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Lecturas del Domingo: Agosto 20, 2017 – “Mi templo será casa de oración para todos los pueblos”

 

Las tres principales lecturas del día de hoy comparten el mensaje universal de Jesús: La salvación no sólo es para el pueblo judío, sino para todos los pueblos.

El profeta Isaías, en la primera lectura, dice que:

“Velen por los derechos de los demás, practiquen la justicia, porque mi salvación está a punto de llegar y mi justicia a punto de manifestarse. A los extranjeros que se han adherido al Señor para servirlo, amarlo y darle culto, los conduciré al monte santo, y los llenaré de alegría en mi casa de oración… porque mi templo será la casa de oración para todos los pueblos“.

Luego, Pablo en la segunda lectura nos trae un párrafo un poco confuso:

“Hermanos: tengo algo que decirles a ustedes, los que no son judíos… Dios no se arrepiente de sus dones ni de su elección. Así como ustedes antes eran rebeldes contra Dios, y ahora han alcanzado la misericordia con ocasión de la rebeldía de los judíos, en la misma forma, los judíos, que ahora son los rebeldes y que fueron la ocasión de que ustedes alcanzaran la misericordia de Dios, también ellos la alcanzarán”.

En breve podríamos decir que los judíos, como pueblo elegido inicialmente, se rebelaban constantemente contra Dios, al grado que por su rebelión dieron cabida a los más, los que sólo estaban de espectadores, o sea los demás pueblos del mundo.

Pero luego viene una de las más profundas narraciones del Evangelio, una que marca el inicio del mensaje de que Dios es para todos: Resulta que Jesús, en sus predicaciones iba con los apóstoles por un camino, cuando de repente una mujer de Cananea le empieza a gritar desde atrás del grupo, implorándole que le libere a su hija de la posesión de un demonio.

Pero Jesús no le hace caso.

He aquí varios puntos para analizar:

  • Las mujeres del medio Oriente en ese entonces –y todavía en nuestros días en algunas de sus regiones– tienen prohibido dirigirse a hombres que no sean sus padres, hermanos o esposos.
  • Los habitantes de Cananea tienen mucho resentimiento contra los judíos, pues por cientos de años los han considerados como “invasores“. Y dicho resentimiento es mutuo.

Así pues, esta mujer rompe con dos tradiciones y se dirige a Jesús, quien siendo judío está justificado para no atender a los cananeos. Obviamente, no será el caso.

La mujer sigue gritando e implorando, al grado de que los apóstoles le dicen a Jesús que la atienda, ¡para que ya se calle!

Jesús se detiene y la mujer le dice:

“Señor, ayúdame”

El significado de esta sencilla sentencia es: Oremos, oremos, oremos. No dejemos de orar a Dios en nuestras necesidades. El nos oirá, ¡aunque sea solamente para que nos callemos!

Jesús le dice a la mujer:

“No está bien quitarle el pan a los hijos para echárselo a los perritos”

Este pasaje en estos días es sumamente suave, yo recuerdo en mi niñez haberlo escuchado más terrible, ¡usando la palabra “perros”! Pero la idea es clara: Jesús está poniendo la antesala para dar la lección de que la salvación (el pan) no sólo es para los judíos (los hijos)… y los perritos somos todos los demás. ¡Vaya que es un dilema difícil de aceptar!

Y la mujer le responde con gran sabiduría:

“Es cierto, Señor; pero también los perritos se comen las migajas que caen de la mesa de sus amos”

Antes de que muchos se comiencen a sentir ofendidos por esta narración, recordemos que se trata de una conversación entre Jesús y un pueblo que no tiene los conocimientos que tenemos ahora. Ni los valores morales, ni la ventaja de más de 2000 años de estudio bíblico. Las migajas de la salvación y el poder de Dios por sí solas son enteras para todos.

Finalmente, Jesús le dice a la mujer:

“Mujer, ¡qué grande es tu fe! Que se cumpla lo que deseas”.

Y en ese mismo instante quedo curada su hija.

