Lecturas del Domingo: Diciembre 2, 2018 – Adviento: Esperanza

corona de adviento
Corona de Adviento, por Johann JaritzOwn work, CC BY-SA 3.0 at, Link

El año litúrgico está dividido en varias partes como el Adviento, la Cuaresma, el tiempo ordinario, etc.  Hoy es el primer domingo del nuevo año litúrgico 2019, y también el inicio del tiempo de Adviento.

Cuando vamos a ir a una fiesta o celebración importante, usualmente nos preparamos física y mentalmente para poder atender dicho evento. Sabemos que tenemos que prepararnos mentalmente porque nos van a preguntar de la familia, el trabajo, los amigos, ¡y hasta el clima! Y sabemos que es siempre recomendable ir bien presentables, bien vestidos, y –especialmente– con alegría en el rostro y en nuestra alma… si no es así, entonces ¿para qué ir? ¿No crees?

Así el tiempo de Adviento es para lo mismo: tendremos cuatro semanas para prepararnos espiritualmente para conmemorar uno de los principales eventos de la historia de la humanidad, el nacimiento de Jesús. Y si hay alguien que dude de la magnitud de este evento, me permito recordarles que la escala del tiempo está dividida en Antes de Cristo y Después de Cristo. Así de grande es la importancia del nacimiento del Hijo de Dios.

Las cuatro semanas están representadas en nuestras Iglesias por una corona de ramitas, flores y cuatro velas, las cuales se irán encendiendo una por una durante este y los próximos tres domingos. Cada vela tiene un significado especial y la de hoy está dedicada a la Esperanza.

En la primera lectura escuchamos a Jeremías, el profeta que fue enviado por Dios para predicar en medio de uno de los peores tiempos del pueblo judío, cuando no había mucha esperanza pues la mayoría de los descendientes del rey David, el más poderoso, ya habían muerto o desaparecido. La gloria de tiempos pasados estaba lejos y no había indicios de una nueva etapa de alegría o resurgimiento del reino.

Pero, Jeremías –por orden de Dios– predica con un gran mensaje de Esperanza:

“Se acercan los días, dice el Señor, en que cumpliré la promesa que hice a la casa de Israel y a la casa de Judá. En aquellos día y en aquella hora, yo haré nacer del tronco de David un vástago santo, que ejercerá la justicia y el derecho en la tierra. Entonces Judá estará a salvo, Jerusalén estará segura, y la llamarán ´El Señor es nuestra Justicia´”.

Jesús es hijo de José el carpintero de Belén, pero que es descendiente directo de David, por lo tanto descendiente también de David, tal como lo había predicho Jeremías, casi 600 años antes.

Este es un mensaje de esperanza para el pueblo Judío, el cual estaba muy abatido por todas las derrotas por las que estaba pasando. Ahora, las cosas cambian, pues es el comienzo de un período de esperar a que venga un Mesías, de la misma casa del poderoso David.

Y al igual que ellos, nosotros también esperamos al nacimiento de Jesús como nuestro mesías, nuestro salvador, nuestro liberador. ¡Feliz inicio de Adviento!

Lecturas del Domingo: Diciembre 3, 2017 – Primer Domingo de Adviento

Adviento
Corona de Adviento, por Micha L. Rieser – Own work by uploader (wreath and picture), CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=5331008

El día de hoy es el Primer Domingo de Adviento el cual marca el inicio del año litúrgico para la mayoría de las iglesias cristianas de occidente, especialmente para la Católica.

De acuerdo a la tradición Judía-cristiana, el mundo tuvo primera noción de la venida del mesías ¡cuatro mil años antes del nacimiento de Jesús! Esa es una de las razones por las que hoy iniciamos prendiendo una corona con cuatro grandes velas, cada una representando 1000 años antes de la llegada de Dios a este mundo. En las próximas semana prenderemos el resto de las velas.

Adviento quiere decir preparación, pues estamos esperando la venida del Señor, la cual celebraremos en la Navidad. Este es un tiempo de recogimiento, de meditación, pues vamos a recibir a un visitante en nuestros corazones. La pregunta es, ¿Qué tipo de hospedaje le vamos a dar?, Acaso, ¿una pocilga, lleno de maldad, mentira y suciedad?; ¿O tal vez un lugar frio, donde sólo impera el interés por el dinero y las cosas materiales?

El Evangelio nos dice hoy:

“Velen y estén preparados, porque no saben cuándo llegará el momento. Así como el hombre que se va de viaje, deja su casa y encimienda a cada quien lo que debe hacer y encarga al portero que esté velando, así también velen ustedes, pues no saben a qué hora va a llegar el dueño de la casa: si al anochecer, a la medianoche, al canto del gallo, o a la madrugada. No vaya a suceder que llegue de repente, y los halle durmiendo.
“Lo que les digo a ustedes, lo digo para todos: permanezcan alerta”.

Lecturas del Domingo: Diciembre 11, 2016 – Día de la alegría y el regocijo

Tercer Domingo de Adviento

Hoy es el tercer Domingo de Adviento, día conocido como de la Alegría y el Regocijo, y en algunos países como el día de San Juan.

