Lecturas del Domingo: Julio 26, 2020 – Las Riquezas de Dios

Parábola del tesoro escondido
Parábola del tesoro escondido, atribuida posiblemente a Rembrandt o a Gerard DouTrabajo propio, Yelkrokoyade, 20/07/2011, CC BY-SA 3.0, Link

Hoy es el décimo séptimo domingo del tiempo ordinario, y esta semana hablaremos de las riquezas, y de cuáles son las que en verdad valen la pena.

El Evangelio de hoy, tomado de San Mateo, nos habla de esta plática que Jesús tiene con sus discípulos:

“El Reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en un campo. El que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va y vende todo cuanto tiene y compra aquel campo.
“El Reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas que, al encontrar una perla muy valiosa, va y vende todo cuanto tiene y la compra”.

Aquellos afortunados que encuentran el verdadero valor de las enseñanzas de Cristo Jesús en sus parábolas y enseñanzas, tienen la dicha de poseer el más grande tesoro al que podemos aspirar. Imaginemos que ya no es necesario pensar más en el dinero, o en el pago de la hipoteca o renta de la casa, o en conseguir un nuevo trabajo para ganar mas, etc.

Ahora, tratemos de hacerlo.

Completamente difícil ¿verdad? Y es que somos humanos. Nos preocupa el qué vamos a comer, dónde vamos a dormir, cómo lo haré para pagar mi deudas, y un sin fin de cosas más que nos desvían de buscar el significado de la Palabra de Dios.

No, no estamos diciendo que debemos ser irresponsables y olvidarnos de nuestros compromisos.

Pero, sí debemos darle su importancia correcta y no volverlos el único objetivo de la vida. El dinero no lo es todo, y el enfocar la existencia a generarlo es un grave error. Saber darle su dimensión con humildad y caridad es la forma correcta de llevar una vida sana y fructifera.

Sigue el Evangelio:

“También se parece el Reino de los cielos a la red que los pescadores hechan en el mar y recoge toda clase de peces. Cuando se llena la red, los pescadores la sacan a la playa y se sientan a escoger los pescados; ponen lo buenos en canastos y tiran lo malos. Lo mismo sucederá al final de los tiempos: vendrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los arrojarán al horno encendido. Allí será el llanto y la desesperación.
“¿Han entendido todo esto? Ellos le contestaron: ‘Sí’. Entonces él les dijo: ‘Por eso, todo escriba instruido en las cosas del Reino de los cielos es semejante al padre de familia, que va sacando de su tesoro cosas nuevas y cosas antiguas'”.

¿Han entendido todo esto?

La humilde semilla del grano de mostaza

semilla de mostaza
La semilla del grano de mostaza mide entre uno y dos milímetros, pero cuando crece puede alcanzar los 30 pies de alto (unos 10 metros)

La semillita del grano de mostaza es una de las más pequeña de todas. Y llega a convertirse en un frondoso árbol al que las las más humildes criaturas se le acercan por su sombra.

En el Evangelio de San Mateo del domingo pasado escuchamos acerca del tiempo de la cosecha en la parábola del trigo y la cizaña. Hoy leerémos también sobre cómo la Palabra de Dios (la semillita de mostaza), al llegar a la tierra correcta (el corazón de la gente buena) se convierte en manto gigante para cubrir (dar esperanza y salvación) a todos los humildes y nobles de alma.

“Jesús les propuso esta otra parábola: El Reino de los cielos es semejante a la semilla de mostaza que un hombre siembra en el huerto. Ciertamente es la más pequeña de todas las semillas, pero cuando crece, llega a ser más grande que las hortalizas y se convierte en un arbusto, de manera que los pájaros vienen y hacen nido en sus ramas.
“Les dijo también otra parábola: El Reino de los cielos se parece a un poco de levadura que tomó una mujer y las mezcló con tres medidas de harina, y toda la masa acabó por fermentar.
“Jesús decía a la muchedumbre todas estas cosas con parábolas, y sin parábolas nada les decía, para que se cumpliera lo que dijo el profeta: Abriré mi boca y les hablaré con parábolas; anunciaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo”.

La levadura es la Palabra. Las tazas de harina son los corazones de los hombres buenos. La masa es todos aquellos donde la palabra encontró su lugar.

El que tenga oídos, que oiga.