Jesús más adelante abrirá toda su salvación para todos en formas más claras. Por ahora, tenemos estas lecturas con un mensaje sencillo pero poderoso. El poder de la oración está al alcance de todos y empieza con algo muy simple:

“Señor, ayúdame”

Lecturas del Domingo: Enero 29, 2017 – Bienaventurados los pobres y los humildes

Niños en Buenavista, Mexico
Niños en Buenavista, Chihuahua, México durante la siembra de chile.

Esta semana encontramos algunas de las más bellas enseñanzas de parte de Sofonías, profeta del Antiguo Testamento, de Pablo, y obviamente de Jesús. Todas ellas con un común: El reino de los cielos es de los pobres; pero no te confundas, no sólo de los pobres de dinero, sino de espíritu y de alma.

Recuerda, la mayor probreza es la del alma que no tiene a Dios.

Sofonías, en la primera lectura nos cuenta:

“Aquel dia, dice el Señor, yo dejaré en medio de tí, pueblo mío, un puñado de gente pobre y humilde.
“Este resto de Israel confiará en el nombre del Señor. No cometerá maldades ni dirá mentiras; no se hallará en su boca una lengua embustera. Permanecerán tranquilos y descansarán sin que nadie los moleste.”

En la misma línea, Pablo nos dice que:

“Consideren que ente ustedes, los que han sido llamados por Dios, no hay muchos sabios, ni muchos poderosos, ni muchos nobles según los criterios humanos. Pues Dios ha elegido a los ignorantes de este mundo, para humillar a los sabios; a los débiles de este mundo, para avergonzar a los fuertes; a los significantes y despreciados del mundo, es decir a los que no valen nada, para reducir a la nada a los que valen; de manera que nadie pueda presumir ante Dios.”

¡Ah, ahí está la clave de porqué existen los pobres! Pero si está tan claro, ¿Verdad?

Así, ambas lecturas nos preparan para lo mejor del dia: El Sermón de la Montaña de Jesús.

  • Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos será el reino de los cielos.

  • Dichosos los que lloran, poque serán consolados.

  • Dichosos los sufridos, porque heredarán la tierra.

  • Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.

  • Dichosos los misericordiosos, porque obtendrán misericordia.

  • Dichosos los limpios de corazón, porque verán a Dios.

  • Dichosos los que trabajan por la paz, porque se le llamará hijos de Dios.

  • Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos.

  • Dichosos serán ustedes cuando los injurien, los persigan, y digan cosas falsas de ustedes por causa mía.

  • Alégrense y salten de contento, porque su premio será grande en los cielos.

 

Lecturas del Domingo: Noviembre 13, 2016 – ¿Cuándo vienes, Señor?

fin de los tiempos

¿Cuándo es que vuelve Jesús? Y, ¿de qué forma vendrá, con cuál mensaje?, ¿A quiénes favorecerá y a quiénes les irá mal?

Las lecturas de hoy tienen un mensaje apocalíptico, del final de los tiempos. El profeta Malaquías nos dice en la primera lectura que “Ya viene el día del Señor, ardiente como un horno, y todos los soberbios y malvados serán como la paja”.

Luego, en la segunda lectura, Pablo habla un poco de sí. Ya sabemos cómo le gusta al apóstol ser un poquito presumido de sus habilidades y sacrificios, pero esta vez agrega un mensaje un poco más fuerte:

“El que no quiera trabajar, que no coma. Ahora vengo a saber que algunos de ustedes viven como holgazanes, sin hacer nada, y además, entrometiéndose en todo. Les suplicamos a esos tales, y les ordenamos, de parte de nuestro Señor Jesús, que se pongan a trabajar en paz para ganarse con sus propias manos la comida”.

Así que ya tenemos algunas claves de lo que NO debemos ser para poder salvarnos:

  • Nada de malvados.
  • Nada de soberbios.
  • Nada de holgazanes ni metiches.

Pero, ¿cómo saber que Jesús está por venir? En el Evangelio, nuestro Señor nos dice que:

“Se levantará una nación contra la otra, y un reino contra otro. En diferentes lugares habrá grandes guerras, epidemias y hambre, y aparecerán en el cielo señales prodigiosas y terribles”.

