué fueron a ver? ¿A un hombre lujosamente vestido? No, ya que los que visten con lujo habitan en los palacios. ¿A qué fueron, pues? ¿A ver a un profeta? Sí, yo se lo aseguro; y a uno que es todavía más que profeta. Porque de él está escrito: He aquí que yo envío a mi mensajero para que vaya delante de ti y te prepare el camino. Yo les aseguro que no ha surgido entre los hijos de una mujer ninguno más grande que Juan el Bautista. Sin embargo, el más pequeño en el Reino de Dios, es todavía más grande que él”.

Así, con el reconocimiento de Jesús, Juan el Bautista es declarado profeta, y es el último profeta de la Biblia, pues después de él el misterio de Jesús –La recompensa de la Vida Eterna para todos– finalmente es revelado y dado a la humanidad.

Lecturas del Domingo: Diciembre 1, 2019 – Estén preparados

corona de adviento
Corona de Adviento, por Johann JaritzOwn work, CC BY-SA 3.0 at, Link

¡Estamos en tiempo de adviento! Esto quiere decir que hoy es el primer domingo de preparación para la llegada de Nuestro Señor Jesucristo al mundo hace ya más de dos mil años.

Este es un tiempo de preparación, y en todas las iglesias se pone una tradicional corona verde con cuatro velas, cada una de las cuales se irán prendiendo cada domingo de este tiempo.

El simbolismo de las velas y la corona es muy importante: El verde entrelazado representa la vida, nuestras vidas. Y la luz de las velas representa a Jesús, la luz de nuestras vidas.

Así pues, preparémonos para recibir la Navidad y leamos a San Mateo, cuyo evangelio nos guiará durante el nuevo año litúrgico 2020 que también hoy comienza:

“En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: ‘Así como sucedió en tiempos de Noé, así también sucederá cuando venga el Hijo del hombre. Antes del diluvio, la gente comía, bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca. Y cuando menos lo esperaban, sobrevino el diluvio y se llevó a todos. Lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre. Entonces, de dos hombres que estén en el campo, uno será llevado y el otro será dejado; de dos mujeres que estén juntas moliendo trigo, una será llevada y la otra dejada.
‘Velen, pues, y estés preparados, porque no saben qué día va a venir su Señor. Tengan por cierto que si un padre de familia supiera a qué hora va a venir el ladrón, estaría vigilando y no dejaría que se le metiera por un boquete en la casa. También ustedes estén preparados, porque a la hora que menos lo piensen, vendrá el Hijo del hombre'”.

 

Domingo del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo (Corpus Christi)

Alimentando a la multitud
“Alimentando a la multitud” por Bernardo Strozzi – http://www.1st-art-gallery.com/Bernardo-Strozzi/The-Miracle-Of-The-Loaves-And-Fishes.html, Public Domain, Link

Hoy celebramos el Domingo del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, también conocido como Domingo de Corpus Christi. El Evangelio de San Lucas nos trae el mensaje de la multiplicación de los panes y pescados como la lectura de hoy:

“En aquel tiempo, Jesús habló del Reino de Dios a la multitud y curó a los enfermos.
“Cuando caía la tarde, los doce apóstoles se acercaron para decirle: ´Despide a la gente para que se vayan a los pueblos y caseríos a buscar alojamiento y comida, porque aquí estamos en un lugar solitario´. Él les contestó: ´Denles ustedes de comer´. Pero ellos le replicaron: ´No tenemos mas que cinco panes y dos pescados; a no ser que vayamos nosotros mismos a comprar víveres para toda esta gente´. Eran como cinco mil varones.
“Entonces, Jesús dijo a los discípulos: ´Hagan que se sienten en grupos como de cincuenta´. Así lo hicieron, y todos se sentaron. Después, Jesús tomó en sus manos los cinco panes y los dos pescados, y levantando su mirada al cielo pronunció sobre ellos una oración de acción de gracias, los partió y los fue dando a los discípulos, para que ellos los distribuyeran entre la gente.
“Comieron todos y se saciaron, y de lo que sobró, se llenaron doce canastos”.

Uno de los más bellos relatos que está en los cuatro evangelios de la Iglesia Católica (Juan, Mateo, Marco y Lucas), haciéndolo uno de los milagros documentados –y, por decirlo así, comprobado históricamente, puesto que los autores no tuvieron en contacto entre sí durante sus propias redacciones, y todos coinciden en varios aspectos importantes:

  • Eran como cinco mil varones. Eso quiere decir que ademas de ellos, estaban las esposas y los hijos. Algunos cálculos ponen el número total en más de quince mil personas.
  • Todos comieron y se saciaron.
  • Se llenaron doce canastos. Curioso número, pero uno de los más importantes en la Biblia: 12 hijos de Jacob, 12 tribus de Israel, 12 apóstoles; en Daniel 12:12, él habla del número 1,335 (1+3+3+5=12), etc.

Pero lo más importante: el recordatorio de que teniendo Fé en nuestro Señor Jesús, todo es posible, hasta alimentar a más de 15 mil personas con sólo dos pescados y cinco panes.

Inicio de Cuaresma: El Evangelio de San Mateo

Cruz
Señor mio, y Dios mio

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discipulos: “Tengan cuidado de no practicar sus obras de piedad delante de los hombres para que los vean. De lo contrario, no tendrán recompensa con su Padre Celestial.

“Por lo tanto, cuando des limosna, no lo anuncies con trompeta, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, para que los alaben los hombres. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará.

“Cuando ustedes hagan oración, no sean como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que los vea la gente. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta, y ora ante tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará.

“Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como los hipócritas que descuidan la apariencia de su rostro, para que la gente note que están ayunando. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que la gente no sepa que estás ayunando, sino tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará”.

Evangelio según San Mateo. 6:1-6, 16-18