Lecturas del Domingo: Julio 19, 2020 – Parábola del Trigo y la Cizaña

Ílustración de la parábola del trigo y la cizaña
Ilustración de la parábola del trigo y la cizaña. Tomada del libro Christ’s Object Lessons by Ellen Gould Harmon White, page 73 https://archive.org/details/christsobjectles00whitrich, Public Domain, Link

Hoy es el decimosexto domingo del tiempo ordinario. Muchas veces nos preguntamos porqué Dios no castiga a los malos y sólo deja a los buenos. Esta es una de las injusticias más grandes que los católicos –y muchos cristianos—tenemos que enfrentar de parte de gente de otras religiones, pero principalmente de los ateos.

El Evangelio de San Mateo del día de hoy puede darnos una buena idea para dar una respuesta apropiada:

“En aquel tiempo, Jesús propuso esta parábola a la muchedumbre: El Reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras los trabajadores dormían, llegó un enemigo del dueño, sembró cizaña entre el trigo y se marchó. Cuando crecieron las plantas y se empezaba a formar la espiga, apareció también la cizaña.
“Entonces los trabajadores fueron a decirle al amo: ‘Señor, ¿qué no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, salió esta cizaña?’ El amo les respondió: ‘De seguro lo hizo un enemigo mío’. Ellos le dijeron: ‘¿Quieres que vayamos a arrancarla?’ Pero él les contestó: ‘No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquen también el trigo. Dejen que crezcan juntos, hasta el tiempo de la cosecha y, cuando llegue la cosecha, diré a los segadores: Arranquen primero la cizaña y átenla en gavillas para quemarla; y luego almacenen el trigo en el granero’”.

Aunque parece obvia la narración anterior, los mismos discípulos se confundieron con su significado, por lo que le pidieron a Jesús que se las explicara:

“Luego despidió a la multitud y se fue a su casa. Entonces se le acercaron sus discípulos y le dijeron: ‘Explícanos la parábola de la cizaña sembrada en el campo’.
“Jesús les contestó: ‘El sembrador de la buena semilla es el Hijo del hombre, el campo es el mundo, la buena semilla son los ciudadanos del Reino, la cizaña son los partidarios del maligno, el enemigo que la siembra es el diablo, el tiempo de la cosecha es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles’.
“‘Y así como recogen la cizaña y la queman en el fuego, así sucederá al fin del mundo: el Hijo del hombre enviará a sus ángeles para que arranquen de su Reino a todos los que inducen a otros al pecado y a todos los malvados, y los arrojen en el horno encendido. Allí será el llanto y la desesperación. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre'”.

Y concluyó Jesús diciendo:

“El que tenga oídos, que oiga”.

Lecturas del Domingo: Julio 12, 2020 – La humilde semilla

Semillas germinando
Germinación de semillas de eucalipto, por Balaji KasirajanOwn work, CC BY-SA 3.0, Link

¿Qué tienen en común la primera lectura de hoy y el Evangelio? Los dos hablan de la humilde semilla, y de cómo con amor, paciencia, riego y una buena tierra, puede llegar a ser poderosa, frondosa y dar muchos frutos.

Así también es la Palabra de Dios.

Primero, escuchamos ahora un pequeño extracto del Libro de Isaías:

“Esto dice el Señor: ‘Como bajan del cielo la lluvia y la nieve y no vuelven para allá, sino depués de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, a fín de que dé semilla para sembrar y pan para comer, así será la palabra que sale de mi boca: no volverá a mí sin resultado, sino que hará mi voluntad y cumplirá mi misión'”.

Así, entendemos que la semillita puede ser un tan pequeñita como un granito; pero, que si llega a los corazones correctos, dará los frutos perfectos.

Y luego, en el Evangelio de San Mateo de hoy, Jesús, nos da una gran lección acerca de la Palabra de Dios:

“Un día salió Jesús de la casa donde se hospedaba y se sentó a la orilla del mar. Se reunió en torno suyo tanta gente, que él se vio obligado a subir a una barca, donde se sentó, mientras la gente permanecía en la orilla. Entonces Jesús les habló de muchas cosas en parábolas y les dijo:
“Una vez salió un sembrador a sembrar, y al ir arrojando la semilla, unos granos cayeron a lo largo del camino; vinieron los pájaros y se los comieron. Otros granos cayeron en terreno pedregoso, que tenía poca tierra; ahí germinaron pronto, porque la tierra no era gruesa; pero cuando subió el sol, lo brotes se marchitaron, y como no tenían raíces, se secaron. Otros cayeron entre espinos, y cuando los espinos crecieron, sofocaron las plantitas. Otros granos cayeron en tierra buena y dieron fruto: unos, ciento por uno; otros, sesenta; y otros, treinta. El que tenga oídos, que oiga.
“Después se le acercaron sus discípulos y le preguntaron: ‘¿Por qué les hablas en parábolas?’ Él les respondió: ‘A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del reino de los cielos, pero a ellos no. Al que tiene, se le dará más y nadará en la abundancia; pero al que tiene poco, aun ese poco se le quitará. Por eso les hablo en parábolas, porque viendo no ven y oyendo no oyen ni entienden’.
“En ellos se cumple aquella profecía de Isaías que dice: Oirán una y otra vez y no entenderán; mirarán y volverán a mirar, pero no verán; porque este pueblo ha endurecido su corazón, ha cerrado sus ojos y tapado sus oídos, con el fín de no ver con los ojos ni oír con los oídos, ni comprender con el corazón. Porque no quieren convertirse ni que yo los salve.
“Pero dichosos, ustedes, porque sus ojos ven y sus oídos oyen. Yo les aseguro que muchos profetas y muchos justos desearon ver lo que ustedes ven y no lo vieron y oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron. Escuchen, pues, ustedes lo que significa la parábola del sembrador:
“A todo hombre que oye la palabra del Reino y no la entiende, le llega el diablo y le arrebata lo sembrado en el corazón. Esto es lo que significan los granos que cayeron a lo largo del camino.
“Lo sembrado sobre terreno pedregoso significa al que oye la palabra y la acepta inmediatamente con alegría; pero, como es inconstante, no la deja echar raíces, y apenas le viene una tribulación o una persecución por causa de la palabra, sucumbe.
“Lo sembrado entre los espinos representa a aquel que oye la palabra, pero las preocupaciones de la vida y la seducción de las riquezas la sofocan y queda sin fruto.
“En cambio, lo sembrado en tierra buena representa a quienes oyen la palabra, la entienden y dan fruto: unos, el ciento por uno; otros, el sesenta; y otros, el treinta”.

¿Cuál semillita eres tú?

Domingo de Pentecostés 2020

Espíritu Santo
“El Espíritu Santo” por Dnalor 01Own work, CC BY-SA 3.0 at, Link

Depués de 49 días del Domingo de Resurrección se celebra el Domingo de Pentecostés (algunos estudiosos de la Palabra dicen que son en realidad 50 días contando ambos domingos), y también hoy concluye oficialmente la Pascua 2020. En los tiempos de Jesús, el pueblo Judío celebraba en estas fechas el llamado festival de las cosechas, así que en la ciudad de Jerusalén se encontraba una gran cantidad de peregrinos que venían de muchas partes del mundo (o más bien, del mundo conocido hasta entonces) para las celebraciones.

Jesús ha resucitado y constantemente se ha aparecido a sus discípulos. Incluso, en una ocasión se manifestó a muchísima gente. Y cada vez, les recuerda a todos que está por irse, pero no se quedarán solos: El Espíritu Santo se quedará con ellos.

Recordemos que, al principio de la vida pública de Jesús, cuando Juan el Bautista procedió a bautizar a Jesús en el Jordán, mucha gente, incluido San Juan, el discípulo amado por Jesús, son testigos de que el “Espíritu Santo descendió como paloma” y se posó sobre nuestro Señor.

Luego, según el Evangelio de hoy, del propio San Juan, Jesús les dejó el Espíritu Santo a los apóstoles:

“Al anochecer del día de la resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde se hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: ‘La paz esté con ustedes’. Dicho esto, les mostró las manos y el costado.
“Cuando los discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría. De nuevo les dijo Jesús: ‘La paz esté con ustedes. Así como mi Padre me ha enviado, así también los envío yo’.
Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: ‘Reciban al Espíritu Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar”.