En la mayoría de las iglesias católicas, se tienen cuatro velas, tres de color púrpura y una de color rosa. Cada vela representa una semana del tiempo de adviento, es decir, preparación para el nacimiento del Redentor.

Pero la vela rosa represanta la alegría y el regocijo. En tiempos antiguos se usaba para anunciar a la gente que no sabía leer que quedaban dos semanas antes de la Navidad.

En la primera lectura, Isaías nos sigue describiendo en forma un poco abstracta la imagen de Juan el Bautista, el profeta antes del Mesías. En la segunda lectura, Pablo sigue llamando la atención del pueblo corrupto para que abandonen sus excesos y malas acciones. Paciencia, nos pide Pablo a todos.

El caso de Juan

Juan el Baustista, hijo de Isabel, la prima de la Madre de Dios, María, estaba en el vientre cuando escuchó la voz de María “y brincó de gozo”, pues en ese momento recibió al Espíritu Santo.

Por cierto, para todos aquellos hermanos separados y ateos que dudan de la vida de Juan, existe una crónica civil –una especie de registro público– en el que detalla que él estuvo preso, pero sin confirmar la razón. Luego hablaremos más de ese asunto.

En el Evangelio de hoy, sabemos que Juan está un poco renuente a Jesús. No confía en Él, y manda preguntar con los apóstoles que si él es el mesías o que si hay que esperar a alguien más.

¿Por qué esta pregunta? ¿Acaso no es una blasfemía? La razón es que Juan, al igual que casi todos los judíos, espera que el mesías que está por venir sea el liberador del pueblo, que ha estado sujeto por muchos años al yugo romano, y que por miles más ha sido esclavizado por decenas de otros gobernantes.

Los judios quieren, esperan, a un libertador poderoso.

Pero Jesús le manda a responder a Juan lo siguiente:

“Vayan a contar a Juan lo que están viendo y oyendo: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios de la lepra, los sordos oyen, los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio. Dichoso aquel que no se sienta defraudado por mí”. 

Ciegos, cojos, sordos, leprosos, sordos, muertos… y los pobres. Todos ellos, los más bajos de toda la escala social. Para ellos ha venido primero Jesús. Luego extenderá su influencia con todos los demás, pero en ese momento sus manos están con los más necesitados.

Es por eso que hay incertidumbre, duda, y hasta decepción en el pueblo judío. ¡Este no es el mesías que estaban esperando!, ¡Él no es el Rey poderoso con un ejercito inmenso que destruirá a sus enemigos!

¡Este lo que habla es que perdonemos! ¡Que pongamos la otra mejilla!

Y es que, si esperamos que Jesús sea el mesías que nos traerá riqueza, pues la verdad es que vamos a quedar bien decepcionados.

La recompensa de Jesús es mucho más grande que todo el dinero del mundo.

Afortunadamente, sabemos que Juan lo entenderá y lo aceptará. Finalmente, lo reconocerá con el Mesías, el Salvador… y lo bautizará en el rio Jordán.

 

Lecturas del Domingo: Diciembre 4, 2016 – Juan el Bautista

Juan el Bautista por Anton Raphael Mengs - ngHjvgNHHmV4zA at Google Cultural Institute maximum zoom level, Public Domain, Link
Juan el Bautista por Anton Raphael MengsngHjvgNHHmV4zA at Google Cultural Institute maximum zoom level, Public Domain, Link

Juan el Bautista, el último profeta del pueblo Israelí. Han pasado casi 400 años y los Judíos no han tenido uno. Y ya no habrá otros profetas después de él.

El Evangelio de San Mateo nos habla de que Juan “usaba una túnica de pelo de camello, ceñida con un cinturón de cuero, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre“.

¿Por qué dar estos detalles? La razón es que, desde casi 800 años antes, los profetas Isaías, Jeremías y Ezequiel, hablan de la llegada del mesías, pero que será precedida por una “voz en el desierto, que vestirá pieles y que preparará el camino del Señor“.

De esta forma, Mateo confirma la veracidad de Juan, quien dentro de poco tiempo confirmará que Jesús es quien le precede y por quien “ni él mismo es digno de quitarle las sandalias“.

Sabemos que Juan tendrá un triste final, y que reconocerá a Jesús como el verdadero Mesías, y que aceptará que su figura vaya desapareciendo poco a poco para dar paso a nuestro Señor.

Jesús comentará de Juan: “Una lámpara radiante, de la cual todos ustedes serán dichosos por ser iluminados”.

 

Lecturas del Domingo: Noviembre 27, 2016 – Inicia el tiempo de Adviento

Adviento
Corona de Adviento, por Micha L. Rieser – Own work by uploader (wreath and picture), CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=5331008

Hoy es el primer Domingo de Adviento, el tiempo que designa la Iglesia para que nos preparemos para uno de los momentos más grandes de la Historia: el nacimiento de Jesús.

Es muy interesante entender que, este no es un acontecimiento sacado al azar por un grupo de personas y que fue puesto en la historia sólo para causar daño, división, o volver a las personas ignorantes y sumisas. Todas estas teorías han sido expuestas por grupos ateos, agnósticos, y de otras religiones por cientos de años, y sus fundamentos son tan falsos y débiles como sus propias instituciones.