Pero eso no será lo peor. Jesús habla de persecuciones contra todos los Crisitianos, los que sigan su palabra:

“Los llevarán a los tribunales y a la cárcel, y los harán comparecer ante reyes y gobernadores, por causa mía. Con esto darán testimonio de mí”.

Y lo importante es mantenerse. Ni siquiera es necesario prepararse para saber qué decir, pues:

“Grábense bien que no tienen que preparar de antemano su defensa, porque yo les daré palabras sabias, a las que no podrá resistir ni contradecir ningún adversario de ustedes”.

Traiciones, guerras, odio. Pero siempre el mensaje de esperanza para los más fuertes:

“Sin embargo, no caerá ningún cabello de la cabeza de ustedes. Si se mantienen firmes, conseguirán la vida”.

Lecturas del Domingo: Junio 19, 2016 – ¿Quién dicen que soy?

Jesús y Pedro
Jesús y Pedro

Este XII domingo ordinario marca dos importantes eventos de la historia bíblica: el primero se refiere a Pablo, quien declara que con la resurrección de Jesús el reino de Dios ya no es sólo “propiedad” de los judíos, sino de todos nosotros.

“Todos ustedes son hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús, pues cuantos han sido incorporados a Cristo por medio del bautismo, se han revestido de Cristo. Ya no existe diferencia entre Judíos y no judíos, entre esclavos y libres, entre varón y mujer, porque todos ustedes son uno en Cristo Jesús. Y si ustedes son de Cristo, son también descendientes de Abraham y la herencia que Dios le prometió les corresponde a ustedes”.

¿Quién dicen que soy?

El segundo evento ocurre cuando Jesús se lleva a parte a los discípulos y les pregunta quién dice la gente que es Él. Ellos le responden que unos dicen que Juan el Bautista, otros que Elías, otros que algún otro profeta.

Ahora, piensa que ellos mismos no saben quién es realmente Jesús. Los apóstoles lo han estado siguiendo durante sus enseñanzas, pero todavía tienen dudas. Para nosotros es fácil decir quién es Jesús, pero para ellos la Verdad aun no ha sido revelada.

Ahora, Jesús les pregunta directamente: Y ustedes, ¿quién dicen que soy?

Pedro se delanta y le dice confiadamente: “El Mesías de Dios“.

Ningún otro apostol lo hace sino Pedro. El está convencido de esto y más tarde se le recompensará, pues esta verdad no se la dicho nadie, sino que el mismo Dios se la ha revelado en su corazón y él la ha aceptado.

A muchos de nosotros se nos hacen revelaciones, y el mismo Dios es quien nos las da a conocer. Y aún así nos rebelamos y nos queremos hacer sordos o ciegos. Pedro es nuestro ejemplo a aceptar con corazón abierto las revelaciones de Dios.

Lecturas del Domingo: Junio 5, 2016 – Resucitar a los muertos

Elías resucitando al hijo de la viuda
“Elías resucitando al hijo de la viuda”, por Louis Hersenthttp://www.bridgemanartondemand.com/art/144259/Elijah_Resuscitating_the_Son_of_the_Widow_of_Sarepta, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=8338339

Después de la cuaresma y Pentecostés, hoy retomamos el tiempo ordinario. Las lecturas del día de hoy se basan en uno de los mayores milagros que cualquiera puede presenciar: la resucitación de un ser querido.

Elías, en la primera lectura, se ha estado quedando con una viuda pobre, que junto con su hijo, estaba a punto de morir de hambre. Gracias a la presencia del Profeta –Elías es considerado por el pueblo judío como el profeta más grande– la comida no se acaba. Desafortunadamente, el hijo de la viuda muere, y ella le reclama de manera amarga por la muerte del pequeño.

Elías toma al niño, lo lleva a otra alcoba, implora a Dios por la vida del muchacho, y lo cubre con su cuerpo tres veces, con lo que el pequeño resucita.

En el Evangelio de hoy, Jesús y sus discípulos ven como afuera de la ciudad de Naím sacan a enterrar a un muerto, hijo único de una viuda pobre. Fíjate que son dos relatos con personajes similares: viudas pobres que lo han perdido todo, y ahora a sus hijos también. Esta parte ha sido importantemente resaltada para presentar el pueblo Judío que Jesús está a la altura de Elías (obviamente sabemos que es alguien mucho mayor), pero las escrituras tienen que ir convenciendo a los descendientes de Abraham poco a poco de la estatura del Hijo de Dios.