Pero ahora, 50 días después, en la Primera Lectura, tomada del Libro de los Hechos de los Apóstoles, escucharemos el relato de lo que pasó en este día:

“El día de Pentecostés, todos los discípulos estaban reunidos en un mismo lugar. De repente, se oyó un gran ruido que venía del cielo, como cuando sopla un viento fuerte, que resonó por toda la casa donde se encontraban. Entonces aparecieron lenguas de fuego que se distribuyeron y se posaron sobre ellos; se llenaron todos del Espíritu Santo y empezaron a hablar en otros idiomas, según el Espíritu les inducía a expresarse.
“En esos días había en Jerusalén judíos devotos, venidos de todas partes del mundo. Al oír el ruido, acudieron en masa y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propio idioma.
“Atónitos, y llenos de admiración, preguntaban: ‘¿Qué no son galileos todos estos que están hablando? ¿Cómo, pues, los oímos hablar en nuestra lengua nativa? Entre nosotros hay medos, partos y elamitas; otros vivimos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia y en Panfilia, en Egipto o en la zona de Libia que limita con Cirene. Algunos somos visitantes, venidos de Roma, judíos y prosélitos; también hay cretenses y árabes. Y sin embargo, cada quien los oye hablar de las maravillas de Dios en su propia lengua'”.

El Espíritu Santo ya no sólo está con los apóstoles ¡sino con todos los seguidores de Jesús, y estamos nosotros también incluidos! Así, aunque Jesús subió a los cielos, no nos dejó y cumplió su promesa: “Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fín del mundo” – Mateo28, 20.

 

Lecturas del Domingo: Marzo 8, 2020 – Escúchenlo

La transfiguración de Jesús
La Transfiguración, por Carl Blochhttp://www.1st-art-gallery.com/Carl-Heinrich-Bloch/The-Transfiguration.html, Public Domain, Link

Del Evangelio de San Mateo, tenemos una de las narraciones más impresionantes de las Sagradas Escrituras, en la cual se relata la transformación de nuestro Señor Jesús en luz sobre los apóstoles Pedro, Santiago y Juan:

“En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, el hermano de éste, y los hizo subir a solas con él a un monte elevado. Ahí se transfiguró en su presencia: su rostro se puso resplandeciente como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la nieve. De pronto aparecieron frente a ellos Moisés y Elías, conversando con Jesús.
“Entonces Pedro le dijo a Jesús: ‘Señor, ¡qué bueno sería quedarnos aquí! Si quieres, haremos aquí tres chozas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
“Cuando aún estaba hablando, una nube luminosa los cubrió y de ella salió una voz que decía: ‘Este es mi Hijo muy amado, en quien tengo puestas mis complacencias; escúchenlo’. Al oír esto, los discípulos cayeron rostro en tierra, llenos de gran temor. Jesús se acercó a ellos, los tocó y les dijo: ‘Levántense y no teman’. Alzando entonces los ojos, ya no vieron a nadie más que a Jesús.
“Mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó: ‘No le cuenten a nadie lo que han visto, hasta que el Hijo del hombre haya resucitado de entre los muertos'”.

¿Qué significa todo esto?

  • Primero, estamos hablando de una epifanía, un evento sobrenatural de manifestación de Dios.
  • Segundo, Jesús se manifiesta como el verdadero Hijo de Dios al iluminarse sus ropas intensamente y cambiar su aspecto. Ahora, ya no sólo es un hombre,
  • Tercero, se aparecen Elías y Moisés conversando con Jesús. Ellos dos representan lo mas importante del pueblo judío en ese entonces: Elías, el mayor de los profetas, y Moisés, representante de la Ley. Al mencionarlos, Jesús demuestra al pueblo de Israel que Él está su mismo o más alto nivel, asentando su autoridad.
  • Cuarto, las imperfecciones de la humanidad: Pedro dice inocentemente: “Maestro, ¡qué bueno sería quedáramos aquí! hagamos tres chozas”. Con esto, Pedro –que nos representa a todos–  insinúa que sólo ellos tres (Pedro, Santiago y Juan) se queden ahí con Jesús, Moisés y Elías. Ni siquiera se acuerda del resto de sus compañeros, y ni qué decir del resto del mundo. ¡Ay, los humanos que quieren todo para ellos solos!
  • Y, finalmente, la voz de Dios que sale de entre las nubes para volver a reivindicar a Jesús como el verdadero Hijo de Dios.

La narración de la transfiguración de Jesús es uno de los eventos más importantes de los evangelios, y que nos demuestran la verdad de la vida de Jesús y su influencia en nuestras vidas.