Casi 1000 años antes del nacimiento de Jesús, los profetas del antiguo pueblo judío hablan de la venida del Mesías, algunos de ellos incluso predicen que nacerá en Belén, y otros indican que tendrá un precursor que preparará su venida en el desierto (Juan el Bautista).

Si quieren verlo como hecho histórico, pues los documentos existen: el pueblo de Israel, celoso de su tradición e historia vocal, no pueden mentir y de ninguna manera han alterado los libros de su Torah y Tanakh.

Las lecturas de hoy tienen un caracter profético. Empezamos escuchando a Isaías, que nos dice que “en días futuros, el monte de la casa del Señor será elevado en la cima de los montes, encumbrado sobre las montañas y hacia el confluirán todas las naciones“.

Y luego afirma: “porque de Sión saldrá la ley, de Jerusalén, la Palabra del Señor“.

Cuidado, en el reino de Dios no todos podrán entrar

¡Ah, pero debemos tener cuidado! Ya hace dos semanas, Pablo regañaba al pueblo diciéndole que no debian ser holgazanes ni metiches ni malhablados. Ahora nos vuelve a decir que:

“Comportémonos honestamente, como se hace en pleno día. Nada de comilonas, ni borracheras, nada de lujurias ni desenfrenos, nada de pleitos ni envidias. Revístanse más bien, de nuestro Señor Jesucristo y que el cuidado de su cuerpo no de ocasión a los malos deseos”

¡Oooopsss!

Finalmente, Jesús nos dice que:

“Cuando vuelva el Hijo del Hombre, de dos hombres que estén en el campo uno será llevado y el otro será dejado; de dos mujeres que estén juntas moliendo trigo, una será tomada y la otra dejada.”

“Velen pues, y estén preparados”.

Lecturas del Domingo: Noviembre 20, 2016 – Jesucristo, Rey del Universo

Jesús y el buen ladrón
Jesús y el buen ladrón

Hoy es el último domingo del tiempo ordinario. Este dia cerramos el año litúrgico con la celebración de Jesús, rey del Universo.

Las lecturas del día nos hablan de dos reyes. El primero es David, quien es visitado por todos los ancianos de las 12 tribus, y le pidieron que –puesto que ya desde hacia tiempo él había sido coronado rey de la tribu de Judá– se convirtiera en rey de las doce tribus. Después de hacer un pacto con ellos, fue coronado.

David, un muchacho humilde y sencillo, que fue el menor de 8 hermanos y pastorcillo. Él es conocido por haber  ayudado a derrotar a los filisteos matando al gigante Goliat con una simple honda. Pero también sabemos de él porque es un gran poeta. La mayoría de los salmos fueron escritos por David, que sin duda, estaba lleno del Espíritu Santo, y presentan cantos de alabanza a Dios.

Pero David también es humano y tiene debilidades. Al final, la traición, los celos y la lujuria lo llevarán a sufrir los peores castigos, entre ellos terribles derrotas militares y la muerte de sus hijos.

Pero de todo lo malo siempre viene algo bueno, y es que David logra formar las bases del nuevo Israel, y luego vendrá el rey Salomón… y después el Rey de Reyes.

Jesús, Rey del Universo

De acuerdo a los teólogos y a los sacerdotes judios, se puede trazar una linea directa de suseción entre el rey David y José, el padres de Jesús, lo que demuestra que Nuestro Señor es descendiente de David, como estaba pronosticado en las profecías judias.

Jesús es esperado como un nuevo rey, un nuevo mesías, que liberará a su pueblo. Israel ha estado sometido y esclavizado por miles de años. A pesar de que se rebela y libera constantemente, una y otra vez es sometido por algún imperio más grande: Egipcios, babilónicos, y en el tiempo de Jesús, los romanos.

Pero los judios pronto se enfrentan a la decepción, al desánimo, al fracaso. Jesús no los ha salvado del pueblo romano, pues siguen siendo esclavos. Ahora, sólo están escuchando un nuevo mensaje, un mensaje de salvación del alma, no de liberación física del pueblo. Empieza la división, la duda, y la curiosidad de un pueblo por este personaje.

El mensaje parece un poco obscuro, confuso. Jesús habla del triunfo sobre la muerte, la esperanza de vida eterna, el inicio de un verdadero imperio no de este mundo. Poco a poco su seguidores irán entendiendo las enseñanzas hasta comprenderlas y comenzar a llevar la buena nueva a todos los rincones de la Tierra.

Y, hoy, en su muerte, en medio de dos ladornes que también están siendo crucificados, Jesús está siendo humillado por los soldados y sacerdotes. Le hacen muecas y se burlan de él.

Le hacen muecas: ¿No ocurre eso en estos dias también? ¿No hay gente, programas de televisión, películas, que se siguen burlando de Jesús?

Uno de los ladrones, regañando al otro por su burlas a Nuestro Señor, le dice a Jesús: “Cuando llegues a tu Reino, accuérdate de mí”.

Y Jesús le responde:

“Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso”.