Jesús también resucita al muchacho y se lo entrega a la viuda. Ahora, este milagro no sólo lo presencia una persona, sino todos los que iban en el sepelio y los discípulos. La lectura nos dice que todos se llenaron de miedo –entendible, puesto que los presentes ven a un muerto revivir– pero lo más importante es que la noticia empezó a correr a más pueblos.

Jesús resucitará a más personas, culminando con su amigo Lázaro, y así no dejará duda de su lugar en el Trono de Dios.

Lecturas del Domingo: Mayo 8, 2016 – Conocemos a Pablo

San Esteban es apedreado
By Jacopo & Domenico Tintoretto – Stoning of St Stephen, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=25556888

Hoy conocemos en la primera lectura acerca de San Esteban, considerado el primer mártir de la Cristiandad. Aunque se sabe poco de su vida, conocemos que, después de la muerte de Jesús, San Esteban se convirtió del Judaismo al Cristianismo, y comenzó a trabajar en Jerusalen, dando discursos y sermones llenos de emoción y fuerza.

Desafortunadamente, esta pasión le causó muchos enemigos que comenzaron a acosarlo. En ese tiempo, por ley del emperador romano y debido a todo el revuelo causado por Jesús, los romanos ya estaban cansados de los judios y les permitieron matar a cualquiera que fuera culpable de blasfemia.

Pues bien, un día estaba San Esteban en la plaza de la ciudad y comenzó a clamar:

“Estoy viendo los cielos abierta y al Hijo del Hombre de pie y a la derecha de Dios”.

Los miembros del sanedrín comenzaron a gritar para tratar de callarlo, pero al mismo tiempo se tapaban ellos los oidos… ¡para no escuchar lo que decía San Esteban! Házme el favor, a ese grado era su miedo de aceptar la verdad (cualquier semejanza a la actualidad NO es pura coincidencia).

Este evento fue suficiente para acusarlo de blasfemia y obtener su excusa para sacarlo de la ciudad y apedrearlo. Sin embargo, la lectura NO nos dice que murió, sino que “se durmió en el Señor”. Obviamente, sabemos que esto significa su muerte física, pero no la espiritual.

Y, es que, después de la muerte y resurrección de Jesús, ya todos tenemos ganado la vida espiritual no cegada por la muerte. El nuestro será el Sueño de los Justos.

El joven llamado Saulo

La otra parte de la misma lectura nos menciona que, cuando los sanedrines estaban apedreando a Esteban, arrojaron a su mantos a los pies de uno de sus jóvenes miembros. Este muchacho se llamaba Saulo.

Con el tiempo, este muchachon se iba a convertir en uno de los más fieros perseguidores de la Iglesia Cristiana, pero tendrá un encuentro en el desierto que lo hará transormarse en… San Pablo.

 

Lecturas del Domingo: Abril 24, 2016 – Un mandamiento nuevo

By Duccio - This file was derived from:  Duccio di Buoninsegna 034.jpg, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=42762785
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Jesús vuelve a aparecese a los 11 discípulos que quedan y le empieza a dar un mensaje de despedida, pues dentro de poco se irá en forma física y sólo quedarán ellos como la cabeza de la Iglesia.

“Le doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros como yo los he amado; y por este amor reconocerán todos que ustedes son mis discípulos.”

Pablo establece el presbiterato

En la primera lectura de hoy vemos que, en el libro de los Hechos de los Apóstoles, Pablo y Bernabé están en Listra, Iconio y Anioquía. En esta última tendrá lugar uno de los encuentros más importantes de la histria: Pablo y Pedro se verán frente a frente.

Pero hoy, sabemos que Pablo tiene que dejar dirigentes que se hagan cargo de la organización y el desarrollo de la naciente Iglesia en cada comunidad.

“En cada comunidad designaban presbíteros, y con oraciones y ayunos los encomendaban al Señor, en quien habían creído.”