Lecturas del Domingo: Marzo 1o, 2020 – No sólo de pan vive el hombre

Jesús en el desierto
“Jesús en el desierto”, por Ivan KramskoiGoogle Cultural Center, Public Domain, Link

¿En qué se basa la cuaresma para los católicos y cristianos? ¿Cuál es su significado? Hoy es el primer domingo de cuaresma y para comprender mejor este período, recordemos que son los cuarenta días antes del Domingo de Resurrección, nuestra celebración de que Jesucristo venció a la muerte resucitando después de ser crucificado.

Pero, antes de que Jesús empezara su vida pública, sucedió el siguiente evento, narrado hoy en el Evangelio de San Mateo:

“En aquel tiempo, Jesús fue conducido por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el demonio. Pasó cuarenta días y cuarenta noches sin comer y, al final, tuvo hambre. Entonces se le acercó el tentador y le dijo: ‘Si tú eres el Hijo de Dios, manda que estas piedras se conviertan en panes’. Jesús le respondió: ‘Está escrito: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios’.
“Entonces el diablo lo llevó a la ciudad santa, lo puso en la parte más alta del templo y le dijo: ‘Si eres el Hijo de Dios, échate para abajo, porque está escrito: Mandará a sus ángeles que te cuiden y ellos te tomarán en sus manos, para que no tropiece tu pie en piedra alguna’. Jesús le contestó: ‘También está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios’.
“Luego, lo llevó el diablo a un monte muy alto y desde ahí le hizo ver la grandeza de todos los reinos del mundo y le dijo: ‘Te daré todo esto si te postras y me adoras’. Pero Jesús le replicó: “Retírate, Satanás, porque está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a él sólo servirás’.
“Entonces lo dejó el diablo y se acercaron los ángeles para servirle”.

 

Lecturas del Domingo: Febrero 16, 2020 – Cumplir la Ley de Dios

Moisés bajando del monte Sina[i
“Moisés bajando del monte con los mandamientos”, por Rembrandt – The Yorck Project: 10.000 Meisterwerke der Malerei. DVD-ROM, 2002. ISBN 3936122202. Distributed by DIRECTMEDIA Publishing GmbH., Public Domain, Link
La Ley de Dios. Los diez mandamientos. Cuando Moisés subió an Monte Sinaí y estuvo ahí por cuarenta días, recibió de Dios las tablillas con la Ley. Su pueblo, Israel, era bastante cabeza dura y constantemente le hacía la vida imposible al libertador.

La Ley era dura y dictaba la vida de los miembros del Pueblo de Dios. Y es que éste era un pueblo que necesitaba ser enderezado, pues constantemente se estaba desviando del camino correcto.

Pero La Ley misma, con el paso de los siglos, fue convirtiéndose en sólo un papel con letras, y las personas que estaba encargadas de interpretarla y ejecutarla –los fariseos y los escribas– poco a poco se fueron convirtiendo en abusadores que le sacaban provecho económico y social.

Esta semana escuchamos el Evangelio de San Mateo que nos dice este mensaje de Jesús a sus discípulos:

“No crean que he venido a abolir la ley o los profetas; no he venido a abolirlos, sino a darles plenitud. Yo les aseguro que antes se acabarán el cielo y la tierra, que deje de cumplirse hasta la más pequeña letra o coma de la ley. Por lo tanto, el que quebrante uno de estos preceptos menores y enseñe eso a los hombres, será el menor en el Reino de los cielos; pero el que los cumpla y los enseñe, será grande en el Reino de los cielos. Les aseguro que si su justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, ciertamente no entrarán ustedes en el Reino de los cielos.
“Han oído ustedes que se dijo a los antiguos: No matarás y el que mate será llevado ante el tribunal. Pero yo les digo: Todo el que se enoje con su hermano, será llevado también ante el tribunal; el que insulte a su hermano, será llevado ante el tribunal supremo, y el que lo desprecie será llevado al fuego del lugar de castigo.
“Por lo tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene alguna queja contra tí, deja tu ofrenda junto al altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano, y vuelve luego a presentar tu ofrenda. Arréglate pronto con tu adversario, mientras vas con él por el camino; no sea que te entregue al juez, el juez al policía y te metan a la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.
“También han oído ustedes que se dijo a los antiguos: no cometerás adulterio; pero yo les digo que quien mire con malos deseos a una mujer ya cometió adulterio con ella en su corazón. Por eso, si tu ojo derecho es para ti ocasión de pecado, arráncatelo y tíralo lejos, porque más te vale perder una parte de tu cuerpo y no que todo él sea arrojado al lugar de castigo. Y si tu mano derecha es para tí ocasión de pecado, córtatela y arrójala lejos de ti, porque más te vale perder una parte de tu cuerpo y no que todo él sea arrojado al lugar de castigo.
“También se dijo antes: El que se divorcie, que le de a su mujer un certificado de divorcio; pero yo les digo que el que se divorcia, salvo el caso de que vivan en unión ilegítima, expone a su mujer al adulterio y el que se casa con una divorciada comete adulterio.
“Han oído ustedes decir que se dijo a los antiguos: No jurarás en falso y le cumplirás al Señor lo que le hayas prometido con juramento. Pero yo les digo: No juren de ninguna manera, ni por el cielo, que es el trono de Dios; no’i por la tierra, que es donde Él pone los pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del gran Rey.
“Tampoco jures por tu cabeza, porque no puedes hacer blanco o negro uno solo de tus cabellos. Digan simplemente sí, cuando es sí; y no, cuando es no. Lo que se diga demás viene del maligno”.

Si tienes oídos, escucha.

Lecturas del Domingo: Enero 26, 2020 – Síganme y los haré pescadores de hombres

El llamado de Pedro y Santiago
“El llamado de Pedro y Santiago”, por Duccio di Buoninsegna – The Yorck Project (2002) 10.000 Meisterwerke der Malerei (DVD-ROM), distributed by DIRECTMEDIA Publishing GmbH. ISBN: 3936122202., Public Domain, Link

Tercer domingo del tiempo ordinario. Jesús comienza su prédica pública de conversión y a elegir al grupo de los doce. Dice el Evangelio de San Mateo:

“Al enterarse Jesús de que Juan el Bautista había sido arrestado, se retiró a Galilea, y dejando el pueblo de Nazaret, se fue a vivir a Cafarnaúm, junto al lago, en territorio de Zabulón y Neftalí, para que así se cumpliera lo que había anunciado el profeta Isaías:
‘Tierra de Zabulón y Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los paganos. El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz. Sobre los que vivían en tierra de sombras, una luz resplandeció’.
Desde entonces comenzó Jesús a predicar, diciendo: ‘Conviértanse, porque ya está cerca el Reino de los Cielos’.
“Una vez que Jesús caminaba por la ribera del mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado después Pedro, y Andrés, los cuales estaban echando las redes al mar, porque eran pescadores. Jesús les dijo: ‘Síganme y los haré pescadores de hombres’. Ellos inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Pasando más adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que estaban con su padre en la barca, remendando las redes, y los llamó también. Ellos, dejando en seguida la barca y a su padre, lo siguieron.
“Andaba por toda Galilea, enseñando en las sinagogas y proclamando la buena nueva del Reino de Dios y curando a la gente de toda enfermedad y dolencia”.

Cuando recibas el llamado de Dios, no lo pienses dos veces. Cuando Jesús te llame, síguelo sin importar el trabajo, la familia o los amigos. Cuando Dios te llama, es por que en verdad te necesita.

Lecturas del Domingo: Diciembre 29, 2019 – Jesús, María y José

Sagrada Familia
“La Sagrada Familia” por Kok Leng Yeohttps://www.flickr.com/photos/yeowatzup/314819829/, CC BY 2.0, Link

Hoy celebramos el domingo de la Sagrada Familia: Jesús, María y José. San José, el santo varón que se hizo cargo de María y el Niño Dios, y que sufrió y trabajó en gran nivel para protegerlos y librarlos del acecho de sus enemigos, es la figura central de este día.

El Evangelio de hoy, tomado de San Mateo, nos habla de qué sucedió después del nacimiento de Jesús:

“Después de que los magos partieron de Belén, el ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: ‘Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allá hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo’.
“José se levantó, y esa misma noche tomó al niño y a su madre y partió para Egipto, donde permaneció hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo.
“Después de muerto Herodes, el ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: ‘Levántate, toma al niño y a su madre y regresa a la tierra de Israel, porque ya murieron los que intentaban quitarle la vida al niño’.
“Se levantó José, tomó al niño y a su madre y regresó a tierra de Israel. Pero, habiendo oído decir que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre, Herodes, tuvo miedo de ir allá, y advertido en sueños, se retiró a Galilea, y se fue a vivir a una población llamada Nazaret. Así se cumplió lo que habían dicho los profetas: Se le llamará nazareno”.